Noir 🍴 L Lawliet

🍴 Prologue

– Light Yagami...Tú eres Kira.

Light sonrió de lado y comenzó a reír como loco; bajó la cabeza y miró a todos de reojo.

– Así es... –levantó la cabeza, con su sonrisa maliciosa en su rostro.– Yo soy Kira. ¿Y qué vas a hacer?

– Encarcelarte –dijo alguien.

Todos giraron las cabezas hacia unas escaleras, viendo a una persona bajar; un hombre de cabello negro desordenado y ojos oscuros con ojeras debajo, camiseta de mangas largas blanca y jeans azules.

– ¡¿Ryuzaki?! –gritaron los policías con sorpresa, pues lo creían muerto.

Light estaba sorprendido también, pero soltó una risa y miró a su enemigo, L, con su sonrisa maliciosa.

– Así que estaba en lo correcto, tú eras Kira, Light.

– Así que estabas vivo, ah...Bueno, no importa –miró al albino.– Todo tu esfuerzo fue en vano, Near. Pasaste un detalle por alto...

El pequeño albino levantó una ceja.

La puerta por donde había entrado Mikami se abrió, y una persona entró por ella; era un hombre, de cabello negro y ojos rojos, vestido con una sudadera negra y jeans azules. Tn abrió los ojos con sorpresa.

– Beyond... –murmuró la chica.

– Hola, mi Soulmate –se quitó la capucha y sonrió.– Mira a quién traje.

Beyond se asomó a la puerta, y volvió a entrar a los pocos segundos, arrastrando a un pequeño niño.

– ¡Cedric! –gritaron Tn y L.

El pequeño tenía las manos sujetas tras su espalda con precintos de plástico y una venda en su boca. El ojirojo le quitó esta, para dejarlo hablar. La castaña sacó un arma y le apuntó a su ex-novio, mientras los miembros de la SPK también le apuntaban a él.

– ¡Mamá! ¡Papá! –gritó asustado.

– Hijo de... –gruñó.

Tn iba a atacar a su ex, pero Lidner la detuvo.

– Beyond, déjalo ir –ordenó L con seriedad.

– ¿Por qué debería? –contradijo.

Sacó una navaja del bolsillo de su pantalón, la abrió y la apoyó en el cuello del pequeño.

– Me quitaste todo, L...Ahora es mi turno de hacer lo mismo –presionó más el filo de la navaja contra el cuello del niño.

Cyril tragó saliva, estaba nervioso, pero no quería llorar.

– Espera, Beyond –lo detuvo Tn, tras unos segundos de silencio.– ...Me iré contigo.

– ...

– Cuando suelte al niño dispara, pero no lo mates –ordenó en voz baja. La mujer asintió.

– ¿Cómo sé que no escaparás?

– Porque...si el hecho de que esté contigo garantiza la seguridad de mi hijo, entonces lo haré.

– Tn, no –intervino L.

– Está bien –lo miró.– Es mi hora de madurar y ser...una madre responsable, supongo –miró al ojirojo.– Déjalo Beyond, y a cambio me iré contigo.

– ...Suelta el arma y ven aquí.

Tn tomó aire, dejó caer su arma y caminó. L quiso detenerla, pero ella se lo impidió. Una vez al lado de Beyond, él arrojó al pequeño Cyril al suelo y tomó a la chica de la muñeca, con fuerza; sacó un arma y la apoyó en su espalda.