EL ALMA - Saga: Impura Trinidad - Libro 1 (Completa ✔)

CAPÍTULO 22 - FREYA

Estaba exhausta, escapar de James era la cosa más difícil de este mundo, el chico sabia localizarla demasiado fácil para su gusto, pero no quería saber nada de él, habían pasado muchas tardes juntos, inclusive noches y jamás se le ocurrió comentarle que las almas tenían poderes, ahora que lo pensaba, no conocía mucho de la vida de James, cuando estaban juntos era más ella la que le hablaba de su vida y de su historia, pero él nunca le contaba de lo que había vivido en otros mundos, como era su mundo original, como era que si él y su padre habían llegado juntos, el cuerpo que el tenía en esos momentos fuera mucho más joven, demasiadas preguntas y nunca tuvo ninguna respuesta, James era un misterio para ella y tenía el presentimiento que para todo el mundo.

Tenía 4 meses tratando de descifrar que iba a hacer con la información que había recolectado, se pasaba los días leyendo y re-leyendo el diario de su papá a ver si había alguna pista de como liberarse de las restricciones de la inyección, pero solo era un simple diario que registraba más cosas personales que de trabajo y por ende no tenía ningún indicio de la formación química de la inyección, información que tampoco le serviría de mucho sin tener acceso a un laboratorio o conocimientos avanzados en la materia.

Esa noche se refugió en una escuela abandonada, desde que Tadeus había tomado el control, todo estaba más centralizado, había pocos pueblos habitados y la mayoría de las almas vivían en las grandes ciudades las cuales estaban resguardadas por muros, tomó una de las ultimas latas de comida que le quedaban para cenar y leía por enésima vez aquel diario cuando un ruido estruendoso la sorprendió y al levantar la mirada unas luces se asomaron por el pasillo, tomó su mochila rápidamente y empezó a correr en dirección contraria, dejando el diario sin darse cuenta.

Consiguió un armario donde esconderse y aguardó en silencio esperando a ver si aquellos intrusos se iban por su cuenta.

─Mira lo que encontré─

─¿Propiedad de Einar? ¿Ese no es el nombre del rey?─

─Pero Tadeus nos dijo que el Rey está muerto, no puede ser de él, tiene fechas muy recientes y según el Rey lleva más de 3 años muerto─

─Si tienes razón, quizás es una coincidencia

Se escuchó en la habitación donde ella había estado minutos antes, insultó por lo bajo dándose cuenta que había dejado el diario allá, notando que ahora los pasos se movían hacia donde ella se escondía, aguantó la respiración, y los pasos pasaron por enfrente del armario y siguieron de largo, soltó un sonoro bufido para liberar el aire, abrió la puerta asomándose un poco para ver que no hubiese nadie y caminando de puntas de pie volvió a la habitación anterior; el diario ya no estaba, lo que significaba que ahora lo tenían ellos, fueran quienes fueran, maldijo otra vez.

Se quedó con un par de cosas de la conversación, si sabían el nombre de su padre y habían dicho Rey, quiere decir que eran plateados, lo que más le llamo la atención fue que dijeran que ellos creían que su padre estaba muerto. Bueno no podía culparlos, ella también lo creyó hasta hacia unos 6 meses atrás, pero también habían dicho que Tadeus era quien les contó eso, y por el tema de los espías, Tadeus debía saber que su padre seguía vivo, todo era muy confuso.

No era buena idea seguir allí, podrían volver en cualquier momento con mas plateados, así que emprendió su camino a la salida, sigilosa. Pero al salir por la puerta de entrada varias luces la alumbraron, cegándola.

─ALTO ALLÍ, ESTAS RODEADA

Freya se dio media vuelta tratando de huir, pero por detrás luces también la alumbraron.

─NO TIENES DONDE ESCAPAR, ENTRÉGATE

Levantó las manos instintivamente, como queriendo que no dispararan, pero aunque estuviera algo cegada por la luz, no podía ver a nadie con armas solo con linternas, podría huir, pero estaba rodeada, la superaban por mucho en número, que aunque no tuvieran para disparar, que todos las persiguieran alguien la iba a alcanzar, su respiración empezó a acelerarse, y el miedo comenzó a crecer en ella.