𝗧𝗵𝗲 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 𝗼𝗳 𝗽𝗲𝘁𝗲𝗿 |TEEN WOLF

009

Solté un quejido de dolor en cuanto recobré el conocimiento, estaba adolorida de pies a cabeza, esa caída si que no beneficio para nada a mi cuerpo. Abrí los ojos incorporándome lentamente sobre el suave colchón en que estaba recostada.

Mi cabeza estaba hecha un lío, lo único que recordaba eran muy pequeños fragmentos de mi caída.

—...se te ocurri... —aquella voz paró cuando escuchó un quejido más alto de mi parte—. Empezaba a creer que debíamos llamar a una funeraria —Stiles dio un suspiro de alivio al verme despierta.

—¿Como te sientes? —preguntó Scott dirigiéndome una mirada llena de preocupación.

—Me duele todo pero viviré —respondí sin darle mucha importancia—. Ahora respóndanme...¡¿Donde diablos est...olvídenlo. —me interrumpí a mi misma al ver aquella canasta de baloncesto que colgaba de la pared, era la habitación de Scott.

—¿Deberíamos llamar a Derek? —escuché un susurro por parte del alfa, el hijo del Sherrif negó ante tal propuesta.

—Te querrá matar al enterarse lo que le pasó —habló en tono bajo, señalándome con la mirada.

—Si saben que sigo aquí, ¿verdad? —los mire alzando una ceja—. ¿Contrataste a Breaden para torturar a alguien en tu baño? —cuestione al distinguir todo tipo de sonidos que provenían de una puerta a unos metros de donde me encontraba.

—¡¿Que?! —exclamó Scott—. No, no —negó rápidamente.

—¿Por que en tu habitación está el aroma de Liam? —mi pregunta hizo que el par de amigos se miraran entre ellos con nerviosismo—. Mierda —murmuré volviéndome a recostar sobre el colchón.

Entonces lo que vi en la azotea fue real, Scott había mordido a Liam y no solo eso, lo tenía secuestrado en su baño.

—¿Cual es el plan? —pregunte con la mirada en el techo.

—Matarlo y enterrarlo en el bosque —sugirió Stiles.

—¡No! —me negué inmediatamente volviéndome a reincorporar.

—No podemos hacer eso —me siguió Scott—. ¿No tienes otro plan?

—Tal vez —murmuró el chico de lunares mirando a la puerta del baño.

Me mantuve en mi lugar sin tener intención de hacer algo, estaba entretenida viendo a los chicos muy nerviosos. Scott coloco una silla frente a la cama, mientras que Stiles caminaba de manera frenética por toda la habitación.

—¿Donde está la cinta?. ¡La cinta! —su tono delataba que estaba desesperado.

—Está a un lado tuyo —Scott señaló el escritorio a medio metro de su amigo, desde donde yo estaba podía ver la cinta—. Vamos por el —dijo una vez que tenía todo lo necesario a la mano, se dirigió al baño seguido de Stiles.

El plan que tenían no me gustaba pero tampoco me quejaba, yo no tenía nada para aportar.

Cerré los ojos por el cansancio, pero los abrí de nuevo al escuchar unos forcejeos y a la cinta siendo utilizada.

—Te quitaremos la cinta de la boca pero no gritarás, ni harás ruido, si lo haces te la pondremos de nuevo, ¿Entendiste? —indicó Stiles un poco más calmado—. Liam, todos los sucesos que pasaron hoy, te seguirán paso, debido a los sucesos que te pasaron hoy, ¿Entiendes? —repitió lo último.

—Yo tampoco —Scott levanto su mano como si estuviera en clase, yo solo me encogí de hombros, entendía solo un poco.

El hijo del Sherrif nos miró con cara de pocos amigos.

—Liam, te pasarán cosas gracias a la mordida —el alfa se hincó frente a Liam.

—Si no te mata —comentó Stiles, recibiendo una mala mirada de Scott—. Esta bien, no debí decir eso.

—Enfrentaremos cosas y desde ahora cambiarás, tu vida cambiará por completo —siguió hablando.

—Si no mueres —interrumpió de nuevo Stiles con una mueca.

— Cállate.

—Lo siento, lo siento...¿esta llorando? —pregunto Stilinski mirando a Liam con el ceño fruncido.

—Ayúdame a desamarrarlo —pidió Scott.

Mala idea.

Una vez que la cinta estuvo fuera del cuerpo de Liam, y este estuviera de pie. En un momento de descuido por parte de los dos mejores amigos, el ojizul tomó la silla de antes para después estrellarla contra el Alpha.

—¿Que demo... —Stiles fue interrumpido por Liam, que le dio un puñetazo en la cara.

Me levante rápidamente de la cama, al ver al ojiazul salir corriendo. Al llegar a las escaleras, vi al chico tropezarse con sus propios pies causando que rodara por los escalones.

Liam se estaba poniendo de pie pero me abalancé encima de él haciéndolo caer de nuevo. Me senté encima de su torso apoyando todo mi peso en este, y con ambas manos mantuve sus brazos aprisionados contra el suelo.

—¡Eh!, suéltame... —al reconocerme paro de hablar—. ¿Tu estabas aquí? —sus ojos no me demostraban más que decepción.

—Si yo...lo siento —musité apenada.

Golpes en la segunda planta borraron el silencio que acababa de formarse.

—...¡Levántate que se fue! —ordenó con tono autoritario la voz de Stiles.

—Voy, eso dolió —se quejó Scott entre un quejido.

—Si claro. ¡A mi me golpeó una almohada y fíjate que fue muy cariñosa, ahora levántate!

Mire a Liam detenidamente para después ponerme de pie, me dirigí la puerta abriéndola, cediéndole la opción que antes iba a hacer, escapar.

El ojiazul no dudó en traspasar la puerta con oso acelerado, me recargue en el marco de la puerta viendo como se iba alejando.

A mis espaldas escuché algo pesado rodar por las escaleras, al girarme frente a mi, tenia a Scott e Stiles, este último se aferraba al pie del primero.

—¡Lo tengo!

Al final quedamos en que mañana arreglaríamos las cosas con Liam. Llegué al loft de Derek, y sin saludar a alguien o verificar que no estaba sola, me dirigí a mi habitación.

Una vez recién de darme una ducha y cambiarme a una ropa más cómoda, me tiré a la cama, con intenciones de dormir, pero mi acción fue interrumpida por una vibración causando por mi teléfono.

—...en dos días llegaré a Beacon Hills...convencí a mis padres...aja...me inscribirán a la misma preparatoria que tú, espérame —leí en voz baja, sin duda Alexandra estaba loca.

Alexandra Clark, en diminutivo Lexa, ella sabe mi secreto, es mi mejor amiga desde que tengo doce, sabe de lo mío, de lo de Derek, de mi papá, de lo qué pasó con toda mi familia.