James pasó los siguientes minutos tratando de comunicarse con Gisli, queriendo saber en qué momento iban a atacar los humanos para poder prepararse para la batalla, pero cada vez que se ponía en la frecuencia indicada nadie respondía, se supone que todos iban a estar en la misma frecuencia, pero era como si ellos cinco fueran los únicos dentro de aquella frecuencia, todo los demás que estaban en aquella habitación del refugio estaban ahora fuera de su alcance. Un mal presentimiento comenzó a formarse dentro de sí, y no era el único, cada uno de sus compañeros estaban expresando palabras de nerviosismo que más que calmarlo le hacían sentir que ya no tenía nada bajo control, trataba de mantener la calma para no demostrarle a ningún otro que en realidad no sabía lo que estaba pasando pero internamente estaba batallando por lograr mantener cierta tranquilidad e intentar crear un plan B.
En su planeta, la reproducción es algo distinta, son seres hermafroditas que no necesitan un compañero para tener descendencia y la elección de estar con un alma transciende a más de un solo cuerpo, es algo para la eternidad, por eso las bodas de las almas se basan en unir un espíritu más que un cuerpo, en unir varias vidas que una sola, es una decisión muy seria que casi nadie toma, por otro lado en el planeta tierra el matrimonio, según había entendido, era algo tomado más a la ligera, era solo por una vida y era necesaria una pareja para la reproducción; en este caso en particular de Freya con el hijo de Tadeus, era una unión más política así que estaban siguiendo los estándares de una boda normal humana dado la naturaleza híbrida de los novios.
El que estaba oficializando la boda empezó con un discurso sobre el amor de las almas, sobre cómo eran seres puros, íntegros, que lo único que buscan es el bienestar de la humanidad, que como aquella unión no iba a traer solo grandes beneficios para la comunidad de las almas, sino también a la comunidad humana, ya que el alma que ellos llevaban por dentro era una fusión indescriptible que solo resaltaba lo mejor de cada una de las especies, fue un discurso hermoso pero totalmente falso en muchos sentidos, Tadeus tenía engañada a tanta gente con una propaganda de amor y honestidad, nadie podía saber en realidad lo que pasaba fuera de aquellas murallas y nadie podrá anticipar lo que ocurriría en el momento que las almas se enteraran del verdadero líder que tenían.
El oficializador llegó a la parte cumbre de la boda, empezó por el novio.
─Tu, Maximiliano, hijo de ambos mundos, aceptas a Freya como tu nueva compañera de eternidad─
El silencio duro solo un par de segundos, al parecer el chico no tenía absolutamente ninguna duda de lo que debía decir
─Si, acepto─
Todas las miradas ahora se posaron en Freya, la de James no se había quitado en ningún momento de ella desde que había comenzado la boda. Desde la distancia en la que estaba no podía detallar muy bien las expresiones de su rostro, pero no denotaba más que tristeza, el chico hubiese pagado cualquier cosa para poder en ese momento leerle el pensamiento por entender que era lo que ella estaba viviendo, también notó como ella estaba temblando y como acto reflejo el inmediatamente comenzó a temblar también, su corazón empezó a latir rápidamente casi queriéndose salir del pecho.
─Tu, Freya, hija de ambos mundos, aceptas a Maximiliano como tu nuevo compañero de eternidad─
Un parpadeo marco la cámara lenta que ahora comenzaba en frente de sus ojos, no supo de donde, ya que su mirada siempre estuvo fijada en Freya, un personaje encapuchado apareció en su campo de visión, yendo directamente hacia la rubia. James no tuvo tiempo de llegar a ella, en realidad nadie tuvo tiempo de llegar a ella, antes de que el encapuchado sacara un cuchillo y cortara la garganta de Freya. Esto marco el inicio de disparos y enfrentamientos, gritos y llantos, el comenzó a correr directamente hacia la rubia que ahora estaba tirada en el suelo desangrándose, más encapuchados salieron de entre los árboles lanzando disparos hacia todos lados, ni siquiera pensó en sus compañeros, voces salían de los intercomunicadores desesperadas sin saber que hacer mientras James solo estaba concentrado en llegar a Freya.
Un brazo le detuvo, halándolo hacia atrás ─TENEMOS QUE IRNOS─ Grito Samuel hacia su compañero, frenando su impulso de ir hacia Freya.
─¡¡¡¡¡DEJAME LLEGAR A ELLA!!!!!─ Ahora las lágrimas salían de sus ojos, sentía rabia, dolor e impotencia; no podía quitar sus ojos de ella, tenía los ojos abiertos, ya no parecía que respirara, mientras que los disparos no se detenían y que solo parecían aumentar.
─¡Elizabeth esta herida James, tenemos que irnos!─ Aunque Samuel era fuerte, él lo era más y seguía intentando soltarse de su agarre
Estaba tan cerca y a la vez tan lejos, una bala le pegó en el hombro haciéndolo retroceder y quitar su mirada de la chica, Samuel ahora había ganado la batalla de fuerza y estaba arrastrándolo hacia el lado contrario, cuando volvió a mirar hacia la dirección donde debía estar la chica pudo ver como el que iba a convertirse su esposo, la estaba levantando escoltado por algunos guardias de la capital y se la llevaban corriendo hacia dentro del edificio.
La bala en el hombro de James, causo que no tuviera más remedio que dejarse llevar por Samuel; al perder de la vista a Freya sintió que la adrenalina que venía teniendo todo el tiempo anterior había desaparecido y ahora le comenzaba a doler la herida y a sentir su energía desvanecerse.
─Está muerta─ Su voz fue casi un susurro, sentía que su corazón se había roto, más bien que ya no existía, quería irse con ella, quería morir.
─Lo importante ahora es salir de aquí─ Samuel estaba sudando y lleno de la sangre de James, lo arrastraba ya que el chico estaba en modo peso muerto, no hacia ningún esfuerzo y no estaba ayudando para nada al avance, Samuel como pudo lo llevó hasta la entrada del largo camino que llevaba a la salida del recinto, tenían una larga caminata por delante y ahora en ese momento se vieron rodeados por guardias de la capital, todos apuntándoles con armas.
James sonrió irónico, sabiéndose muerto y estando consciente de que iba a reunirse con Freya más pronto que tarde. Cerró los ojos dejando aún más el peso sobre Samuel, cuando un estruendo lo hizo volver a abrirlos y pudo notar como la mansión de cristal que se alzaba a sus espalda estaba siendo destruida, un par de paneles explotaron desviando la atención de todos en aquella entrada, con todo el mundo distraído una camioneta negra apareció de frente de los chicos.
─SUBAN─ Les gritaba Thomas desde la puerta del conductor.
Samuel haló a James y lo lanzó en la parte trasera de la camioneta y él subió en la parte delantera, al subirse James pudo ver como a su lado estaba Elizabeth inconsciente y con una herida en el estómago de la cual brotaba sangre ─ ¿Dónde está Mariel? ─ Preguntó viendo como era la única que faltaba en esa camioneta.
─Está muerta, fue abatida por uno de los encapuchados, me estaba cubriendo la espalda mientras iba a buscar a Elizabeth y se dieron cuenta disparándole a ella─ Thomas hablaba rápido y con un tono de voz fuerte, molesto. El dolor en el hombro de James se hizo más presente ─A Elizabeth le dispararon tratando de llegar a Freya, creo que todo fue un plan para desaparecernos a nosotros, Freya solo era el anzuelo─
James quería debatir, hablar de lo que había pasado, quienes eran esos encapuchados, como habían entrado, cuál era su plan, pero su energía no le daba para más que para mantener los ojos abiertos, energía que poco a poco se iba desvaneciendo con sus ojos cerrándose de a poco, quería insultar a quien había puesto a su Freya como carne de cañón, a ellos mismos por haber ido a buscarla y ponerla en ese peligro, todo era su culpa.
─No te duermas tu también James─ La camioneta iba cada vez más rápido, abría los ojos por segundos y podía ver como estaban por la calles de la capital, estaban vacías, no se podían ver guardias por ningún lado. Cerró los ojos nuevamente y el estruendo de un choque hizo que los volviera a abrir para ahora ver como el muro que rodeaba la ciudad se alejaba de ellos. Cerró los ojos y al volverlos a abrir Thomas y Samuel estaban discutiendo direcciones y podía ver como por la ventana ahora había arboles, como la camioneta brincaba y chocaba contra ramas. Cerró los ojos y los volvió a abrir cuando Samuel lo estaba sacando del auto y lo arrastraba entre vegetación y pudo ver como Thomas llevaba a Elizabeth también en sus brazos. Cerró los ojos y se dejo caer en peso muerto.
Cuando los volvió a abrir estaba siendo rodeado por gente del refugio, viéndose allí en casa. Decidió que ya podía dejarse ir... no tenía más energía y ojalá no volviera a despertar.
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Ultima edicion: 26 de Agosto del 2021
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EL ALMA - Saga: Impura Trinidad - Libro 1 (Completa ✔)
Fantasy-Esta historia esta siendo editada- La tierra ha sido controlado por seres nobles y amables. Seres que quieren mejorar la vida con tecnología mejorada y cultura superior, pero para ello lo primero que tienen que hacer es eliminar a la raza humana...