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—¿Qué? —Jaemin farfulló, con la boca abierta, en estado de shock

Changbin lo empujó contra la pared una vez más. —¿Qué le has estado haciendo a Felix?

Jaemin parpadeó hacia él. —No tengo idea de lo que estás hablando.

Changbin apretó los puños alrededor de la sudadera de Jaemin, tensándolo, mientras continuaba sosteniéndolo contra la pared. —¿En serio lo vas a negar? Te acabo de ver.

—¿Acabas de verme haciendo qué? —preguntó, todavía desconcertado

—¡Amenazando a Felix!

—¿Qué?

Changbin habló con los dientes apretados. —Estabas literalmente parado justo donde estoy ahora, amenazando a Felix —su voz se elevó—. No voy a dejar que le hagas lo que me hiciste a mí.

Jaemin se deslizó hacia un lado a lo largo de la pared, logrando salir del agarre de Changbin y alejarse antes de que pudiera volver a arremeter contra él. Levantó las manos. —No lo estaba amenazando.

—Sí, claro —resopló Changbin—. Y supongo que no me hiciste nada a mí tampoco, ¿verdad?

—¡Ya me he disculpado por eso! —gritó el más alto— ¡No sé qué más puedo hacer! Realmente no estaba amenazando a Felix. Estaba tratando de ayudarlo.

—Oh, vamos —dijo Changbin, con un giro frustrado de sus ojos—. Te estabas cerniendo sobre él. Si le estás haciendo incluso una pequeña fracción de lo que me hiciste a mí, te juro que...

—Te prometo que estaba tratando de ayudarlo.

Changbin entrecerró los ojos hacia Jaemin. —Bien, digamos que te creo por un segundo. ¿Ayudarlo con qué?

Jaemin hizo una mueca. —No puedo decirte eso.

—Qué conveniente —dijo Changbin rotundamente.

—No depende de mí decirte —insistió Jaemin—. Deberías escuchar esto de él.

—Debería escuchar esto de él —repitió Changbin lentamente, las palabras sonando familiares. La conversación que había escuchado. —Oh, mierda, literalmente vas a tomar todo lo que mi papá dice como si fuera la ley ¿verdad?

—¿Huh?

—No importa —dijo Changbin—. Dime lo que le dijiste recién a Felix.

—Mira, estaba tratando de ofrecerle mi ayuda. Como me llevaba mal con él al principio, pensé que podría ofrecerle ayuda ahora con... lo que le sucede, como... muestra de renacimiento o algo así.

—Arrepentimiento.

—Sí, eso. Entonces le ofrecí ayuda y luego él dijo: "no, no necesito tu ayuda", y luego se fue. Eso es todo lo que pasó. Eso es lo que viste. De verdad.

—¿Honestamente esperas que crea eso? Yo sé de lo que eres capaz.

Jaemin extendió sus manos a un lado, impotente. —Lo siento. Te juro que he cambiado. Mira, solo habla con Felix, ¿de acuerdo? Necesita a alguien que lo ayude, a mi no me deja.

El pecho de Changbin se apretó. —Gracias por tu preocupación —gruñó, girando la plataforma de su bota y alejándose por donde había venido.

💛

Changbin pasó la mayor parte del viernes escondido en su habitación. 

Felix llegó a su casa el sábado por la mañana, se acurrucaron juntos en su cama y vieron la televisión. El pecoso estaba tenue, con una sonrisa suave en sus labios pero con el cansancio persistente en sus ojos. Changbin lo abrazó, incapaz de exigirle una explicación. Jaemin avanzaba pesadamente por el pasillo fuera de la habitación, como un recordatorio constante de lo que Changbin necesitaba hacer.

atrapado en ámbar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora