Ben se encontraba en aquel pasillo, miraba con cierto desconcierto como él tartaja y Bev platicaban entre ellos con unas dulces y cariñosas sonrisas. No podía desviar su mirada de como aquellos dos simplemente se veían bien juntos, ambos sonriendo y claramente con los nervios comenzando a cosquillear su corazón y estómago. ¿Qué era lo que le faltaba para poder hacerse notar? Suspiro y bajo levamente su mirada, ¿Qué era lo que tenía que hacer para llamar la atención de aquella joven de cabellera rojiza y bella sonrisa?
–Hey...– levanto su mirada al sentir como alguien había tocado su hombro, al momento de voltear su mirada solamente pudo ver la delgada sonrisa que poseía el judío, aunque Ben no lo supiera Stan mejor que nadie podía entender lo que sentía en aquellos momentos, podía sentir aquella sensación que crecía dentro de ellos. Ambos se encontraban cerca de la persona que más amaban, pero se encontraban lejos de lo que realmente deseaban. –¿Te encuentras bien?– preguntó con cierta cautela el de rizos, Hanscom guardó silencio durante unos segundos. Desvío su mirada nuevamente a Bill y Beverly y solamente pudo toparse con la risa de esta última, simpre tan delicada y brillante.
–Sí, estoy bien– respondió sin desviar su mirada de aquella bella joven, sonriendo ante la resignación de que al menos había alguien que la podía hacer feliz. Stan asintió inseguro ante aquella respuesta, miró a Bill durante unos segundos y solamente suspiró, ya había pasado tiempo desde que se había resignado a aquello, pero a pesar de eso aún seguía doliendo ¿Cuándo terminaría aquella tortura? Como pudo sonrió levemente y tratando de mostrar tranquilidad.
–Aún hay trabajo que hacer Ben– exclamó alzando un poco las bolsas en las cuales se encontraban los trapos que habían utilizado para limpiar la sangre. –Vamos– agregó con una delgada sonrisa, Ben fue el primero en aquellos pasos hacía la salida, pero Stan no pudo evitar mirar por última vez al tartaja, el judío no sabía que sentir en aquellos momentos, la dulce y hermosa sonrisa que Bill poseía hacía que su corazón latiera frenéticamente, pero aquello Stan trataba de detenerlo al saber que no era por el que se sonreía de aquella forma. –Si tan sólo supieras...– susurró con melancolía, para finalmente seguir a Ben.
[…]
Richie pedaleaba alrededor de sus amigos, obviamente sin cerrar por un segundo la boca y dejarles en claro que lo que estaba sucediendo era una total locura, ¿Acaso se habían vuelto locos? Eddie rodó los ojos, mientras que Stan solamente negaba hasta cierto punto divertido.
–No lo imagino– interrumpió finalmente Bill. Se detuvo pensativo ante lo que iba a decir, los demás solamente pudieron emitar la acción de Bill mientras intercambiaban miradas de duda. –Yo también vi algo...– exclamó con nerviosismo y temor.
–¿Viste sangre?– Stan no pudo evitar sentir como su corazón comenzaba a latir con inquietud, ¿Qué era lo que se encontraba sucediendo? ¿Acaso era ésto lo que estaba haciendo que sintiera aquel mal presentimiento? Trago en secó, esperando a que de alguna forma solamente fuera una broma y que está situación quedara en el olvido, en realidad ¿Quería saberlo? ¿Quería saber que cosa era lo que estaba sucediendo en aquel maldito pueblo? Algo estaba mal y de aquello no había ninguna duda.
–Sangre no...– respondió mirando por unos segundos al judío, fueron tan sólo unos segundos en los cuales Stan pudo ver el miedo plasmado en aquellos ojos esmeralda. –Yo vi a Geo-rgie– Eddie bajo su mirada, maldecia en silencio ante el recuerdo de aquel estúpido payaso y temiendo por completo lo que el tartaja pudiera decir, no quería, no podría soportarlo, pero ¿Qué se debía de hacer en aquel tipo de situaciones?. –Se veía muy real, de verdad era tan parecido, pero con este...–
–Payaso– finalizó Eddie con nerviosismo, tratando de evitar lo mejor que podía la mirada de Richie y de todos, incluso muy en el fondo se asustaba de sí mismo al querer reír de lo que estaba sintiendo. –Yo también lo vi– agregó, Ben mantuvo su mirada perdida ante los sucesos de aquella vez, mientras se repetía una y otra vez la voz de aquel payaso que una vez lo estuvo persiguiendo. Bill desvío su mirada a Stan, no tenía que adivinar para saber que de alguna forma el judío había visto algo, la tensión se podía sentir y el miedo de ellos comenzaba a crecer dentro de sus pechos ante lo que se encontraba sucediendo.
–¿Solamente los vírgenes pueden ver esa cosa?– Y ahí damas y cabelleros se encontraba Richie Tozier para interrumpir el momento. –¿Por eso no lo he encontrado?– agregó mientras se señalaba así mismo colocando su mano en el pecho, Eddie solamente suspiró y desvío su mirada nuevamente al suelo.
Él más que nadie estaba deseando que aquello fuera una simple pesadilla.
Los miró a cada uno de ellos, esperando con todas sus fuerzas que aquello no fuera real, ¿Él que haría si aquel payaso volvía? ¿Cómo podría protegerse? ¿Cómo podría protegerlos a ellos? Apretó sus labios y solamente suspiró, al menos Richie aún no lo veía, pero ¿Por cuánto tiempo duraría así? Miro al de gafas con preocupación e incertidumbre, ¿Cuánto faltaba para que aquel payaso visitará a Richie? ¿Él podría evitarlo? No podía evitar pensar que cada vez que veía a Richie veía algún corte o moretón nuevo en alguna parte de su cuerpo, no era un estúpido para no poder notar aquellas vendas y curitas que se encontraban en sus brazos, algunas veces en sus piernas e incluso en ocasiones en su rostro, sabía de alguna forma u otra que lo que se encontraba ocultado solamente Bill lo sabía y mucho menos era un idiota para creer que Richie solamente se había caído, Eddie Kaspbrak sabía que había un lado que Richie no quería mostrar, pero sus pensamientos fueron interrumpidos al momento en que su mirada se desvío al auto que se encontraba mal estacionado frente a ellos.
–Mierda...– susurró para sí mismo. –Es el auto de Belch Huggins– exclamó con rapidez. –Tenemos que irnos de aquí– agregó.
–Sí– concordo Richie con nerviosismo.
–¿No es del niño que estudia en su casa?– interrumpió Bill, señalando aquella bicicleta que se encontraba en el césped. Ben solamente pudo sentir la preocupación crecer en su pecho, los gritos de Henry se podían apreciar al igual que los de su pequeño grupo de matones, lo que se que se encontraba sucediendo, definitivamente no era algo bueno.
–¿Lo ayudamos?– agregó Beverly con cierta inseguridad al principio, observando a todos con cierta esperanza a que dijeran que si.
–¿En serio?– exclamó Richie con rapidez.
–Sí– exclamó Bev con obviedad y seguridad en aquel momento, dejando caer su bicicleta para finalmente correr hacía donde se escuchaban aquellas voces, dejando en segundo plano la inquietante situación a la cual ahora cada uno de ellos se estaba enfrentando, pero aquella idea era tan estúpida, ¿Qué diablos era lo que estaba sucediendo para que todos ellos vieran a aquel horrible payaso? Aquello simplemente no podía ser real.
Es la hora perfecta para dormir 😎👌
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R+E [Reddie] (En Edición)
Fanfic[Spoilers It capítulo dos] Richie finalmente sintió lo que aquella enfermiza y estúpida palabra significaba, cada pequeña cosa que la caracterizaba finalmente la entendía en sus tan solo trece años de edad. Las mariposas en su estómago, los pensami...