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—Tenias que practicar. Tenía que ser perfecta igual a la original.

—Juro que practique, cientos de veces —se excusó el hombre con la voz temblorosa. Tenía miedo de nosotros.

—No diría que cientos —murmuró la mujer exponiéndolo. Sonreí de lado levantándome del sofá para acercarme a ella, acariciando un mechón de su cabello.

— Que perra traicionera. —susurre con tono burlón, me aleje de ella para irme aún lado de Theo frente a aquella pareja.

—Solo se puede justificar de una manera —hizo una pausa—. No es fácil escribir con el brazo enyesado, ¿o si?

— Yo quiero hacerlo. —comente sonriendo par seguido sacar el martillo de mi espalda, la pareja exclamaron sorprendidos.

Inmediatamente la mujer escondió sus manos bajo la mesa y esquivó la mirada. Theo se colocó al lado del hombre sosteniendo su brazo en caso de que lo quitara.

—En cinco, cuatro, tres... —dejé las palabras al aire dejando caer fuertemente el martillo encima de su mano, lo hice de nuevo ganándome esta vez un grito de dolor por su parte—. Ouch —hice una mueca al ver dos de sus dedos evidentemente muy separados.





Dejé de hacer mis anotaciones dejando el bolígrafo encima del cuaderno, girándome un poco hacia atrás para atender el llamado de Hayden.

—Mack, mira—señaló a su lado, donde Tracy se encontraba sentada con las manos aferradas a la paleta del banca, haciéndolo crujir.

Hayden hizo el ameno de tocarla pero se lo impedí alcanzando a tomar su brazo, negué dándole a entender que no lo hiciera. Era peligroso.

La alarma emergencias resonó por toda la preparatoria causando que todos los alumnos se levantaran de sus lugares e salieran del salón a toda prisa, a excepción de Alexandra, el profesor Yukimura, Hayden, Tracy y yo, claro, el Alfa y beta no podían faltar. Solté a la pelinegra alzándome en mi asiento para guardar mis pertenencias en la mochila.

—Oye, ¿estas bien? Debemos irnos —se acercó aun más a Tracy.

—Hayden no —le reproche pero fui ignorada, antes de que pudiéramos si quiera pestañear, Tracy forzo un agarre en su brazo encajando sus garras; sacándole sangre.

—¿Tracy? —la llamo Scott desde la puerta acercándose a nosotras—. Tracy.

—Me está lastimando —se quejó Hayden con una mueca de dolor, claro que la lastimaba.

—McCall aléjate —ordene al notar como Tracy cada vez ejercía fuerza en el brazo de mi amiga—. Ahora tú suéltala —ordene esta vez a la chica, pero ni siquiera me miro. Coloque mi mano su brazo encajando profundamente mis garras en el, soltó a Hayden, la cual rápidamente se alejó tapando su herida.

Tracy alzó su otro brazo queriendo dañadme con sus garras pero se lo impedí antes que lo hiciera.

—Ya vienen, ya vienen por todos nosotros —apenas emitió eso, se desmayó sobre mi escupiendo mercurio de su boca.

Maldita condición terminal.

Empuje su cuerpo a un costado, levantándome del suelo con ayuda de Hayden, miré mi suéter con disgusto, estaba lleno de mercurio.

Scott se acercó y cargo a Tracy con ayuda del señor Yukimura, ambos salieron del salon lo cual todos imitamos. En la entrada se encontraron con Stiles y Malia quienes les abrieron la puerta llevándosela así de la preparatoria.

𝗧𝗵𝗲 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 𝗼𝗳 𝗽𝗲𝘁𝗲𝗿 |TEEN WOLF Donde viven las historias. Descúbrelo ahora