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Si hace unas horas estaba encantada con el permiso del entrenador, ahora ya no. El "permiso" se trataba de dejarme usar cualquier otra ropa exceptuando la camisa del equipo, pues ser la "confidente" del entrenador tiene sus ventajas. Pero el pasar por lo menos media hora frente a tu armario eligiendo ropa no era agradable, menos con Lexa de compañía, la cual estaba histérica ya que faltaba menos de una hora para la fogata.

—¿Y si te pones esta? —alzó una blusa celeste con encaje enfrente—. No, olvídalo. Mejor esta —esas eran las palabras que repetía desde hace media hora.

—¿Y si mejor me voy así? —apunte a mi atuendo con aburrimiento.

—¿Así?. No, no estás loca —me reprochó mirando con desagrado mi atuendo, hasta que en su rostro plantó una sonrisa—. ¿O solo quieres llevarlo por qué la camisa es de Liam? —por la pregunta sentí como mis mejillas comenzaban a arder.

—¿De Liam? —inquirí haciéndome la desentendida.

—Si, puedo hacer una lista de todo lo qué tienes en tu armario —lo señaló—. Y se que es de Liam, por qué me dijo Mason.

—Aja. ¿Que te pondrás tu a la noche?

—Esto —respondió sacando prendas de su bolso y tendiéndola sobre la cama.

Se trataba de un jean blanco, combinado a una blusa de tirantes rosa palo y suéter tejido café bajo, junto a sus converse blancas.

—Bueno —dio un aplauso de la nada sobresaltándome—. A seguir en busca para ti... —la interrumpí al ver que se dirigía otra vez al armario.

—Espera, me pondré esto —tome las dos prendas más cerca de mi junto a unos tenis blancos.

—Primera vez que combinas bien, sin que sea todo negro —"alago" por lo que sonreí hacia ella y cuando se dio media vuelta con dirección a la cama. Di una mirada a las prendas a mi mano un crop top blanco de mangas largas, un jean de mezclilla claro roto más los tenis blancos.

—¿Que hora es, Lexa? —la nombrada agarró su teléfono de la mesita de noche, formó una mueca al ver la pantalla de este.

—Cámbiate rápido, llegamos tarde —ordenó antes de salir con su conjunto a la mano.





Lexa y yo tratábamos de caminar entre la gente que estaba bailando, estábamos buscando a Masón y Liam.

—¿Ya le mandaste un mensaje a Mason para ver donde están? —pregunte alzando la voz por la música alta.

—Si, pero no contesta, ¿y tú a Liam? —pregunto Lexa con tono bajo a sabiendo que la escucharía, volviendo a su pregunta negué con la cabeza,

Caminamos unos metros más hasta que nos encontramos con Mason y Liam quienes estaban sentados en una banca, el último estaba tomando. Nos acercamos hasta quedar frente a ellos.

—Hey Kenzie, Lexa —saludó Mason en cuanto nos vio,

—¿Tienen mucho que llegaron? —pregunte.

—No, de hecho nos acabamos de sentar —respondió Mason antes de que Liam hablara.

—Oh, que b... —Lexa fue interrumpida por su celular—. Ahora vuelvo —aviso alejándose entre la gente.

—¿Quieres? —me ofreció Liam tendiéndome una botella con alcohol.

Lo miré a los ojos por unos segundos hasta que me encogí de hombros y agarre la botella para después tomar de esta.





Había dejado de preocuparme por Lexa desde hace rato, me distraía haciendo una competencia contra Liam, sobre quien bebía más rápido. Sabía que el chico en algún momento se iba a moderar pues el aun no sabía que el alcohol no nos causaba efecto.

—¿No nos vas a decir que bebamos menos? —pregunto mi contrincante al moreno.

—De hecho les iba a decir que sigan bebiendo, no se cual sea el límite de Kenzie pero creo que tu deberías seguir embriagándote para que te tropieces, caigas sobre tu trasero y despiertes con la cara en el retrete —sin poder evitarlo, solté una carcajada por el comentario de Mason.

—¿Por qué?

—Tal vez así cuando te pregunte qué pasa, estarás tan ebrio que no me podrás mentir —la respuesta causó que Liam dejara de sonreír.

—Voy por otra bebida —anuncie cortando el silencio incómodo que se había creado.

—Te acompañó —Liam se puso de pie—. Y si, me estoy embriagando —se dirigió al moreno para después tirar la botella de alcohol vacía.

𝗧𝗵𝗲 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 𝗼𝗳 𝗽𝗲𝘁𝗲𝗿 |TEEN WOLF Donde viven las historias. Descúbrelo ahora