Heartbanging [Punklock]

Capítulo 17 [Sherlock]

Come back little raven,
here by my face
I've been waiting,
endless waiting
Come back and bite my face...

I think you realize what I've done,
we're on the corner,
slashed my heart for fun,
I'm not alive for anyone
I think you realize what I've done...

"Come back" (Misfits)

Aquella casa abandonada en la que suele refugiarse para drogarse en soledad era el único lugar en dónde él quería estar desde que había salido del departamento de John. Sus pies se sentían fríos por la humedad de las zapatillas y ni hablar de su chaqueta. Al llegar, corrió piso arriba para buscar cualquier habitación vacía, porque quería estar solo, sin absolutamente nadie alrededor... pero tuvo que contentarse con la única habitación vacía que no tenía puerta.

Se sentó en el piso teniendo casi al frente la ventana, luego se sacó la chaqueta y las zapatillas. El frío que sentía era tan fuerte que su cuerpo temblaba por ello.

— ¿No sientes frío? —

Sherlock saltó del susto al escuchar aquella voz salir de la nada, pero no era nada más que uno de los vagabundos que solía frecuentar el lugar, este estaba acurrucado en una de las esquinas oscuras de la habitación haciéndose casi imperceptible.

—Mierda, no te había visto— dijo Sherlock con molestia

—Te vas a congelar—

—No es tu problema, cierra la boca—

Un silencio tan frío como el mismo clima se hizo presente por un momento hasta que aquel vagabundo se levantó caminando directamente hacia él.

— ¿Qué...? —

Sherlock estuvo a punto de pararse para golpearlo puesto que pensaba que esa era la intención del tipo, pero al ver la sucia manta que le entregaba, Sherlock no tuvo de otra que sentirse como un completo idiota.

—Quédatela, yo tengo otras—

Y sin decir más, aquel vagabundo regresó a volver a acurrucarse.

—Gracias—

Dijo con vergüenza Sherlock, para luego abrigarse envolviéndose en la larga manta y acurrucándose al igual que su compañero temporal de habitación.

Tal vez pasó más de una hora o tal vez menos, no estaba seguro, pero se despertó de un sueño en el que no supo cuándo se había rendido. Su cuerpo se sentía extraño y ciertamente, un dolor muy particular y agudo se estaba haciendo presente en su estómago.

Necesitaba drogas, las necesitaba con urgencia.

El vagabundo no estaba, pero podía ver que sus cosas aún se encontraban ahí. Sherlock decidió dejar la manta en donde estaba, se puso las aún húmedas zapatillas y la chaqueta en igual estado y salió.

Quería comprar droga, pero él no se había dado cuenta que no traía dinero ni su poca reserva de cocaína en la chaqueta. Entendió que John había tirado la droga, pero con el dinero no estaba seguro, lo más probable era que se haya echado a perder cuando el imbécil lo obligó a mojarse en la ducha. Así que no tenía de otra que acudir a alguien en especial, ya que su próximo pago no sería hasta la semana entrante.

—Oh, mierda, ¿qué te pasó en la cara? —

La voz de Irene sonaba tan estúpida que tuvo que aguantarse unos buenos insultos si es que quería conseguir algo de relajo esa noche.

— ¿Me dejarás entrar? — dijo con molestia

—Eso depende, ¿qué buscas? ¿alcohol? ¿drogas?... ¿sexo? —