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Desperté sobresaltada por el sonido de la alarma pero no la del despertador, si no la que avisa si entro un intruso.

Salí corriendo de mi habitación con el teléfono a la mano, lista para llamar a Scott en cualquier momento...solo si necesitábamos ayuda.

Cuando llegue al recibidor, mi padre y Derek ya se encontraban allí. Este último apagaba la alarma.

—¿Qué pasó? —inquirí algo acelerada.

—Solo era una niña que se metió a mi loft, y... —papa fue interrumpido por Derek.

—Nuestro —me señaló para seguido señalarse a el mismo—. Tuyo no.

—Esta niña se metió a "su" loft —se corrigió cruzándose de brazos.

—¿De que niña hablan? —los mire alzando una ceja, yo no veía a nadie pero si distinguía un aroma diferente.

—Dice llamarse Alexand... —antes de terminar, mi primo fue empujado a un lado por una cabellera anaranjada.

—Lexa / Kenzie —dijimos a unísono, mi amiga se acercó a paso rápido para después rodearme con sus brazos.

—Creí que vendrías el jueves.

—Se adelantó el vuelo, y pues sorpresa —alargó lo último causándome una pequeña risa—. Sirvió cambiar de perfume, ¿verdad? —asentí con una sonrisa.

—Esperen —intervino Derek, su rostro no expresaba más que confusión.

—¿Ustedes se conocen? —mi padre nos señaló.

—Ella es Alexandra, creo que alguna vez les he hablado de ella —respondí separándome de la chica.

—Es un gusto conocerlos —Lexa embozó una sonrisa de lado.

—Kenz, se hace tarde y tienes escuela —me recordó Derek, mientras mi padre miraba con cierta desconfianza a mi amiga—. Yo las llevaré.

—Bajaré rápido, me iré a cambiar —avise retirándome hacia mi habitación.

Tome lo primero que encontré en mi armario, una blusa blanca, jean negro roto, botines negros y una chaqueta de cuero negra. Cepille mi cabello, y con la mochila colgada en mi hombro volví de nuevo al recibidor.

—Adiós papá —me despedí dándole un beso en la mejilla.

—Hasta luego, señor Hale —murmuró Lexa a mis espaldas, ambas seguimos a Derek hasta el exterior del Loft.







—Que nervios —susurro la pelinaranja con su mirada en el edificio—. ¿Me acompañas? —se giró a verme.

—¿A donde?

—A por mi horario —respondió, acomodándose el bolso en su hombro.

—Tengo cosas por hacer, que te vaya bien —mentí comenzando a caminar hacia la entrada.

—Vamos rápido —ignorando lo que dije Lexa entrelazó su brazo con el mío, comenzando a jalarme hacia el interior del edificio.

Al momento de entrar apresuradas, recibimos varias miradas, más de las que me hubiera gustado. Caminamos por el pasillo, encontrándonos a la  manada de Scott situados aún lado de los casilleros.

—¿Que tal? —salude, soltándome del agarre de mi amiga, dejándola atrás.

—Hola —saludó Stiles mirándome extrañado y no era el único, la mayoría de la manada me miraba así.

—¿Por que corres? —inquirió Scott.

—Ah, es que una am... —fui interrumpida al sentir una presencia situarse a mi lado.

𝗧𝗵𝗲 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 𝗼𝗳 𝗽𝗲𝘁𝗲𝗿 |TEEN WOLF Donde viven las historias. Descúbrelo ahora