Capítulo 10 [Especial Sherlock]

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Mortal life is brief for the rebel angels
They make their final stand
And soon you'll be alone

Descending angel
Stand by my side
and face the night...

"Descending angel" (Misfits)

Sherlock siempre fue un niño inquieto, curioso, pero, sobre todo, inteligente, brillante. Desde que había tenido memoria, había escuchado decir a todos los especialistas que habían pasado por él y su hermano, que los hijos de los Holmes eran simplemente extraordinarios, que su inteligencia era admirable.

Pero cuando creció, la idea de ser jodidamente inteligente había pasado de ser un don a una carga, los amigos que tenía de niño habían pasado a ser parte del pasado, excepto por dos personas que se habían quedado a su lado a pesar de su decisión de ignorar al resto de mortales idiotas de los que se sentía hastiado de estar rodeado allá en Sussex.

Mike Stanford y Victor Trevor eran las dos únicas personas con las que le gustaba salir, aunque sentía una mejor conexión con Victor, ya que Mike no se había unido a su locura punk que adquirió al entrar a la adolescencia. El alcohol y sus primeros pasos por las drogas habían sido compartidas con Victor, así como conciertos, algunas peleas y varios arrestos por delitos menores, como atentar contra la paz de los vecinos poniendo música a un volumen jodidamente alto en la calle.

Sherlock acababa de terminar la escuela, dos años antes de lo normal y Victor simplemente lo había abandonado, así que ellos solían perder el tiempo desapareciendo por fin de semanas o, en ocasiones, por semanas enteras donde viajaban a la ciudad a buscar algo interesante qué hacer.

—Estás perdiendo el camino, lo estás abandonando por voluntad propia—

Las palabras de Mycroft sonaban ridículas para Sherlock, sus padres lo habían obligado a hablar con su hermano mayor quien estaba en Londres ya con una carrera terminada y disfrutando de un buen puesto en el gobierno. Todo un ejemplo a seguir para el menor, pero claro, Sherlock apenas le interesaba saber en qué estaba metido el gordo de su hermano.

— ¿Por qué no te metes en tus propios asuntos en vez de joderme la vida, querido hermano? —

Sherlock estaba tumbado en su cama mientras tenía un libro que hablaba de lo importante que era cada diminuta vida en el planeta, Sherlock había quedado interesado hace relativamente poco sobre la curiosa forma de vida de las abejas y sería mentir si no admitía que simplemente había quedado fascinado, así que últimamente, la apicultura y temas relacionados se había convertido en su obsesión intelectual.

—Padre y madre están preocupados, Sherlock, no quieres estudiar solo por salir a... ¿hacer nada? —

—No tengo un interés en particular por ser el maldito lame culos de la reina, Mycroft—

Pudo escuchar el suspiro de su hermano al otro lado del teléfono, lo que le hizo sonreír divertido.

—Estoy enterado de tu gusto por el pequeño laboratorio que armaste en casa. Padre me dijo que siempre te ve entusiasmado y madre te regaló un libro sobre Química hace poco, ¿no te interesa estudiarlo aquí en Londres? —

Sería mentira decir que Sherlock no había pensado eso en varias ocasiones, todo lo que tuviera que ver con ese tema captaba su atención de inmediato y, por demás está decir, que siempre amaba aprender más sobre ello y, sobre todo, experimentar con sustancias; sin embargo, estaría loco si le daba la razón a su hermano, prefería negarlo todo, aunque esté mintiendo.

— ¿Sabes qué es lo que me interesaría, Mycrfot? —

—Sherlock... — advirtió Mycroft, sabía que esa pregunta no vendría con nada bueno

Heartbanging [Punklock]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora