𝗧𝗵𝗲 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 𝗼𝗳 𝗽𝗲𝘁𝗲𝗿 ━todo el que conozca a los Hale, con solo la darle una corta mirada a esa rubia, sabrá a quien es idéntica.
Muchos cambios afectarán a
la m...
—...llegar con un auto lleno de comida y provisiones al lugar —escuche atenta acuclillada entre los cuerpos del beta de Scott y mi novio, estaba medio adormilada ya que los chicos me levantaron de mi pequeña siesta en la "cueva" donde teníamos cosas de acampar. En realidad me había quedado dormida en la camioneta, pero mi pareja me trasladó silenciosamente a donde desperté—. Tenían unas siete bolsas de dormir. Están aquí. Están todos aquí —declaró alzando el tono de su voz para que el par de adultos lo tomaran en serio.
—Solo son Nolan y dos sujetos más —Liam inspeccionó la escena a unos metros de distancia para seguido voltear a vernos—. Esto no funcionará
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—¿Que hay de los refuerzos? ¿No deberían ser como veinte?
—O mínimo diez de ellos —ladee la cabeza intentando ver un poco más sobre el hombro del beta.
—Solo nos vieron a nosotros. No le creerán a Nolan —devolvió su vista a donde se encontraba el mencionado junto a los otros dos.
Claro que no le creerán a un adolescente temeroso.
Pero, ¿y si...?
—Hora del plan i —voltee hacia la quimera formulando las palabras con mis labios sin dejar salir un sonido de ellos, al ganarme un asentimiento de su parte, me levanté del suelo para sentarme en la pequeña pared a nuestro costado derecho. Estaría en primera fila para ver lo que se avecinaba.
—¡¿Verdad?! —Theo alzó la voz, acto que fue inesperado para el chico que no estaba al tanto de nuestro simultáneo plan.
Pobre.
—¿Por qué gritas? —el ojiazul susurró desconcertado, volteándose nuevamente hacia nosotros—. ¿Por qué te sentaste ahí? —esa última pregunta iba para mi. Me cruce de brazos fingiendo una expresión molesta, debíamos seguir el papel a toda costa.
—¿Tienes un problema, Dunbar? —el estar al aire libre y en completo silencio, mi voz se escuchó más alto de lo que debería.
—Claro, siempre tiene un problema —le señaló mi novio acusadoramente, siguiendo el guion improvisado.
—¿Qué creen que hacen?
—¡Cállate la boca! —vociferamos a unísono, y Liam se sobresaltó en su lugar con una expresión ofendida en el rostro. Misma que al ser demasiado graciosa a la vista de nuestros ojos, debía marcarse en un cuatro de la pared.
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