🍴 IX: Sous surveillance

1.2K 120 17
                                    

[Lille, Francia]

•19:45 pm •

Tn estaba en su despacho, viendo por la ventana mientas hablaba por teléfono con su manager.

– Paris...está nevado ahora.

– Lo sé, pero él quiere ir.

– Hm... ¿Qué te parece ir en abril?

– ¿Abril? Faltan casi 3 meses para abirl.

– Lo sé, Chère. Pero tenemos trabajo. La galería, la subasta, la cena...

– Cena... –suspiró.– Con la cena de beneficencia a la que me obligaste a ir en navidad y la cena que se realizó en año nuevo, ¿No es suficiente? No quiero que Cedric se siga quedando hasta tarde y se duerma en la silla como pasó en navidad.

– Estaba exhausto, jugó demasiado con los demás niños –rió.

– Sí –rió.– Pero...su sueño...

– Oh, Chère. No te preocupes por él, estará bien...o podrías dejarle una niñera.

– Ni loca. No confío en dejar a mi bebé con un extraño...sabes de quién es hijo.

– Lo sé, Chère, lo sé... –suspiró.– Pero es trabajo, debemos estar en esa cena sí o sí.

– ...De acuerdo, déjame hablarlo con él. No quiero obligarlo a nada.

– D'acord.

El timbre sonó, lo que llamó la atención de la castaña.

– Père... ¿Estás en la puerta?

– No, Chère. Estoy en casa, lavando ropa.

– Uhm, que extraño. El timbre acaba de sonar –dijo mientras salía del despacho y bajaba las escaleras. Como estaba en el 3er piso, tardaba unos minutos en llegar a la entrada.

– ¿No será la mamá del amigo del pettit prince?

– ¿Podría ser? Iré a ver, te llamo después.

– Oui, Chère. Hablamos luego.

– Sí, te llamaré.

Tn colgó la llamada, metió el teléfono en el bolsillo de su saco y se acercó a la ventana junto a la puerta, miró por ella, pero no vio a nadie fuera; levantó una ceja y abrió la puerta, viendo en el suelo un paquete. Extrañada, lo tomó, y volvió a entrar a casa. Lo observó, viendo que en él no estaba su nombre, en lugar de ello tenía escrito:


Persephone


– ¿"Per...sé...fone"? –murmuró.

– ¿Mamá?

Ella giró, viendo a su hijo en el descanso de las escaleras.

– ¿Quién era?

– Nadie, bebé. Sólo un paquete.

– ¿A esta hora? –ladeó la cabeza.

– Sí, trabajo –rió, mintiendo

– Entiendo... ¿Cuánto falta para la cena?

– Uhm –miró el reloj en la pared.– Casi son las 20, iré a hacerla en seguida... –lo miró.– ¿Tienes hambre?

Noir 🍴 L LawlietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora