Noir 🍴 L Lawliet

🍴 XIX: Femme fatale

[Depto. de Beyond]

– Oh...god FUCKING damn... –murmuró.

Beyond arrojó el frasco de mermelada al suelo, estaba molesto ante lo que veía.

– ¿Qué te pasa ahora? –preguntó Rem, algo fastidiada.

– ¿Por qué demonios MI Perséfone está haciendo papel de escort?

– ¿Escort?

– Voy a matar a L con mis propias manos por mandarla a hacer estas cosas –gruñó.

[Hotel]

– ¡Buenas noches! ¡Encantadas de conocerlos!

Los 8 del Yotsuba Group abrieron los ojos con algo de sorpresa, encantados de lo que veían. En la habitación los habían recibido Misa junto a otras modelos, todas vistiendo con el mismo traje, pero de diferentes colores: top sin mangas con escote en forma de corazón, una minifalda y largas medias blancas; además de estar maquilladas y llevar labial rojo. Misa tenía uno rosa, y Tn uno rojo.

– Estaremos aquí toda la noche, así que vamos a pasarlo bien.

– Muy...buena forma de promoción.

– No pasará nada, el manager está aquí.

– Entonces veamos qué ocurre.

Todos se sentaron en los sofás a comer sushi; alunas de las chicas se sentaron con alguno de ellos y otras se encargaban de servirles de beber.

«Lawliet, te detesto por esto...», pensó Tn.

– ¡Esto es genial! –rió.

Matsuda tomó el teléfono que Misa había dejado sobre un mueble y corrió al baño para llamar a L.

– Ryuzaki, ¿Estás viendo?

– Sí.

– Esto...Lo siento, yo...

– Eso no importa ahora.

[Edificio de L]

– Esos 8 estaban en una reunión hablando sobre matar y sobre Kira.

Todos exclamaron sorpresa.

– ¡Son ellos, no hay duda!

– ¿Estás seguro? Si es así, tratarán de matarte.

– Ah...Lo sabía... ¿No hay alguna forma de salir vivo de aquí?

– Ya es una suerte que aún sigas con vida. Lo único que puedes hacer es morir antes de que te maten.

– ¡¿Eh?!

– Escúchame atentamente.

[Hotel]

Matsuda salió del baño pateando la puerta, sorprendiendo a todos; fingió estar ebrio y salió al balcón.

– Y ahora... ¡El show de Taro Matsui!

Se subió al borde del balcón y caminó un poco por él, tratando de mantener el equilibrio.

– ¡Tú puedes, Matsui! –animó Misa.

– ¡Hey, puedes caer!

– No pasa nada, he hecho esto muchas veces.

El policía se paró de manos, mientras los hombres de Yotsuba le pedían que se baje. De pronto, su mano resbaló hacia el lado de la calle, cayendo sobre un colchón en el piso de abajo. Soichiro arrojó una bolsa hacia la calle, para fingir la caída. Todos se aterraron y corrieron al balcón, viendo en la calle a Aiber disfrazado de Matsuda.