─ ¿Qué color le gusta princesa? ¿El mármol o el marfil? ─ Faanyr le mostraba colores de servilletas.
─Los veo exactamente iguales─ dijo la chica encogiéndose de hombros.
─Su gusto está por el piso princesa, como van a ser exactamente iguales, no ve que el mármol es un color más frio como con más tonalidades de azul y el marfil es más cálido, con subtonos naranjas─ Le tenía ambas servilletas extendidas delante de ella, casi desesperada por que no veía la diferencia.
─Lo siento Faanyr, pero para mí son exactamente iguales, elige tu─
─ ¿Cómo voy a elegir yo? Es su boda y Tadeus dijo que la organizara como más le gustara─
─No me estoy casando por amor, así que me da exactamente igual si es frente a millones de almas en una boda pública y televisada o si es aquí dentro firmando un papel─ Se encogió de hombros, sintiendo como su corazón también sufría un pequeño dolor, pasando James por su cabeza.
─Debería darle una oportunidad a Maximiliano, parece un buen chico, nunca le he conocido una novia, pero nadie con quien haya salido a alguna vez ha hablado mal de él─
─Pues si fuera por mí, podría casarse con una vaca y me daría igual─ dijo la chica, ahora pensando que, aunque pareciera un buen chico su mirada aun le daba miedo.
─ ¿Con una vaca? ¿Cómo sería eso posible? ─ Claramente Faanyr no entendía el sarcasmo.
─Nada, no importa, quédate con las de color mármol sean cuales sean y ¿podrías déjame sola un rato? ─ Cada vez podía soportar más tiempo a su doncella pero igual le hartaba la paciencia en algún punto.
─Como ordene princesa─ La chica castaña hizo una leve reverencia y salió del apartamento improvisado.
Freya se había levantado del espacio en donde estaban mirando las servilletas y se movió hacia el ventanal gigante que tenía allí dentro, era parecido al que tenía Tadeus en su oficina solo que unos cuantos pisos más abajo, podía apreciar más de cerca la ciudad; era vasta y grande, desde allí se visualizaba el muro que rodeaba la capital, también se podía percibir como el sol chocaba con la mayoría de los paneles solares que habían en los techos de los edificios causando reflejos y brillos asombrosos, así como también podía distinguir hacia el lado derecho un gran tanque, que según Faanyr servía para purificar todas las aguas; la chica también le había contado en algún momento que estaban tratando de desmantelar todas aquellas organizaciones que lanzaban sus desechos al agua, contaminándola, buscando métodos alternativos con los científicos de las almas, así como Tadeus había ordenado detener la tala de los árboles y el sistema de reciclaje era muy estricto allí en la ciudad, con castigos severos a quien no las siguiera.
Tenía muchos pensamientos encontrados; a simple vista parecían querer hacer las cosas correctamente para la humanidad, pero también pensaba en la cantidad de personas que habían matado para llevar a cabo esos planes, en sus amigos del secundario, en su familia por parte de su madre, sus primos, todos debían estar muertos. También pensaba en Roselia, lo feliz que estaba de servirles, en lo retorcido que era eso y claro, pensaba en su próximo matrimonio con Maximiliano, en como estaban preparándolo como la boda más grande de todos los tiempos y como podía ver su cara empapelada en muchas de las vallas de la ciudad y por último recordaba ese momento en el jardín con el chico, como habían levitado alrededor de flores.
Ya no sabía qué era lo correcto, ni si lo que hacía podría considerarse lo correcto. Sus pensamientos estaban siendo tan profundos que no noto como alguien se coló en el apartamento.
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EL ALMA - Saga: Impura Trinidad - Libro 1 (Completa ✔)
Fantasy-Esta historia esta siendo editada- La tierra ha sido controlado por seres nobles y amables. Seres que quieren mejorar la vida con tecnología mejorada y cultura superior, pero para ello lo primero que tienen que hacer es eliminar a la raza humana...