La Sala Secreta (Suga)

Fuerte papi a la vista

Gracias a Jesusín, mi mamá no había llegado todavía por lo cual pude tranquilizarme. Llegué a mi cuarto y me senté en la cama. Sentí el frío colarse por la ventana y tirité.
De repente me acordé de cuando besé a Jin y me llevé las manos a la cara, avergonzada.

Fue entonces cuando sentí unos ojos sobre mí. Miré alrededor para ver quién era y vi a Sara mirándome desde la ventana de su cuarto.
Éramos vecinas, y su cuarto daba en la dirección de mi cuarto. A veces manteníamos conversaciones con señas desde nuestros cuartos.

Levanto la mano y lo entendí como un "Qué pasó?". Yo negué en señal de " Nada".

La semana escolar paso lentamente, pero al menos se terminaba el jueves ya que era festivo y hacían puente. Sofía se había ido de viaje con su familia a voluntaria a África central y Paula estaba malita de la barriga, así que Sara y yo nos fuimos juntas al parque de atracciones.

-A qué vamos primero? A la atracción de agua? A la montaña rusa? Ooohhh.... La casa del miedo! Uhm, pensándolo mejor la casa del miedo no. Elige tú- Sara tiene un diálogo consigo misma y yo sólo camino a su lado.

Yo acabo eligiendo la de agua y Sara sale disparada para llegar lo antes posible. Como tenemos el fast-past no esperamos más de 5 min a que nos toque. Sara se ríe de los que tienen que esperar 2 horas y se sube al vagón. Al bajarnos nos compramos la foto y seguimos montándonos en atracciones.

Después de varias sesiones locas en los toritos, nos ponemos en la cola de la montaña rusa. Aunque tengamos el fast-past hay al menos 30 minutos de cola.

Sara y yo nos desaburrimos tomando nos fotos graciosas y hablando de lo tóxicos que eran nuestros ex. Luego leemos nuestra previsión en el horóscopo (ella leo, yo acuario). Al parecer yo voy a encontrar el amor y ella se va a volver millonaria. La fila avanza y sólo falta una vuelta para que nos toque a nosotras. Yo me fijo en la altura de la montaña rusa y trago saliva.

"No es para tanto. No es tan alta" me miento a mí misma.

-María- me golpea Sara en la teta y yo me quejo- fuerte papi a la vista- dice y señala a un dos filas más alante.

Debido a la torre de hombre que tengo delante, sólo llego a ver su cabellera plateada.

-María, te importaría si me fuese con él?- dice Sara y yo abro los ojos como reflejo.

-Me vas a dejar morir?! Sara por favor NO- le suplico arrodillada.

-Exagerada. A parte, tú cómo sabes que ese no es el amor de mi vida?- se defiende Sara.

-Lo dudo seriamente- me río y ella se gira a ver al chico.

-No pierdo nada por intentarlo. De todas maneras, como era ese dicho?...
El calentón antes que la amistad?- dice pensativa.

-Sara ese dicho no existe- me llevo la mano a la frente y antes de que pueda hacer nada nos dejan pasar y Sara se va corriendo hasta el chico.

Me siento en el vagón trasero y empiezo a jugar con la piel alrededor de mis uñas, nerviosa. Veo como una figura se acerca hacia mí, pero sigo concentrada en mis uñas.

-  Tú qué haces aquí?- levanto la mirada y veo a Yoongi suspirando- Sabes qué? Me da igual- hace ademán de ir a sentarse al lado de otra persona pero al ver que no quedan sitios se sienta al lado mío, molesto.

-Eres un antipático- le suelto, y él, sólo de ríe.

La atracción comienza y yo tengo un miniataque al corazón, pero los dos nos quedamos en silencio. Empieza a subir el vagón, y a medio camino me doy cuenta de el gran error que he cometido. Esta mierda está demasiado alta.

-Sabés qué? Ya que voy a morir al menos quiero morir en paz, sin conflictos con nadie. Yoongi, te pido perdón por llamarte antipático-

-No tengo palabras para describir semejante mongolada- se ríe

-Me da igual, esta mierda esta muy alta. Nonononinononono.... QUIÉN ME MANDÓ A METERME AQUÍ AAAAHAH- grito al ver que nos estamos acercando aún más y Yoongi se ríe.

Punto de vista de Yoongi

-María, no grites. No vas a morir. Intenta tranquilizarte.- la calmo pero sigue respirando rápidamente.

-Pues me podrías coger la mano?- me pide y me quedo mirándola a ver di dice que es broma o algo.

-Es que me ayuda a relajarme- explica y después vacilar unos segundos le cojo la mano.

Normalmente no me gusta el contacto físico, pero, sólo lo hago para que deje de montar una escena.

Como estaba distraído, no me había dado cuenta de que ya estábamos a punto de caer. María empieza a gritar y el vagón sale disparado hacia abajo. Aprieta  mi mano y esconde su cabeza en mi pecho mientras yo siento la adrenalina en mis venas.

Qué mona es