Heartbanging [Punklock]

Capítulo 17 [John]

Su teléfono sonaba por octava vez y John seguía sin atreverse a contestar. Tenía demasiado temor y vergüenza, no se merecía a una persona como James, no merecía que alguien lo amara porque siempre terminaba partiéndole el corazón.

Estuvo a punto de contestar cuando estaba en el taxi, pero no pudo y lo mismo ocurría ya en su departamento, pero entonces, cuando el celular empezó a sonar por novena vez, John se obligó a contestar, tenía que hacerlo por James.

— ¡John! — se escuchó de inmediato al otro lado de la línea —John, lo lamento tanto, por favor perdóname. Sé que fue demasiado... —

—James, no, basta— interrumpió John —Por favor, no me pidas disculpas, soy yo el hijo de puta aquí—

—No, lo soy yo, fue demasiada presión para ti, me porté como todo un egoísta—

—James, tú eres el novio que cualquier hombre quisiera—

John bajó su mirada, estaba sentado en la silla, rascando de manera nerviosa una pequeña mancha en su jean. Tenía en mente cortar con James, pero no sabía cómo hacerlo exactamente.

—John, si lo soy, ¿entonces por qué...? — una pequeña pausa hizo pensar a John que James estaba a punto de llorar —Mira, cometí un error, no lo medité bien y se arruinó. Solo quiero que me des otra oportunidad—

—James, yo no... —

—Prometo no volver a pedirte matrimonio— interrumpió

—Debemos terminar—

Lo soltó sin más, lo dijo como escupiendo las palabras porque ya no aguantaba con el peso de ellas. El silencio que obtuvo como respuesta fue desgarrador, podía imaginar con claridad el rostro de sorpresa y dolor de su novio.

—Esto no puede seguir, no puedo hacer esto, James, no quiero hacerte daño—

—John... te lo prometo, no nos casaremos jamás—

Esas palabras rompieron el corazón de John, se sintió un monstruo, un maldito hijo de puta sin perdón. James sonaba tan triste y tan inocente...

—No, no es por eso, James, yo... yo no te amo, no lo hago, nunca lo he hecho—

—John... —

La voz de James pronunció su nombre y con eso el rubio pudo entender un "¿por qué haces esto? ¿qué hice? ¿qué es lo que está pasando?", el susurro de tristeza con lágrimas se empezó a escuchar al otro lado y John sentía que hacía más daño que una maldita bomba.

—Lo lamento, James, esto... joder, no es justo, no mereces esto, yo no te merezco—

No hubo respuesta, en el silencio de la llamada solo reinaba la estática, James seguía ahí, aunque no hablaba, seguramente con lágrimas cayendo por su mejilla. John no esperó, colgó y ahora a quien le tocaba llorar era a él.

El celular no volvió a sonar y él, aprovechando el poco sueño que tenía como consecuencia a todo lo ocurrido, decidió pensar en medio de la silenciosa noche. Había calentado un poco de café y se había sentado en la mesa, tenía clases temprano, pero su cerebro no se apagaba.

Recordaba el rostro de James cuando le dijo que no a su propuesta y los ojos fríos y calculadores de Sherlock. Después de tanto esfuerzo en esos meses, el rizado había vuelto y lo había derrumbado todo otra vez. A esas alturas lo único que quería era tomar la decisión correcta y podía estar convencido de que podía hacerlo si seguía su corazón. Sin embargo, nada había salido como esperaba y ahora no solo se sentía rechazado, sino también como un maldito rompe corazones.