𝗧𝗵𝗲 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 𝗼𝗳 𝗽𝗲𝘁𝗲𝗿 |TEEN WOLF

038

—¿Para que querías que viniera? —la respuesta que recibí fue una mano enroscarse en mi brazo, jalando de esta mismo hasta atraerme a un cuerpo.

Unió nuestros labios formando un beso desesperado, muy diferente a los que antes me había dado, deje caer la mochila al suelo colocando mis manos en sus hombros lo cual el aprovecho para tomarme por los muslos e impulsarme hacia arriba para así en abrazar su cadera con mis piernas.

En medio del beso solté un gemido al sentir el frío metal del casillero chocar contra mi espalda —seguro quedaría una anilla dura—, dejó mis labios repartiendo besos abarcando todo mi cuello.

—¿Que pasa? —pregunto preocupado al sentirme algo tensa.

—Lo siento, el reencontrarme con la manada me tiene estresada —suspire al mismo tiempo que acariciaba su cabello por su nuca.

—Tranquila, pronto se resolverá todo. ¿Que te parece escaparnos y vamos a dar un paseo en el bosque? Para despejar la mente —asentí conforme.

—¿Solo para eso? —pregunte con burla—. Con apenas besarme te pones así —señalé con la mirada abajo, dándole entender que sentía un bulto rozando contra mi entrepierna.

—Tenía mucho tiempo sin verte —se excusó acercando su rostro nuevamente.

Plantó un pequeño beso sobre mis labios, antes que se separara lo empujé por la nuca impidiendo su acción. Aprovechando que se sentó en la banca, coloque ambas piernas a sus costados sentándome así a horcadas sobre el, un escalofrío me recorrió por toda la espalda cuando las yemas de sus dedos hicieron contacto con mi piel por debajo de la blusa.

Un carraspeo nos interrumpio por lo que terminamos separándonos, solté un gruñido al distinguir el aroma.

—¿Liam?

—Liam, no está aquí McCall —rodé los ojos—. ¿Que es tan importante como para que nos interrumpas? —cuestione con tono frío apoyando mi frente en el hombro de Theo.

De reojo note como abría su mochila y sacaba unas hojas del interior, extendiéndolas hacia nosotros, con el ceño fruncido me levante de encima de Theo acercándome al alfa.

—¿Y esto? —inquirí agarrándolas, cayendo en cuenta que eran copias del libro de los doctores.

—¿Quieres que leamos esto? —preguntó mi pareja en cuanto le di una de las copias.

—Aún no, nos reuniremos en mi casa esta tarde —respondió cerrando su mochila y acomodándosela en ambos hombros.

Pase las copias del libro, aquel libro que he leído muchas veces de alguna forma memorizándolo, pero fruncí el ceño al ver la última página, esa hoja no estaba allí al menos no en la versión que yo tengo.

—Theo —lo llame susurrando, jalando de la orilla de su playera, el nombrado me miro junto a Scott confundido.

Señale un texto en la hoja y el chico agarro las copias enseñándoselas también a alfa verdadero.

—¿Quien diablos es Gabriel Valak? —con verlo unos segundos note como Scott se removió incómodo—. ¿Lo conoces? —no evite preguntar.

—Si —hizo una pausa—. Y se donde encontrarlo.

—...no leen libros que provocan alucinaciones —habló Stiles con su habitual sarcasmo.

—Para eso Malia esta aquí, lo leyó completo.

—Su hermana, Mackenzie, también lo leyó —comentó Theo causando que las miradas recayeran en mi—. Ayer que nos diste las copias, recién terminaron las clases comenzó a leerlo.