EL ALMA - Saga: Impura Trinidad - Libro 1 (Completa ✔)

CAPÍTULO 36 - FREYA

Freya se encontraba tirada en el piso, mirando hacia el techo blanco pensando en que era lo que la había llevado hacia ese momento, que decisiones pudo haber cambiado para que todo aquello fuera de manera diferente; sabía que ya no podía cambiar nada pero el tiempo pasaba más rápido si mantenía su mente ocupada en otra cosa. Si quizás no hubiese huido, si hubiese enfrentado a su padre, si se hubiese apoyado en James, si hubiese escapado por otro lado el día que la atraparon, si hubiese matado a Tadeus el primer día que lo conoció; muchas cosas que pudo haber hecho para cambiar la situación en la que se encontraba metida en esos momentos.

Por la ventana podía notar que ya era de día, el techo tenía unas pequeñas manchas negras que le hacían sentir que eran estrellas, vinieron recuerdos a su cabeza de cuando estaba con Elizabeth en el bosque, solo ellas dos, cuando aun no sabían lo que llevaban en su sangre, cuando aunque vivieran huyendo, su vida era más fácil, suspiró deseando poder volver a aquellos momentos.

Un golpe en la puerta la hizo sentarse, alguien tocaba como si ella pudiera decidir quién podía o no entrar a aquella habitación, rió por la ironía.

─Freya, voy a entrar─ La voz de Maximiliano se vio sustituida por su rostro cuando quito la llave que mantenía la puerta cerrada y entro a pasos cautelosos, Freya se levanto del piso, mirando con el mayor odio que pudo y se sentó en la cama. ─¿Cómo estas?─ No iba a hablarle, así que mantuvo silencio ─No seas infantil, por dios─ Le dijo rodando los ojos como cansado de lidiar con ella ¿De qué iba a estar cansado? si desde que la había encerrado allí no se había asomado ni siquiera a ser él quien le diera la comida, no le había pedido disculpas, no le había dado ninguna explicación, venia ahora con sus aires de superioridad a querer hacerse el amable y se atrevía además a decirle infantil por no querer responderle y actuar como cansado. Ahora fue ella quien rodó los ojos y dejo de mirarlo para tomar ahora un libro que había en la mesa de noche de su cama y fingir que lo leía.

─Bueno, si así serán las cosas, te informo que la boda será hoy en la noche, están ya preparando todo afuera y en un par de horas vedran a ayudarte a arreglar, vendrán muchas personas importantes de la capital así que lo único que quiero pedirte es que por favor te comportes, nada de gritos, de locuras, se que puedes llegar a ser bastante explosiva así que por favor compórtate─

Freya levantó la mirada para tratar de descifrar su mirada.

"Yo tengo que comportarme cuando tu me tienes aquí encerrada" Pensó como si él en realidad pudiera oírla y saborear el odio que le tenía en aquel momento y reír de medio lado molesta.

─Lo de encerrarte fue porque hay gente que quiere detener esta boda y tu eres el premio que todos quieren─ Le dijo, como respondiendo a su pensamiento.

Freya entrecerró los ojos, extrañada de aquel momento, quizás había adivinado lo que estaba pensando.

─No Freya, no adivine, puedo escuchar tus pensamientos─ Le dijo con total calma, como si no estuviera diciendo nada nuevo ─En realidad, me sorprende que no te hayas dado cuenta antes, creí que eras más inteligente─

Y así fue como si estuviera cayendo de un edificio de veinte pisos y acabara de chocar contra el suelo, Maximiliano podía usar sus habilidades, siempre pudo usarlas, leer mentes estaba dentro de esas habilidades, así que en todo momento pudo saber lo que ella en realidad estaba pensando, el día de la cena cuando estuvo criticándolo y pensando lo intimidada que estaba, cuando estuvieron en el jardín y su mirada empezó a gustarle y cuando estaba el otro día en el laboratorio y...

─Sabía que aun quedaba algo de inteligencia en esa cabeza─

─Fui yo─ sus ojos empezaron a llenarse de lagrimas ─Que los atraparan es mi culpa─

Maximiliano empezó a asentir con una sonrisa de superioridad.

─Nunca pudiste ocultarme nada, el día que te traje en realidad me di cuenta que no sabias como habían escapado y por eso tu destino no ha sido peor, has sido muy útil Freya, mi padre y yo agradecemos inmensamente toda la ayuda que nos has dado y aun nos seguirás ayudando─

La mirada de Maximiliano dejó de ser cálida para volverse intimidante como la noche que lo había conocido, ya estaba llorando, su corazón estaba partido en varios pedazos, inclusive el chico empezó a formar una sonrisa de medio lado, de esas macabras, no tuvo el valor ni la fuerza de preguntar a que se refería, pero no tenía que hacerlo, el maldito igual le estaba leyendo la mente.

─Esta boda tiene muchos propósitos Freya, el primero es que la gente que esta revelandose contra mi padre porque saben que tu y tu hermana existen y están vivas, deje de hacerlo. Una unión estratégica─ Se encogió de hombros como quien dice algo fuera de importancia ─El segundo, es que es una especie de carnada, sabemos que tu familia está escondida en algún lugar y que esta boda los hará salir de su escondite y allí los atraparemos─ Freya empezó a negar con la cabeza, desconsolada ─El tercero, y por supuesto el más importante para mí, es que solo hará falta sacar del tablero a tu padre para convertirme a mí en el nuevo Rey de las almas, una simple muerte me convertirá en el hombre más poderoso del universo─

─No...No puedes─ Las lagrimas caían por el rostro de la chica, empezó a pensar en todos los que sabía que estaban allí y que no podía avisarles, no podía advertirles de esa trampa.

─Puedo y tu solo te vas a mantener sumisa, porque si no, el destino de los que capturemos será mucho más oscuro y doloroso. Eso también caerá sobre tu culpa, tal como cae sobre tu culpa que los hayamos descubierto─

Elizabeth

Thomas

James...

─Uy ese último nombre estuvo mucho más fuerte que los demás, creo que tenemos un ganador en lo que sentimientos refiere. Sea quien sea ese James seguro quieres mantenerlo con vida ¿Cierto? Entonces te quiero ver sonriendo─

─SAL DE MI CABEZA─ Le gritó lanzándole le libro que tenia entre las manos y que el chico claramente esquivo con tal agilidad.

─Alguien tiene cierta actitud─ Le dijo acercándose y ahora limpiándole una lagrima a lo que la chica retrocedió instintivamente ─Para la tarde espero la tengas controlada ─ Sonó a una orden a lo que la chica no dijo nada

Maximiliano se había transformado en una persona totalmente distinta, en alguien que no conocía, donde había quedado el chico tierno que la entendía, que la había acompañado a todas las sesiones de laboratorio y que quería enseñarla a manejar sus poderes, ahora parecía digno hijo de su padre.

─Las cosas que uno tiene que hacer para ganarse la confianza de la gente─ El chico le guiño el ojo levantándose de la cama para encaminarse hacia la puerta a paso lento, solo se volvió para mirar a Freya y sonreírle ─Nos vemos en unas horas futura esposa─ le lanzó un beso que se notaba era irónico, dejando a la chica llorando en la cama.

La puerta volvió a cerrarse con llave, la rubia se pegó mas contra la esquina de la cama posando su espalda contra la pared y colocando sus rodillas más cerca de su pecho, ahora posando su cabeza entre ellas y llorando cada vez más fuerte. ¿Cómo no noto antes la clase de persona que tenía a su lado? ¿Cómo no logro descifrar que todo siempre fue una mentira? Se sentía tonta y con el orgullo herido, se dejó engatusar por un lobo en piel de cordero, se dejo engañar y le sacó toda la información que quería sin siquiera ella darse cuenta y ahora tenía que casarse con él, siempre tuvo que casarse con el solo para salvar a su familia pero esta vez era más cierto que cualquier otro momento, esta vez era aun más necesario, porque ellos estaban allí, estaban a un paso de ser capturados y Maximiliano tenía razón, aquella boda era el cebo perfecto.

Quería hacer algo, no podía quedarse de los brazos cruzados, ella no era así, pero no podía hacer nada sin poner en riesgo a todo el que era importante para ella. Su cabeza era una licuadora, demasiados pensamientos al mismo tiempo que no sabía cual elegir o con cual quedarse. Tomo la almohada y la mordió empezando a gritar. Era la mejor forma de sacar todo lo que sentía y de relajarse para lo que venía y a pesar de que no era muy creyente le rezo a Dios de que todo estuviera bien.

--

Ultima Edicion: 25 de agosto del 2021