Capítulo 19 [Único]

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I'm gonna fight, I'm gonna win
that's right!
Nothing's gonna stop me, nothing's gonna stop me,
nothing's gonna stop me now!

Cause the feeling's back... 
and you gotta love the feeling...

"The feeling's back" (Suicidal Tendencies)


Había una cosa específicamente en la cabeza de ambos esa noche y no era precisamente hablar sobre la clase de relación que Sherlock llevaba con Moriarty, de hecho, eso ya había quedado en segundo plano. El viaje en taxi había sido silencioso, pero no del todo tranquilo y por eso es que ahora estaban alterados y con las hormonas hirviendo.

Mycroft le dijo una vez a Sherlock que la adolescencia y su paso a la juventud no solo venía con la dicha de "poder hacerlo todo", también te traía las malas decisiones, lidiar con la inexperiencia y, sobre todo, con el poco control. Mycroft hablaba del sexo, por supuesto. El rizado siempre había terminado rodando los ojos ante la advertencia de su hermano, puesto que el jamás creyó verse desesperado por sentir el cuerpo de alguien ni desear uno en todo el sentido de la palabra.

Para ese entonces, él ya había tenido esa experiencia con Jim e Irene, pero si bien había sido placentero en el momento, luego de ello no era nada más que algo vacío. Sherlock no podría desarrollar ansias por repetir algo así, por lo que Mycroft podía tragarse sus palabras.

Si el mayor de los hermanos Holmes pudiera decir ahora un "te lo dije, hermanito", de seguro que Sherlock traería el rostro en un tono carmesí y con la boca cerrada sin poder encontrar una respuesta que lo defendiera, puesto que no existía. Esos deseos de sentir la piel ajena, de rozar su cuerpo con el otro, de sentir esas descargas eléctricas con cada beso que recibía, el no poder controlarse al escuchar los gemidos de su amante... Sherlock definitivamente había caído en lo que su hermano le había advertido.

Sus pantalones apretaban casi de manera dolorosa en aquella zona y John no tenía piedad con él porque lo acariciaba, le mordía y estimulaba por encima de la ropa sin dar un paso más allá.

Ni siquiera estaban en la cama, ni siquiera se habían quitado las chaquetas, apenas ingresado al pequeño departamento, se habían empezado a besar con ganas y a tocarse sin descaro. John acorraló a Sherlock contra la pared y ahí se habían quedado los siguientes minutos. El rubio tenía planes con su recién recuperado amante, pero primero tenía que hacer algo antes de disfrutar el otro uso de su cama.

—Sh-... Sherlock, espera— tomó un poco de aire —primero vamos a darnos un baño, ¿de acuerdo? —

—No me jodas, John— Sherlock tomó al rubio de la cintura para juntarlo a su cuerpo otra vez —No quiero esperar más, no puedo—

John sintió su cuerpo estremecerse cuando Sherlock asaltó su cuello repartiendo suaves mordiscos.

—Mierda... — susurró el rubio

Entre forcejeos, Sherlock terminó por dejarse llevar al baño en lugar de la cama. Los besos no pararon en ningún momento, por lo que el rizado creyó que el inicio de un buen sexo de reconciliación empezaría en la tina. Así pues, ambos se desnudaron entre caricias mientras que la tina se llenaba de agua tibia. John besaba el pálido y preocupantemente delgado cuerpo de su pareja, cada cicatriz y golpe que resaltaba en su piel fue tocada por los labios de John suavemente, incluso aquellos que demostraban su vergonzosa adicción.

—No... — Sherlock alejó su brazo con timidez —No tienes que hacer eso... —

—No te avergüences conmigo, Sherlock—

John volvió a tomar el brazo de Sherlock para apreciar las pequeñas heridas de las agujas, muchas de ellas aún sin sanar y con un aspecto muy doloroso.

Heartbanging [Punklock]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora