Noir 🍴 L Lawliet

🍴 XXIII: La chute du roi

– ¿Más criminales asesinados? –preguntó Soichiro sorprendido.– Ryuzaki, Tn, ¿Eso es cierto?

– 16 muertes ayer...todas ocurridas tras el anuncio de la muerte de Higuchi.

– Es horrible.

– ¿Eso significa que Higuchi no era realmente Kira?

– No, está claro que Higuchi estuvo castigando criminales antes de ser capturado.

– Entonces... ¿Ha aparecido un nuevo Kira?

– Ahhh –se quejó y llevó las manos a su cabeza.– ¡¿Por qué?!

– Mierda...Kira... –gruñó Light apretando el puño.

«¿Otro Kira? ¿Qué está pasando?», pensó L.

«¡Esto es un desastre! Debe ser Misa», pensó Rem.

– Las muertes han comenzado tras haber soltado a Amane Misa, ¿Verdad?

– ¡Ryuzaki, ¿Otra vez con eso?! –se quejó el castaño.– Misa no tiene nada que ver con eso. Los asesinatos han vuelto tras la muerte de Higuchi.

– Cierto –dejó caer las galletas que quedaban en la pequeña caja sobre la libreta.– Bueno, si hay otro cuaderno y alguien lo está usando... –tomó una galleta y la apretó, partiéndola.– Atraparé a esa persona como sea –comió.

«La shinigami dijo que no lo sabía. Si es posible matar usando un trozo del cuaderno...esa debe ser la pieza que falta. Sin embargo, está la regla de los 13 días...Yagami Light y Amane Misa aún siguen vivos. 13 días...si no fuera por esto...», pensó.

– Pero Ryuzaki, aunque captures a la persona que está usando el cuaderno, ¿Podrás demostrar que se trata del asesino en serie? –preguntó el castaño.

– ¡Claro, es obvio! –dijo Matsuda.– Sabrían que podría matar gente escribiendo sus nombres, ¿No es así? Deberíamos hacer pública la existencia del cuaderno y luego destruirlo.

– Destruirlo quizás sería demasiado, pero seguramente eso será lo que querrán hacer.

– Pero las reglas dicen que si se destruye el cuaderno, quienes lo hayan tocado morirán –bebió.

– Cuando capturemos al asesino la justicia decidirá qué hacer con él –comió.– No es momento de pensar en eso.

«¿Qué estás planeando, Light Yagami? Si Misa es capturada...Así que ese es tu plan. ¡Maldito bastardo!», pensó Rem.

Light miró a la shinigami de reojo y sonrió de lado.

«Light Yagami sabe perfectamente que salvaré la vida de Misa. Tal y como están las cosas, lo único que puedo hacer para salvar la vida de Misa es escribir el verdadero nombre de Ryuzaki en mi cuaderno. Y entonces, cuando haya matado a Ryuzaki...habré aumentado así el tiempo de vida de Misa, y yo moriré. ¡Light Yagami, todo está ocurriendo como mejor te conviene a ti!», pensó la shinigami, «Pero...no puedo hacerlo, se lo prometí a Cyril...Pero si no lo hago, Misa morirá...»

«¿Qué harás, Rem? Aunque seas un shinigami, sé que tienes sentimientos hacia Misa. ¿Serás capaz de dejar que sufra el tiempo que le queda de vida? Quieres la felicidad de Misa», pensó el Yagami menor, con maldad.

Cyril frunció el ceño, observando a Light y Rem desde el sofá, mientras dibujaba. Tomó aire, tomó un éclair y corrió hacia la shinigami.

– ¡Rem! –llamó. Ella lo miró.– ¿Quieres? –le entregó el pastelillo.

– ...Gracias, Cedric –lo tomó y revolvió su cabello.

[Más tarde]