-El pasado está sepultado, pero hay que desenterrarlo pieza por pieza y estas piezas, estos artefactos hay que hayarlos- comenzó Hanlon con seriedad. -Eso es lo que sacrificaran- aclaró, mirando a cada uno de los perdedores con la esperanza de que pudieran entender a qué es lo que quería llegar con sus palabras, tratando de mantener la fé de que ninguno de ellos quisiera echarse atrás. -Y como Stan no está para encontrar el suyo, creó que juntos debemos encontrar su artefacto- explicó, mirando de reojo al tartaja, Bill bajo su mirada y asintió al mismo tiempo en el que suspiraba, no tenía porque engañarse así sí mismo, no cuando todos ya sabían la verdad. Bev lo había soñado, ella sabía cómo aquel amante de las aves había muerto, después de todo nadie pudo cambiar su destino.
-Creó que Bill ya lo encontró- interrumpió el asmático, colocándose uno de los gorros de baño que aún se encontraban en aquella vieja lata. Mike sonrió y coloco su mano en el hombro del menor.
-Hay que salir de aquí- suspiró, alejándose del menor y subiendo aquellas escaleras para regresar a la superficie, siendo seguido por los demás en un extraño e incómodo silencio, los recuerdos poco a poco se hacían cada vez menos borrosos y aquella bruma en sus memoriar se alejaba en una extraña la lentitud que los hacía sentir cada vez más aliviados de poder ir entendiendo lo que esta sucediendo y lo que alguna vez sucedió. Bill miraba como cada uno de ellos salían con rapidez, sonrió en cuanto todos salieron y observó aquella lata con el nombre del judío, pasando su mano por aquella etiqueta con suavidad y en el acto apartando el sin fin de polvo y suciedad que este tenía.
-Sí es que regreso a casa tendré una muy larga conversación con Audra...- murmuró, sin poder ocultar aquella boba sonrisa, aunque el escritor muy en el fondo sabía que aquello no podría durar mucho más tiempo, al igual que estaba algo seguro de que Audra también lo sabía, finalmente solamente suspiró y dejó aquella lata en su lugar tomándose unos pocos segundos para admirar aquella lata una última vez y finalmente salió de aquel lugar sintiendo primeramente la ligera brisa de verano y el aroma de los flores y árboles cercanos a la casa club.
-¡Son por los viejos tiempos Eds!- reía el comediante, sobando su hombro ante el tremendo golpe que el asmático le había dado después de que dio uno de sus típicos chistes de su difunta madre.
-Jodete Tozier- respondió el menor mostrándole su dedo de en medio junto a su ceño fruncido, ante aquella extraña discusión los demás reían o sonreían con nostalgia, logrando recordar aquellos momentos de su niñez, aquellos que vivieron juntos como unos simples niños que deseaban un pequeño lugar a donde pertenecer. Bill ladeo su cabeza, manteniendo aquella suave y tonta sonrisa en su rostro ante la nueva situación, incluso ahora sabiendo su estado, aún así aquel maldito destino les permitía aquellos pequeños momentos, esos pequeños descansos que todos van a guardar inconscientemente en un rincón de su memoria y que ocasionalmente recordarian durante algún desayuno e incluso tal vez entre sueños con una nostálgica sonrisa en su rostro. -Oye Mike, ¿Dónde encontramos los artefactos?- cambio rápidamente de tema el hipocondríaco, ignorando las totalmente falsas disculpas del rizado olímpicamente, causándole una pequeña carcajada a la pelirroja por el infantil acto.
-Ustedes nunca cambian...- susurró, observándolos enternecida y viendo aquello que ellos probablemente estén tratando de ignorar.
-Lo notas, ¿cierto?- interrumpió el casi rubio con aquella simpática sonrisa, sentándose aún lado de la mujer. -Lo que hay entre ellos- murmuró, señalando con su cabeza al de gafas y al asmático.
-Ellos son los únicos que al parecer no lo hacen, Ben- respondió de la misma manera la pelirroja, rascando su hombro y sonriendo con gracia hacía el de gafas y el asmático.
-Te seré honesto, amigo. Ésto es muy estúpido, ¿Pará qué los artefactos? Ya lo recordamos todo, salvamos a Bev, vencimos a Eso, Mike lo recordamos- explico Richie, llamando la atención del bibliotecario quien escucho con atención sus palabras, terminando negando lentamente ante estas mismas.
-No lo es todo- respondió. -Peleamos, ¿pero que pasó después? Antes de la casa en Neibolt, piénselo- agregó, sabiendo mejor que nadie que ninguno lograría recordar por completo lo que sucedió en aquel lapso de tiempo en el que estuvieron separados.
-No-no lo recordamos, ¿o sí?- expresó Bill, atreviendose a decir lo que todos lamentablemente ya sabían.
-Hay más de nuestra historia, lo que pasó ese verano y esos lapsos, como páginas perdidas. Es lo que tienen que encontrar, hay que separarnos, cada uno tiene que encontrar su artefacto, sólos, eso es importante. Cuando lo hagan, vayan a la biblioteca- finalizó.
-Tengo que decir que estadísticamente en cuanto supervivencia, nos iría mejor en grupo- habló el asmático con nerviosismo, tratando de poder mantener la esperanza de que pudieran estar juntos y deseando terriblemente el no tener que vivir alguna muy mala - horrible - expericiencia.
-Sí, sería imbecil separarnos amigo, tenemos que ir juntos ¡Estábamos juntos ese verano!- expresó con frustración el de gafas, temiendo lo que sea que pudiera pasar.
-No, no to-do el ve-rano- interrumpió el tartaja, Richie suspiró frustrado, pasando su mano por su rostro con aquella misma emoción. -Te-tenemos que hacer-lo solos, chicos- aseguro el escritor, formando una mueca de preocupación y logrando entender el porqué se negaban a tener que hacerlo de aquella forma, pero cada uno de ellos tenia una historia, tuvieron sus propias experiencias que para su buena o mala suerte tuvieron que pasar sin los demás, momentos que inevitablmente se quedaron en algun rincón de su memoria que debían encontrar, los demás solamente asintieron y suspiraron resignados a lo que tendrían que hacer para vencer a aquel maldito payaso. -Solo un po-co más- susurró, más para sí mismo que para los perdedores quienes solamente se miraron entre sí, pero lamentablemente aquel día estaba lejos de terminar para cada uno de ellos.
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R+E [Reddie] (En Edición)
Fanfic[Spoilers It capítulo dos] Richie finalmente sintió lo que aquella enfermiza y estúpida palabra significaba, cada pequeña cosa que la caracterizaba finalmente la entendía en sus tan solo trece años de edad. Las mariposas en su estómago, los pensami...