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—Alguien viene —anuncio la rubia hacia la morena e pelinegro en un tono casi inaudible, mirando detenidamente en el entorno alrededor. Tuvo que cambiar sus ojos a los beta para mirar con claridad en la oscuridad.

—¿Aún puedes disparar? —la pregunta de Breaden iba para Derek, quien asintió lentamente—. Bien. Quédate con nosotras, estarás bien —de su cinturón saco un arma dejándola en las manos de su "pareja".

—Es una herida mortal y siento que moriré —murmuró. Mackenzie llevo su vista hacia el notando que tenía una pequeña sonrisa en el rostro, indignada y dolida le propino un golpe en el hombro, no tan fuerte por la herida.

—Mas vale que sea la última vez que digas eso frente a mi —le reprocho—. Ni sonrías de esa manera.

Agudizo su oído detectando unas pisadas, unas pesadas e otras ligeras. En su mente ya tenía una idea de quienes podrían ser. Aviso a Breaden sobre eso, mediante pequeñas señas para que se preparara.

—Deben concentrar en salvarse ustedes —apenas formuló Derek entre jadeos. La morena lo ignoró alejándose con el arma alzada, atenta a cualquier movimiento, la rubia quiso imitarla pero por instinto rodeó a su primo con sus cortos brazos intentando no causarle algún daño.

—Estaré cerca —susurro antes de acercarse a Breaden, la cual se detuvo detrás de una pared de concreto ocultándose detrás de ella.

Pero antes que pudiera estar a menos de un metro de ella; un berserker salió de su lado tomándola desprevenida, con su mano la tomó por el cuello elevándola contra la pared. La estaba ahorcando.

—¡Suéltala! —vocifero Mackenzie mediante un gruñido, corriendo hacia ellos, el berserker no tardó mucho en soltar a la morena. Quien apenas se recompuso comenzó a dispararle, detrás del berserker salió una cara conocida, muy desagradable para los presentes—. ¿Que se supone que eres? Ya no sé que está peor, tu cara convertida ó sin convertirte, cualquiera de las dos me repugnan.

Por reflejo la chica dio unos cuantos pasos al costado cuando Kate trato de enterrarle sus feas garras, la tomó de un brazo convirtiéndolo en una llave, pero se distrajo al mirar el como a Breaden se le acabaron las balas. Estando ahora estaba indefensa. Aprovechando su distracción la ex-cazadora con su fuerza sobrenatural lanzó a la rubia contra una pared por lo cual cayó al suelo, de su garganta empezó a emitir sonoros gruñidos cuando se levantaba con cautela del suelo. Su vista solo estaba enfocada en aquella arpia por el apellido Argent.

—Tus ojos ahora son azules, niña. ¿A quien mataste? ¿Te lo enseñó tu papi? —por sus burlas, enfurecida la "niña" fue contra ella estampándola contra la pared. Ni bien la dejo parpadear se acercó a ella tomándola de ambos lados de su cabeza, estampando la parte posterior tres veces seguidas con el concreto.

—Mate a un mercenario, y te puedo matar de la misma forma ó aún peor. Te quiero como conejillo de indias para ver qué tanto sufrimiento puedo causarte —amenazo con una voz más profunda, más grave. No sabía si debía asustarse, pero la sensación de torturar a una persona comenzaba a agradarle.

Gruñó por lo bajo cuando el berserker lanzaba a Breaden herida al suelo, muy a su pesar Mackenzie fue contra el no sin antes volver a impactar la cabeza de la ex-cazadora con la pared. Antes de poder tocar al berserker, el terreno desolado e oscuro se inundó por los sonidos de motores y llantas rechinar, incluyendo armas soltando disparos.

𝗧𝗵𝗲 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 𝗼𝗳 𝗽𝗲𝘁𝗲𝗿 |TEEN WOLF Donde viven las historias. Descúbrelo ahora