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omg
 estoy muy nerviosa por subir este capítulo, realmente espero que cumpla con sus expectativas. Desde ya muchas gracias por llegar hasta aquí  

💛

[Cuatro meses después]

Changbin se sentó en el borde de la cama de Felix, con las manos debajo de las piernas y los labios apretados en una línea, mirando hacia el suelo. El ruido del agua se escuchaba fuerte ya que la puerta del baño estaba entreabierta, pero todo lo que pudo registrar fue que Felix no estaba rapeando y haciendo sonidos graciosos en la ducha como lo hacía siempre. 

El agua se detuvo, él tragó y escuchó atentamente el revoloteo del pecoso en el baño. Incluso la forma en la que estaba llevando a cabo su rutina matutina le pareció moderada y tranquila. 

Se puso lentamente de pie y cruzó la habitación, abriendo del todo la puerta del baño. El espacio estaba lleno de vapor, pero pudo ver a Felix en el lavabo, con una toalla envuelta alrededor de sus caderas y otra colgando de su cuello, tratando de pasar un peine por su cabello.

Sus ojos se posaron brevemente en los de Changbin en la pequeña área del espejo que había limpiado, y el más bajo simplemente inclinó su cabeza hacia un lado, moviendo las comisuras de sus labios hacia la sombra de una sonrisa.

—Quería despertarme contigo hoy —dijo Changbin.

Felix bajó el peine y observó al chico en el espejo. —Piensa en ello como una práctica.

—Felix —pronunció su nombre envuelto en un suspiro.

Felix sacudió la cabeza, volviendo la vista hacia su reflejo —Lo siento.

Changbin se mordió el interior de la mejilla y la habitación se calmó. Felix ni siquiera se pasó los dedos por el cabello de esa manera que hacía que Changbin se estremeciera cada vez que lo veía, simplemente se quedó allí, luciendo pequeño y vulnerable solo con su toalla, mirando hacia el espejo.

El pelinegro respiró hondo y dio los dos pasos a través del baño para alcanzarlo, rodeando con sus brazos su cuerpo húmedo y pegándose a su espalda. El peine cayó al fregadero y Felix agarró los brazos ajenos.

Se quedaron quietos, juntos, en el medio del baño. Changbin cerró los ojos y lo abrazó. Pasarían seis semanas antes de que pudieran volver a abrazarse. 

Felix entrelazó sus dedos juntos. —Voy a estar bien, sé que estaremos bien, solo estoy...

—Yo también —le respondió, presionando un beso a un lado de su cuello—. Lo sé.

Él apretó sus brazos a su alrededor, y Felix dejó caer la cabeza hacia atrás para dejarla descansar sobre su hombro.

Felix, después de disfrutar su cercanía en silencio, se volvió a recostar contra el lavabo. —Darás un paso importante —dijo, con sinceridad grabada en su voz—. Sé cuánto lo necesitas, necesitas irte. Solo desearía que pudiéramos hacerlo juntos. 

—Tengo una idea —dijo Changbin, pensativamente, frotando los lados de los brazos de Felix—. ¿Qué es lo que más ganas tienes de recorrer conmigo allá? 

—Uhm... quisiera mostrarte la casa de ópera, en Syndey, tengo un vago recuerdo de ella, pero quiero ir contigo. 

—De acuerdo —tarareó el otro, una sonrisa lejana que cruzó por su rostro ante la imagen que se formó en su mente—. Entonces no iré hasta que estemos juntos.

—¿Estás seguro?

—Por supuesto. Y de todos modos, nunca nos faltarán lugares a donde ir.

Felix sonrió con melancolía. —No puedo esperar. Un año y ambos estaremos trabajando allá y viviendo juntos. 

atrapado en ámbar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora