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El viernes de la semana siguiente, Changbin asomó la cabeza por la sala de ensayo. Un análisis rápido de la habitación le dejó ver sillas vacías por todos lados y a Felix, sentado en el piso frente al espejo, con su cabeza apoyada sobre sus brazos y rodillas.

—¿Es seguro? —Preguntó Changbin en un susurro escénico.

Felix se sobresaltó y giró la cabeza por sobre su hombro, enviando a Changbin una pequeña pero cansada sonrisa. —Dije que estaría vacío en el almuerzo.

Changbin frunció el ceño y se abrió paso a través de la habitación, cuando llegó a Felix, se sentó en el suelo junto a él.

—¿Estás bien?

—Bien —dijo Felix con un pequeño suspiro, bajando la cabeza para descansar sobre el hombro de Changbin. —Solo estoy cansado. Los ensayos me están matando.

Changbin sonrió con simpatía y apoyó su mano sobre la mejilla de Felix. Aunque no duró mucho allí, ya que el pecoso levantó la cabeza, sobresaltado —Mañana es el día.

Changbin dejó escapar un suspiro, su barbilla cayó sobre su pecho. Había pasado menos de una semana desde que su padre le había "preguntado" si Yangmi y Jaemin podían mudarse. Todo estaba sucediendo muy rápido.

—Mañana es el día de la mudanza —dijo—, y mi padre vuelve el lunes.

Felix tarareó en reconocimiento, comenzando a elongar los músculos de su cuerpo.

—Yangmi fue a casa anoche —dijo Changbin.

Las cejas de Felix se levantaron con interés. —¿Que quería?

El otro chico se encogió de hombros, su boca se torció en una mueca. —Tuve el gran placer de ser sometido al discurso "no voy a tratar de reemplazar a su madre”. Ah, también al de “no soy realmente consciente de que mi hijo es un idiota por lo que voy a pedirte que seas bueno con él”. Ese fue realmente divertido.

Felix no respondió, solo asintió. La amarga sonrisa de Changbin se suavizó, viendo como los pequeños dedos de Felix rodeaban su biceps para estirar su codo lo mayor posible. Su respiración agitada rellenaba el silencio.

—Ella no parece entender que nada de eso me importa. Soportaré esto durante unos seis meses, luego me iré y pueden fingir ser la familia más perfecta del mundo. Ella está actuando como si el hecho de mudarse nos fuera a cambiar la vida a todos.

Felix asintió distraídamente, con la cara neutra y todavía concentrada en sus propios movimientos.

— ¿Quieres venir a casa más tarde? —Preguntó Changbin en voz baja con un apretón en la mano de Felix. —¿A celebrar mi última noche solo?

Felix apoyó las palmas de sus manos sobre el suelo para descansar sobre ellas. —¿Estás seguro?

—Por supuesto —Changbin miró hacia la puerta. Los pasillos estaban prácticamente vacíos, con la mayoría de los estudiantes en la cafetería. Colocó su mano sobre la nuca de Felix, dejando que alguno de sus cabellos se enredaran con sus dedos y se inclinó hacia delante, presionando un suave beso en la comisura de su boca. El aliento de éste se pausó. Changbin le sonrió y pasó su pulgar por donde acababa de besar, aprovechando para rozar con suavidad el labio inferior del chico —Te enviaré un mensaje más tarde, ¿de acuerdo?

atrapado en ámbar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora