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Séptimo, octavo, noveno, décimo. Sin duda había perdido la cuenta de los golpes a puño cerrado que le propinaba mi hermana mayor a Theo, solo podía ver como de su nariz no dejaba de soltar ríos de sangre, no era para nada satisfactorio el presenciar como lo trataban sin poder hacer nada al respecto.

—Está bien, no tienes que parar —le indico el de ojos avellanas completamente rendido, con una voz demasiado débil.

—Créeme, no lo haré —Malia alzó la mano con las garras de fuera, dispuesta a matarlo allí mismo. En el suelo de la cocina.

Hasta aquí llegue.

—¡Hey, es suficiente! —intervine abriéndome paso entre el par de betas del alfa verdadero, y estos mismos al querer detenerme, no tuve más que golpearlos en sus puntos débiles, derribándolos al suelo—. Aléjate de él —ordene directamente. La coyote haciendo caso omiso, alzó más la mano para tomar impulso en el momento de encajarlas. Rugí en alto llamando su atención, a este paso mis ojos cambiaron a los azules eléctrico, similares a los de ella—. Ahora —volví a ordenar con más firmeza en la voz.

Podría decirse que no me sorprendí cuando mi hermana mayor —a regañadientes—, se elevó sobre el cuerpo de Theo dejándolo completamente libre. Scott la tomó del brazo alejándola hasta quedar en la pared más lejana, aunque siguiera emitiendo gruñidos por lo bajo.

—Tranquilízate, ¿si? —pidió el alfa mirándola—. Va a regresar bajo tierra.

Ya quisieras.

—No puedes —sonreí abiertamente al escuchar la negación por parte de Liam, quien adolorido, se incorporó hasta llegar al par de mayores. Mientras que yo solo me hincaba al lado de mi novio ayudándolo a recargar su espalda en el refrigerador, y de la isla tome una de las servilletas, limpiando con ella el rastro de sangre que estaba entre su nariz e boca —. Recuerda a Stiles.

—Scott también lo recuerda. Lydia y yo lo recordamos —bravo Malia sin quitarnos la mirada.

¿Que tanto recordaba de Stiles sin basarse en la grabación que les di?

—Los doctores del terror sabían de la cacería salvaje. Puede ayudarnos —agregó el ojiazul sin tomarle importancia a lo antes dicho por mi hermana.

—O podría matarnos.

—Es mi responsabilidad —siguió defendiendo el chico manteniéndose firme. Su alfa lo miró confundido por dichas palabras—. Noshiko me dio la espada —le mostró tal herramienta. Mordí el interior de mi mejilla admirando el metal, estaba a nada de romperla por la mitad.

—Es tan incomodo cuando mamá y papá pelean —comentó mediante un susurro Theo con su vista en mi persona, me limite a sonreír burlona dejando de pasar la servilleta con manchas carmesí por su rostro.

—¿Prefirieres Theo Dunbar McCall ó McCall Dunbar? —le seguí alzando ambas cejas de manera juguetona.

—¡Cállense!

Idiotas.

Mi padre se enterará de esto.

A mi nadie me ordena callarme.

—Ambos tienen razón —Hayden se dirigió a su alfa, refiriéndose a la discusión antes de nuestros comentarios—. Si Theo intenta algo, lo regresaremos con los cambia pieles, pero por ahora...

—Se irá ya —demandó Scott interrumpiéndola, por inercia negué con la cabeza. Odio su gran negatividad, aunque bueno, no lo culpo después de lo qué le hicimos pasar.

Mentira.

Sigo odiando su negatividad

—Solo que Liam es quien tiene la espada —sabiendo lo que se avecinaba después de otro comentario por parte del castaño, lleve las manos a mis oídos para cubrirlos. Aunque eso no serviría de mucho teniéndolos sensibles.

𝗧𝗵𝗲 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 𝗼𝗳 𝗽𝗲𝘁𝗲𝗿 |TEEN WOLF Donde viven las historias. Descúbrelo ahora