atrapado en ámbar.

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ACTUALIZACIÓN SORPRESA DDFGFFGG
Vi que había mucho hype en el capítulo anterior así que me pareció buena idea dejarles otro.

disfrutenlo

💛💛💛💛

Para: Changbin (10.08 a.m.)
¿Podemos hablar sobre lo de ayer? – F x

Para: Changbin (11.27 am)
Prometo que hablar realmente PUEDE ayudar.
¿Por favor? ¿Me dejas comprobártelo?

Para: Changbin (11.42 am)
Siempre estaré aquí si quieres hablar en algún momento.
Realmente siento molestarte.
Supongo que te veré en la escuela – F x

Felix contempló los mensajes que había enviado, su pulgar acariciaba la pantalla como si de alguna manera pudiera alcanzar a Changbin a través de ella. Sus ojos todavía estaban ásperos e inyectados en sangre por el llanto, y aún tenía que vestirse.

Había observado distraídamente, desde la comodidad de su cama, la disminución de la luz natural que entraba por la ventana, sin siquiera molestarse en encender la lámpara de noche cuando el sol desapareció por completo.

¿Qué sentido tenía?

Felix no había podido volver y enfrentarse a la fiesta esa noche, así que, después de haberle mandado un mensaje de texto a Minho para que tomara sus cosas, se había dirigido directamente a su casa, ignorando los intentos de su amigo de preguntarle qué había pasado.

No había tenido noticias de Changbin en todo el día siguiente, su teléfono estaba oscuro y burlándose de él en su silencio constante.

Solo quería saber qué había hecho mal, por qué el chico no quería hablar con él.

Se cubrió la cabeza con la manta y enterró la cara en la almohada con un gemido ahogado. Todo lo que quería era tener una idea de lo que estaba sucediendo.

Llegadas las dos de la mañana, el estómago de Felix gruñó, recordándole que no había comido nada en todo el día. Con un gemido, se despojó de la protección de sus sábanas y caminó hacia la puerta. Se pasó una mano por su cabello salvaje y se alisó el pijama.

Su teléfono sonó. Se dio la vuelta y casi se zambulló en su cama, revolviendo las mantas para encontrar la fuente del sonido. Dijo un triunfante "¡ajá!" al ver la luz brillante de su teléfono. Y allí en la pantalla estaba Changbin, con un brillo en sus ojos; la foto tomada ese primer día en el auto afuera del taller.

Apresuradamente tocó aceptar y se llevó el teléfono a la oreja. —¿Hola?

—¡Felix!

Apenas podía distinguir la voz familiar a través de una música con muchos graves. —¿Changbin?

—¡Sí! —exclamó Changbin— Soy yo.

—O-kay —dijo Felix vacilante—. ¿Estás bien?

—¡Estoy genial! —Felix alejó el teléfono de su oído, ante el volumen de la respuesta—. He estado bebiendo con.... ehm, ¿cómo ha dicho que se llamaba? No importa, solo sé que es malditamente atractivo. En fin, ¡las bebidas son azules, Felix! Tengo la lengua azul ¿puedes creerlo? —comenzó a dar un discurso completamente indescifrable. Felix supuso que estaba tratando de mirar su lengua en algún espejo al mismo tiempo que hablaba con él.

—Changbin —dijo, el pelinegro dejó de hablar sin sentido e hizo un pequeño chirrido de reconocimiento. —¿Cuánto has bebido?

—Solo... —una pausa— uhm, mucho.