La oscuridad de la noche se alzaba sobre sus cabezas. Elizabeth y Freya estaban rendidas una al lado de la otra frente a los restos de una fogata, se podía escuchar a Freya luchando contra el frío, ya que sus dientes no paraban de rechinar. Thomas estaba sentando haciendo guardia, tallando una estrella en un pedazo de madera que había conseguido, a pesar de que su semblante era calmado, su cabeza no dejaba de pensar, en que ya eran muchos días sin tener noticas de los suyos, sin poder cumplir el plan, sabía que no debía faltar mucho para que ellos intervinieran otra vez.
─ Tierno, ¿es para la "pequeña"? ─ Dijo una voz desde su espalda, haciendo una tono cursi cuando dijo la última palabras, claramente burlándose.
─ Sabía que no faltaría mucho para que aparecieras ─ Le respondió a James, que ahora se encontraba apoyado en un árbol jugando con un objeto en sus manos, dándose cuenta de que los habían estado espiando y siguiendo desde hacía días si sabía el apodo que le tenía a Elizabeth.
─ Has hecho un buen trabajo conduciéndolas hasta aquí, aunque todos acordamos en que has sido algo lento ─
─ Freya está enferma, no podemos presionarla, y baja la voz quieres, no es como si no se pudieran despertar y verte ─
─ Ayy pero que sensible, estar con dos mujeres hizo florecer tu lado femenino ─ James no dejaba de burlarse del chico ─ Bueno he venido para decirte, que ya mañana haremos el operativo que llevamos planeando ─
─ ¿Mañana? ─ Inquirió Thomas sorprendido
─ Si, ¿qué paso? ¿Te asusta? ─
─ No, si es lo que hay que hacer ─
─ Bueno, toma ─ Dijo pasándole lo que tenía en las manos, un par de contenedores plateados con una especie de jeringa en la punta ─ Aquí tienes lo que vas a necesitar, solo inyéctaselos en el cuello y nosotros nos encargaremos del resto ─ Se detuvo un momento en lo que decía, mirando a las chicas acostadas, pensativo ─Yo que tu buscaría la forma de hacerlo al mismo tiempo a ambas, es un poco doloroso la verdad y no puedes dejar que te descubran o podrías poner en peligro todo ─ Thomas se había quedado inspeccionando el objeto que el chico de ojos plateados le había dado, no decía mucho. James volvió a hablar ─ De todas formas me da curiosidad, ¿cómo lograste traerlas hasta acá sin decirles? ─
─ Me he encargado de meterle ideas a Freya en la cabeza sobre cada lugar que encontramos, no es muy difícil cuando lo único que se preocupa es en la seguridad de Elizabeth ─
─ Inteligente; al parecer si te enseñe a manipular bien ─
─ Creo que ya es hora de que te vayas ─
─ Lo hare, tengo cosas que hacer; solo espero que de verdad no estés empezando a sentir cosas por ella, sabes que no debes y tampoco creo que ella te quiera mucho cuando se entere de lo que has hecho; traicionar la confianza de una mujer puede ser algo delicado ─
─ ¡Basta!, Adiós James ─
Este ni siquiera le respondió y se dio media vuelta encaminándose al oscuro bosque nuevamente. Freya se movió de lado despertándose y mirando a Thomas con su mirada fijada en el bosque hacia el bosque.
─ ¿Pasa algo? Estas pálido ─
─ No, nada, vuelve a dormir, necesitas descansar, mañana no caminaremos mucho, me encargare de buscar alguna cueva cercana en la que puedas descansar unos días mientras te recuperas ─
─ Gracias, quizás si te juzgue mal al inicio, agradezco tu ayuda y felicidades, te ganaste mi confianza, cosa que no es fácil de hacer ─ Dijo la chica, guiñándole un ojo y volviendo a acomodarse para seguir durmiendo.
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EL ALMA - Saga: Impura Trinidad - Libro 1 (Completa ✔)
Fantasía-Esta historia esta siendo editada- La tierra ha sido controlado por seres nobles y amables. Seres que quieren mejorar la vida con tecnología mejorada y cultura superior, pero para ello lo primero que tienen que hacer es eliminar a la raza humana...