Regalo De Navidad Atrasado 1/3

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-No es tan difícil, Bill- expresó la pelirroja divertida ante la actitud que estaba tomando el tartaja. -Solo tienes que hacerlo y es todo- agregó con simpleza, Bill la miro durante unos segundos y después desvío su mirada a su alrededor, aquel lugar en el que frecuentaban reunirse se encontraba totalmente decorado por aquellas capas de nieve, mostrando un hermoso paisaje blanco y tranquilo.

-Lo ha-ces sonar tan sim-ple- respondió, bajando su mirada a sus manos, observando aquellos cálidos guantes que alguna vez su madre le regalo, simples recuerdos comenzaron a rondar. Ya habían pasado algunos meses desde que pelearon contra eso y poco a poco comenzaba a ser diferente en su hogar, a pesar de que aún no podía ignorar la ausencia de su hermano, podía sentir como su hogar comenzaba a recobrar vida con lentidud.

-Porque lo es Bill- suspiró la pelirroja. -No entiendo porque estás tan nervioso Gran Bill, ya hiciste la parte más difícil- exclamó mientras frotaba sus manos, tratando de que estas tomaron algo de calor. Bill la observó nuevamente alzando una de sus cejas sin entender a que se refería, ella solamente soltó una pequeña risa y negó divertida. -Diciéndole tus sentimientos- aclaró. -Si ya hiciste aquello, ¿Porqué te preocupa tanto el darle un beso?- Bill abrió la boca dispuesto a decir algo, pero fue interrumpido por la pelirroja. -Se nota que ambos lo desean, son demasiado obvios si me permites decirlo- finalizó con una sonrisa divertida.

-¿Y si no le agra-da?- mencionó con inseguridad. -¿Y si no se siente lis-to y me re-chaza?- agregó, Beverly suspiró y negó ante las inseguridades que molestaban a Bill, bajo su mirada y observó sus manos recargadas con suavidad en sus rodillas, jamás olvidaría el momento en que Bill finalmente le había dicho lo que sentía a aquel judío, en aquel momento los perdedores habían celebrado el hecho de que finalmente aquellos dos estuvieran juntos, aunque todo el mundo sabía que faltaba cierto dúo en poder dar aquel paso.

Se sentía orgullosa de ellos, realmente se sentía feliz de que Bill y Stan estuvieran juntos, pero había ocasiones en que no podía actuar y fingir no sentir un extraño y tormentoso vacío invadir su pecho. Era doloroso el simplemente observar como la persona que tanto querías estaba junto a alguien más, pero era lo correcto. Ellos dos habían pasado por tanto y ya era momento que encontrarán su felicidad juntos, ella solamente podía sonreír y escuchar con atención como él tartaja llegaba con ella y le mencionaba como Stan lo ayudaba y animaba a poder dejar atrás su tartamudez. Bev no podía evitar mirar aquella hermosa y dulce sonrisa en su rostro mientras contaba aquella con una ilusión que resplandecía en su mirada esmeralda, nuevamente frotó sus manos para dejar de sentir aquel frío y a pesar de que sabía que era en vano, era la única forma en la cual podía distraerse durante al menos unos segundos.

-Tomalos- susurró con suavidad el tartaja.

Bev solamente bufó ante aquel gesto.

"¿Porqué lo tienes que hacer tan difícil Gran Bill?"

Pensó, susurrando un simple gracias y los tomó, colocandolos con lentidud en sus manos, sintiendo la suavidad de la tela y la calidez que está había tomado. Bill solamente sonrió con calidez y Bev no pudo evitar sentir como su corazón latía con anhelo por ello.

-Bill...- llamó su atención con suavidad. -No te preocupes por lo que pueda suceder- expresó y Bill pensó por un momento que casi era una súplica. -En cualquiera de los casos...-miró la capa de nieve que decoraba la tierra de los Barrens durante unos segundos, ella se encontraba sentada en un roble que desde hace tiempo se encontraba ahí. -A él le encantará- finalizó con una suave sonrisa, finalmente alzando su mirada al tartaja y después mirando hacía aún lado, al escuchar como Richie se encontraba nuevamente molestando a Eddie, quien mantenía un tono color carmesí en sus mejillas y nariz, Bev sonrió divertida al no saber si se trataba por el frío o por la cercanía del rizado. Bill sintió como su corazón latía cada vez más rápido, al divisar al judío con una delgada sonrisa mientras observaba como Eddie daba débiles intentos para que Richie se alejara al menos unos centímetros de él.

El judío lo miró con suavidad, en aquel momento ambas miradas se encontraron para permanecer así durante unos largos minutos, mientras que con aquello expresaban lo que aún les faltaba decir con palabras, Bill sonrió tímidamente y Stan solamente pudo corresponder aquella sonrisa con un gran nerviosismo, el tartaja se acercó a él ignorando el alboroto que se encontraban haciando Richie y Eddie.

-Hola- expresó con una dulce y cálida sonrisa, tomando con suavidad la mano del judío el cual ante aquello apretó ligeramente, mostrando de alguna forma la aceptación de aquello.

-Hey...- expresó el judío con una sonrisa, sosteniendo la mano de Bill con decisión y un cariño que se mostraba en aquella mirada y aquel intento de mostrar que se encontraba relajado.

-Así estaríamos Eddie my love, pero le temes al éxito- interrumpió el ambiente el rizado mientras abrazaba por los hombros al menor, quien dio un pequeño sobresalto ante lo dicho por el bocazas, suspiró y se cruzó de brazos bajando ligeramente la mirada hacia la nieve.

-No digas esas cosas, Richie- respondió en un simple susurró, apretando ligermanste sus labios al momento de finalizar aquellas palabras y sentir como su corazón latía con rapidez.

-Concuerdo con el bocazas- exclamó la pelirroja con una sonrisa divertida, parada aún lado de ellos.

-¡Bev!- exclamó el castaño con un gran sonrojo en su rostro, la nombrada solamente alzó sus hombros y solto una ligera risa.

-Sabría que estarías de acuerdo, cariño- respondió el bocazas guiñandole un ojo la oji-celeste, quien solamente rodó sus ojos divertida.

-Solo falta que llegue el niño sin escuela y la bola de nieve- alzó sus manos el rizado con una ligera sonrisa, Eddie solamente frunció su ceño ante aquello.

-¿Te refieres a Mike y Ben?- respondió con cierta incredulidad.

-¿De quién más estaría hablando?- expresó con obviedad el de gafas, el menor rodó sus ojos y suspiró.

-¿Recuerdan lo que planeamos?- interrumpió la pelirroja en un susurró.

-Obviamente, ¿Cómo olvidar la operación Stenbrogh?- respondió de igual forma el rizado.

-¿No creen que ellos deberían de hacerlo a su tiempo? No sé si sería buena idea obligarlos a darse su primer beso- expresó con cierta inseguridad el menor, desviando su mirada a la pareja, quienes platicaban animadamente y con unas sonrisas plasmadas en sus rostros levemente sonrojados.

-Mi querido Eddie espagueti, ¿No te das cuenta que estamos hablando de Bill y Stan?- respondió el bocazas señalando a aquella pareja. -Bill tardó horas en declararse a Stan y solamente lo hizo cuando los dejamos "accidentalmente" encerrados en la casa club- susurró.

-Richie tiene razón, Eddie- reconoció la pelirroja. -Los dos necesitan un ligero empujón para poder dar ese paso- finalizó, Eddie solamente apretó sus labios, para finalmente suspirar resignado ante la tonta idea que tenían en mente aquellos dos, definitivamente algo saldría mal y algo le decía que estaría totalmente involucrado en ello.

R+E [Reddie] (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora