🍴 XXXVIII: Les dieux tomberont

933 116 28
                                    

Light comenzó a reír en voz algo baja, aumentando el tono hasta llegar a unas malvadas carcajadas de villano.

– Así es... –levantó la cabeza, miró a todos, sonriendo con malicia.– Yo soy Kira –confesó.– Yo soy Kira, así que, ¿Qué vas a hacer?

– Encarcelarte –dijo alguien, una voz conocida.

Todos giraron las cabezas hacia unas viejas escaleras, viendo a una persona bajar con su característica tranquilidad. Era un hombre alto y delgado, con viejas zapatillas grises de cordones sueltos, gastados jeans azules, camiseta blanca de mangas largas, piel pálida y cabello negro desordenado, sus ojos oscuros con enormes ojeras debajo veían a todos con rostro aburrido.

– ¡¿Ryuzaki?! –gritaron los policías con sorpresa, pues lo creían muerto.

Light estaba sorprendido también, se suponía que su mayor enemigo había muerto, sin embargo, al ver al shinigami tras él lo comprendió todo.

– Ryuzaki...Rem... –rió.– Ya veo.

– Así que estaba en lo correcto, tú eras Kira, Light.

– Así que estabas vivo, ah...Bueno, no importa –miró al albino.– Todo tu esfuerzo fue en vano, Near. Pasaste un detalle por alto...

El albino levantó una ceja.

La puerta por donde había entrado Mikami se abrió, y una persona entró por ella. Era un hombre alto y delgado, de cabello negro con una pequeña y corta coleta tras la cabeza y ojos rojos como la sangre, vestido con una sudadera negra con la capucha puesta y jeans de una azul tan oscuro que casi parecían negros.

– Beyond... –murmuró Tn.

– Hola, mi Soulmate...Mi querida Perséfone –se quitó la capucha y sonrió.– Mira a quién traje conmigo.

Beyond se asomó a la puerta, poniendo un pie fuera y estirando un brazo; y volvió a entrar a los pocos segundos, arrastrando a un pequeño niño vestido como un príncipe, con pantalones cortos rojos, una camisa blanca y un suéter azul oscuro, junto a zapatos negros y calcetines del mismo azul. Todos exclamaron sorpresa.

– ¡Cedric! –gritaron los padres del niño.

«Cyril...no...», pensó Rem.

Cyril tenía las manos sujetas tras su espalda con precintos de plástico y una venda en su boca, su ropa estaba algo mojada por la incesante lluvia y su cabello algo desordenado y mojado. El ojirojo le quitó la venda, para dejarlo hablar. La castaña sacó un arma y le apuntó a su ex-novio, mientras los miembros de la SPK también le apuntaban a él.

– ¡Mamá! ¡Papá! –gritó asustado.

– Fils de p... –gruñó.

Tn iba a atacar a su ex, pero Lidner la detuvo.

– Beyond, déjalo ir –ordenó L con seriedad.

– ¿Por qué debería? –contradijo, sonriendo con malicia.

Sacó una navaja del bolsillo de su pantalón, la abrió y la apoyó en el cuello del pequeño. Soltó una pequeña risa.

– Me quitaste todo, Lawliet...Ahora es mi turno de hacer lo mismo –presionó más el filo de la navaja contra el cuello del niño.

Cyril tragó saliva, estaba nervioso y asustado, pero no quería llorar. Todo quedó en silencio unos segundos.

– Espera, Beyond –lo detuvo la francesa.– ...Me iré contigo.

– ...

– Cuando suelte al niño dispara, pero no lo mates –ordenó en voz baja. La mujer asintió.

Noir 🍴 L LawlietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora