𝗧𝗵𝗲 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 𝗼𝗳 𝗽𝗲𝘁𝗲𝗿 |TEEN WOLF

040.

— ...aún tengo duda del como conociste a Mackenzie. —al escuchar mi nombre retire uno de los audífonos prestando atención a la conversación entre Stiles y Theo. — ¿Fue antes o después que a la manada?.

— Pues la primera vez que la vi fue cuando se estaba desangrando en una "iglesia" en Mexico, dime tú, ¿fue antes o después?. —respondió Theo, mientras lo ultimo lo decía con algo de sarcasmo.

— ¿Tu-u...la encontraste viva?.

— Medio muerta, pero si, aun estaba viva.

— Pero... —Theo interrumpió a Stiles.

— Cuando la lleve a un hotel para curar sus heridas, no paraba de decir el nombre Derek, no se que diablos le hicieron, pero lo que se, es que los llamaba con desesperacion. —hizo una pausa. — Ahora que estoy yo con ella si le hacen algo, les haré pagar caro y no me importará peder la oportunidad de entrar a la manada.

— Aún no se que haré con lo del chico que mataron. —murmuró Stiles cambiando notoriamente de tema.

— Ya te dijimos que fue en defensa propia, si lo quisiéramos matar a nuestro gusto mis ojos serían azules, dime esto te parece azul. —Theo cambio sus ojos, a aquel ámbar.

— ...pero aún así, lo mataron... —rodé los ojos al escucharlo.

Y cuando decidí volver a escuchar música, un olor invadió mis fosas nasales, humo, algo se estaba quemando muy cerca de nosotros, demasiado.

Vi como la figura de llena luz, más bien fuego golpeaba a Theo a través de la ventana para después sacarlo, no me dio ni tiempo de salir a ayudarlo cuando el jeep fue volteado bruscamente haciendo que me golpeara la cabeza contra la ventana, y antes de cerrar los ojos vi a Stiles desmayado en la parte de enfrente.

— ¡Papi!. ¿Donde estas?. —gritaba una pequeña rubia de ojos azules, en medio de una habitación, la cual se consumía en fuego. — ¡Ven por mi!. Hace mucho calor aquí. —lo último hablo comenzando a lloriquear.

La pequeña infantería quiso acercarse a la puerta pero frente a esta habían llamas demasiadas grandes, por lo que solo tomó su osito d e peluche para después esconderse en una esquina de la habitación; donde las llamas aun no llegaban.

Gemí de dolor llevando mi mano a la parte trasera de mi cabeza, al separarla vi entre mis dedos vi el típico color carmesí de la sangre.

Trate salir del jeep pero mi intento fue un fallo total al tener mi pie atascado entre los asientos, miré hacia otros lados encontrándome con el cuerpo de Stiles, la mitad de este estaba afuera sin contar que unas llamas estaban muy, pero muy cerca de él.

— Derek. —empece a susurrar al ver unas llamas cerca de mi, lo cual ocasionó que una figura se colocara frente a mi abriendo la puerta, y sacándome lentamente del jeep.

— Papi. —volvió a llamar la niña pero esta vez su tono fue más como un susurro, al llevar demasiado tiempo entre las llamas y humo comenzaba a perder el sentido.

Justo cuando comenzó a cerrar los ojos, la puerta fue tirada al suelo mientras la silueta de una persona se acercaba a la rubia, apesar de traspasar con dolor aquellas grandes llamas.

— Kenz. —la llamo una voz masculina cargándola entre sus brazos. — Mírame, vas a estar bien. —murmuró apretando a la infante contra su pecho. Antes de que la niña volviera a cerrar los ojos, sonrió al distinguir el rostro de su primo; Derek.

•| ⊱ ♚ ⊰ |•

Mi mirada se desvió del suelo hacia Theo, quien volteaba el jeep de Stiles una vez que habían apagado el fuego.

— ¿Seguro que no quieres ir al hospital?. —preguntó Theo a Stiles el cual rápidamente negó. — Los dos respiraron mucho humo. —esto último dijo acercándose a mi y con su ayuda me puse de pie.

Con ambas manos lo tomé del rostro, y con la manga de mi suéter limpie su cara ya que está tenía manchas de sangre, cuando no vi ninguna, lo abracé sintiendo sus brazos envolverme de inmediato a pesar de la mirada que nos mandaba Stiles.

— Recordé lo de la mansión, pensé que estaba viviendo el incendio de nuevo. —murmure contra su pecho.

El sonido de la radio nos interrumpió ocasionando que los tres nos acercáramos al jeep y que me separa del abrazo con Theo.

— ...la sospechosa del 187 está bajo custodia y en camino a la estación, el nombre de la sospechosa; Yukimura Kira. —después de eso se cortó.

— ¿Que es un 187?. —preguntó Theo.

— Homicidio. —respondimos a unísono Stiles y yo.

•| ⊱ ♚ ⊰ |•

— Maldito Scott. —maldecí al ver como el nombrado había enterrado sus garras en la nuca de Corey, una de nuestras quimeras.

— No se acerquen mucho. —pidió Lydia al ver mis intenciones de querer quitar a Scott.

Retrocedí chocando contra el pecho de Theo, el cual me abrazó acariciando uno de mis brazos, tratando de tranquilizarme.

— ¿Que está haciendo?. —preguntó Theo.

— Entrando a la memoria de Corey. —respondió Alexandra para después "disimuladamente" mirar Theo con desprecio. — Es algo que solo los alphas hacen. —añadió.

— ¿Es tan peligroso como se ve?.

— Más, probablemente. —contestó Stiles.

— ¿Alguien sabe si está funcionando?. —preguntó esta vez Masón.

— Veremos en cuanto se separen. —al terminar de hablar sin previo aviso, Scott se separó de Corey muy agitado, por lo cual fue ayudado rápidamente por todos menos por mi, Lydia y Masón quienes fuimos directo a con Corey.

— ¡¿Que diablos me hiciste?!. —le reclamó tocándose la nuca.

— Estás bien. —respondió agitado.

— Hay sangre. —dijo aterrado al ver su mano, Theo me pasó un pañuelo el cual con delicadeza coloqué detrás del cuello de Corey quitando cualquier rastro de sangre.

— Sanarás. —susurro apoyándose en el escritorio.

— Scott... —lo llamo Stiles.

— ¡Estará bien!. —su grito hizo que nos sobresaltáramos y los de la manada se miraran entre ellos. — Escuchen, creo que funcionó vi algo, había túneles, tuberías en las paredes. —mientras hablaba iba dibujando en su cuaderno mientras que Stiles se acercaba lentamente a él.

— Espera, yo reconozco eso, solía patinar ahí. —comentó Stiles viendo el dibujo de Scott. — ¿Recuerdas que una vez papá me atrapo y me dijo que no volviera ahí jamás?.

— Es la planta de tratamiento de agua. —al escuchar eso el rostro de Scott se iluminó.

— Ahí es donde están. —concluyó Alexandra con una sonrisa.

Todos mantenían una sonrisa, todos menos yo, y conociendo el plan y a Theo, su sonrisa no era sincera.