048.

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— En serio, creo que solo viste mal. —dijo Theo pasándose una mano por su nuca.

— Yo se lo que vi, debemos tener cuidado con el. —repetí nuevamente, estaba segura de que Deucalion podía ver, el que actuara muy bien es otra cosa.

— Está bien, esta bien, para que estés tranquila desde ahora no estaremos mucho tiempo cerca de él.

— ¿Solo eso?. —pregunte cruzándome de brazos y mirándolo fijamente.

Theo me miró, después al suelo y viceversa, así estuvo hasta soltó un pequeño gruñido y suspiro.

— Bien, cuando armemos planes, entre nosotros veremos si son confiables o no. —aclaró pasando uno de sus brazos por encima de mis hombros.

Sonreí un poco envolviendo mis brazos por la cintura de Theo, este tomó mi rostro dejando un corto beso en mis labios, al pasar unos cuantos segundos me separé lentamente de él en busca del por qué vine.

— ¿Segura que no vendrás?. —preguntó Theo deteniéndose a un lado de tubo "encubador".

— Tengo algo que arreglar pero si no puedes cuidarte solo, voy. —respondí con algo de burla en lo último, Theo solo sonrió mientras que yo me acercaba a un archivero algo oxidado.

Me agache frente a este y al abrirlo, el olor a guardado y de putrefacción inundó mis fosas nasales. Rápidamente lleve la manga de mi suéter a mi nariz.

— Creo que vomitaré. —susurre con una mueca.

Contuve la respiración buscando rápidamente las cuatro carpetas, aún estando en mi búsqueda escuche el latido de dos corazones acercarse.

— ...lo llaman "Der Soldat", el soldado en alemán. —alcance a oír a Theo hablar. — Seguramente peleó en la Segunda Guerra Mundial.

— Y era un nazi. —opinó Scott.

Me puse de pie al tener las carpetas a la mano, al mismo tiempo que dejaba salir el aire que tenia contenido llamando la atención de los chicos.

— Esa cosa apesta horrible. —comente con una mueca de asco señalando aquel archivero oxidado. — Por cierto, el nazi también era hombre lobo, era un alpha. —aclare acercándome a una de las mesas al lado del gran tubo.

Note como Scott y Liam se voltearon a ver sorprendidos por lo del nazi.

— Los doctores del pavor lo estaban usando para prolongar sus vidas, lo han estado haciendo por décadas. —explicó Theo haciendo una pequeña pausa. — ...o probablemente por más tiempo.

Tome un bote y empecé a romper los expedientes que venían entre las carpetas, claro no sin antes asegurarme que tuvieran toda la información, toda sobre mi, Theo, Hayden y Corey.

— ¿Que edad tienen esos tipos?. —preguntó Liam.

— Quien sabe, pero donde ellos van, el va también. —contesto Theo.

— ¿Entonces como lo vamos a encontrar?. —preguntó de nuevo Liam.

— Mackenzie, ella estaba con ellos hace menos de una semana. —comentó Scott señalándome, lo mire con una ceja alzada metiendo los últimos papeles al bote.

— ¿Y eso que tiene que ver?.

— Tu debes de saber donde están. —acusó, lo mire fijamente para después lanzar un pequeña llama de fuego al bote, quemando aquellas hojas y a la vez sobresaltando a Scott.

— ¿Tu crees que si no supiera, no le diría a Theo?. —pregunte con ironía cruzándome de brazos.

— Desde ese día, Mackenzie dejó de estar comunicada con los doctores, al menos desde que ellos desaparecieron. —se adelanto a explicar Theo.

Scott asintió lentamente, tome el bote y lo deje en el suelo observando como las hojas se iban calcinando.

— Para mantenerlo con vida se requieren condiciones únicas. —hizo una pausa. — Tiene que a ver una fuente de poder, y que están bajo tierra o... —Theo fue interrumpido por Scott.

— En una corriente telúrica. —del interior de su chaqueta sacó una hoja doblaba, la cual le tendió a Theo, este al abrirla sonrió un poco.

— Parece que iremos a dar un paseo. —comentó mirando a los chicos.

— ¿Todos?. —preguntó Liam algo sorprendido señalándonos.

— Ni te emociones. —murmure rodando los ojos. — Ya quemé los expedientes, me voy. —avise besando la mejilla de Theo al mismo tiempo que tomaba las llaves de la camioneta de su bolsillo del pantalón.

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En silencio a lo lejos, miraba a Corey quien estaba junto a Hayden, el primero tenía una aura de tristeza y preocupación, era comprensible que estuviera así por su novio.

Al ver a Corey así, recordé lo de esta mañana, creo que el ver a Theo gritar así de dolor me había afectado un poco.

— Como no está tu Theo, ¿te dedicas a espiar a las personas?. —comentó una voz, una voz de una persona últimamente irritante para mi.

Fingí una sonrisa a la vez que daba media vuelta quedando frente a frente con Alexandra Clark o Martín, o como se apellide.

— ¿Que se te ofrece?, querida. —hice lo mejor posible para que el tono de asco y ironía no saliera.

— ¿Querida?, ahora me siento halagada. —dijo poniendo una mano en su pecho. Ahora si fue cuando no pude evitar verla con el ceño fruncido. — No hagas eso que te arrugas.

— ¿Imitando a Lydia?, déjame decirte que a ti no te queda nadita. —comenté con burla cruzándome de brazos.

— ¿Y acaso te pregunte?.

— ¿Que quieres?. —pregunte dejando de lado mi tono "agradable".

— Necesito hablar contigo. —respondió Alexandra pasándose un mechón de su cabello anaranjado detrás de la oreja.

— ¿Para terminar como la última vez?. —pregunte con algo de sarcasmo, ¿en serio creía que me arriesgaría a que me lastimara de nuevo?.

— Te veo esta noche en las alcantarillas. —antes que pudiera decir algo más se fue rápidamente.

— Como si fuera a ir. —murmure rodando los ojos y volviendo a lo que estaba haciendo antes.

𝗧𝗵𝗲 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 𝗼𝗳 𝗽𝗲𝘁𝗲𝗿 |TEEN WOLF Donde viven las historias. Descúbrelo ahora