CAPÍTULO 3 - ELIZABETH

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Una de las cosas que Elizabeth se había llevado del "viejo mundo" era su libro favorito "La Ascensión de los Mutantes", un mundo post-apocalíptico donde los mutantes tiene que luchar contra la raza humana que los quiere aniquilar; gracioso e irónico viéndose en el mundo en el que se encontraban ahora.

Era el único libro que podía leer infinidad de veces, sin importar que se supiera cada diálogo y era su mayor distracción de todo lo que estaba viviendo día a día.

No lograba conciliar el sueño, así que esa noche se sentó cerca de la entrada de la cueva con la luz de la linterna alumbrando directamente el libro; metida en las aventuras de Eyra, su hermana se le acerco y se sentó junto a ella.

No confió en él, Eli. Tenemos que irnos, solas, mejor si lo hacemos esta noche─ Freya había mirando directamente hacia donde Thomas se encontraba dormido.

Dejando a la menor de las hermanas en estado de shock, Elizabeth estaba un poco desconcertada y aunque quizás no se podían ver muy bien las caras, supo que su propio rostro estaba de color rojo por la molestia que volvía a crecer en ella.

¿De qué estás hablando Freya? Te salvo la vida, nos salvó la vida.

Algo que si caracterizaba a Elizabeth, era que era un ser caprichoso y testarudo, pocas veces hacia escándalos por un capricho, pero esa era una de las ocasiones que no iba a dejar a Freya ganar.

Simplemente pienso que estaremos mejor por nuestra cuenta, como lo hemos hecho hasta ahora.

Hasta ahora casi nos atrapan en varias ocasiones, hasta ahora casi me ahogo, hasta ahora casi mueres; si, lo hemos estado haciendo de maravilla, hasta ahora.

»No puedo creer que no veas que tenerlo en realidad es algo beneficioso; lo necesitamos Freya.

No lo pienso así, no lo conocemos para nada, que tal si solo está esperando a que nos durmamos para robarnos e irse con nuestras cosas.

Si esa fuera su intención, lo habría hecho hace 4 días cuando estabas casi muerta y yo no podía defenderme. No quiero seguir discutiendo esto Freya, no me vas a disuadir de que lo dejemos, así que o tu aprendes a vivir con él o esta pelea no va a terminar acá, y estoy segura que no quieres despertarlo─ Elizabeth conocía a su hermana, sabía que era del tipo que le gustaba hacer las cosas bien planeadas, en silencio, limpias con el menor daño posible y si seguía por aquel camino probablemente iba a causar más daño del que estaba tratando de evitar.

Todas las personas con las que nos hemos encontrado han terminado capturadas o muertas, no quiero seguir perdiendo gente, no quiero que la próxima que pierda sea a ti por culpa de él.

Podía jurar que el veneno salía de cada una de esas palabras y estaba segura que si Freya pudiera amarrarla y llevarla a cuestas, lo haría, pero también sabía lo desconfiada que era y que solo quería protegerla, trató de no juzgarla ni molestarse, y respiro un par de veces.

Anda a descansar, vivamos un día a la vez, aun estas débil─ no quería seguir discutiendo con ella, no iba a seguir haciéndolo.

Así que, sin dejarla siquiera contestar, apago la linterna, levantándose para tomar su bolsa de dormir y acomodarse al otro lado de la cueva.

Sus pensamientos empezaron a aparecer, si antes no podía conciliar el sueño, ahora menos.

Casi nunca peleaba con Freya, siempre creía que tenía la razón, que era la voz de todo aquello que era correcto, pero desde que casi muere y ella tuvo que en realidad pensar por sí misma que era lo correcto, se dio cuenta que tenía un mundo de opiniones en su cabeza que querían ser escuchadas, que sus ideas no eran malas, que podía aprender y mejorar.

No quiero ser más un lastre, ya no tengo 16 años─ se dijo a si misma mientras cerraba los ojos, dejando que sus pensamientos la sumieran en un sueño por el cansancio de su cuerpo. 

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Ultima edición: 09 de Agosto del 2021

EL ALMA - Saga: Impura Trinidad - Libro 1 (Completa ✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora