El viernes nos lo me lo pasé con mi hermana Yaiza, poniéndonos al día sobre todo lo que estaba pasando en nuestras vidas. Resulta que Yaiza tiene un novio que vive aquí con el que va a pasar la noche mañana . Yo pregunto si quiere que me vaya de casa pero me dice que irá a la de su novie. Le recuerdo que utilice protección y me pega con su zapato.
Él sábado ayudo a Yaiza a ponerse guapa, lo que incluye ir a comprar ropa. Aprovecho para comprarme un par de cosas para mí. Yaiza coge varios conjuntos y se los va a probar mientras yo la espero afuera.
-Cómo estoy?- dice mientras sale del probador. Putos genes que me hicieron parecer un orangután cabreado y a ella una absoluta princesa y fuerte mami.
-Creo que tu novio te preferirá sin la ropa pero a parte de eso estás intensa-. le digo y ella se ríe y me pega por mi chiste sucito.
-Oye y por qué no te compras tú algo? Oí ayer algo sobre un chico y tú- me mira con una sonrisa ladina.
-Ehhhh... Hombre si pagas tú pues acepto.- me río pero ella acepta a cambio de que yo compre el almuerzo. Como soy un desastre y mi porcentaje de estilo es igual a -69, ella escoge los outfits por mí mientras espero al lado de los probadores. Vuelve con un puñado de prendas en las manos, las tira delante de mí y me ordena que me las pruebe.
Cojo un body y me doy cuenta de que es totalmente de encaje, me doy la vuelta y Yaiza me mira pillina.
-Qué pretendes Yaiza- le digo mientras entrecierro los ojos.
-Papá y mamá no tienen por qué saber- dice y me empuja dentro del probador.
Me pongo unos vaqueros pegados de un color claro, el bodysuit de encaje rojo yuna chaqueta oversized de un color parecido al del vaquero. Va bien con los zapatos blancos que llevo puestos. Como último detalle me pongo el choker que me dejó mi compañera de progenitores y salgo del probador.
-Por fin- exclama Yaiza mientras suspira, luego se concentra en mí. Me escanéa de arriba a abajo y me pide que me de la vuelta.
-Y bien? - pregunto expectante.
-El choker hace parecer que das mamadas gratis, quítatelo-
-Yaiza no digas eso- la reprendo pero me lo quito igual.
-Te daré unos pendientes que tengo y estarás perfecta. Ibas a quedar con él esta tarde no?- me pregunta y yo asiento.
-Vale. Vamos a almorzar ya por Dios-
-Que sí pesada. Vete a pagar la ropa que te espero afuera-.
Después de comer volvemos a casa y nos ayudamos mutuamente a prepararnos. Ella hace mi maquillaje porque a mí no se me da bien nada, mientras yo aliso algunas partes de mi pelo, lo cual es literalmente estúpido porque ya tengo el pelo liso. Nos despedimos y yo me voy al colegio y ella a la casa de su novio.
Jin me espera en una esquina del camino, se une a mí y yo hago todo lo posible por evitar contacto visual. Jin me coge de la mano y yo no me resisto. Hablamos un poco para que no sea muy incómodo.
Jin me enseña una entrada secreta en un lateral del colegio. Una vez estamos dentro me lleva a la sala, la cual está vacía.
-Dónde están los demás?- pregunto mientras Jin cierra la puerta.
-Llegarán tarde- dice, pero lo dudo, ya que nosotros llegamos media hora más tarde de lo acordado debido a lo lento que camino.
-Bueno qué vamos a hacer?- digo mientras me siento en un sofá en medio de la habitación.
-Sabes? Hoy estás especialmente guapa- me sonríe, pero veo que sus ojos escanean mi cuerpo y se oscurecen. Me encojo en mi sitio debido a su intensa mirada. Está a más de 3 metros pero aún así.
-Por qué no llamas a los demás para ver cuánto les falta?- intento desviar la atención pero ignora mi petición. Se para de apoyar en la pared y se acerca a mí, mientras mira al suelo. Cuando ya está lo suficientemente cerca se agacha, quedando arrodillado ante mí, que sigo sentada en el sofá. Me coge la barbilla y me mira a los ojos.
Puedo oler su perfume, y mierda huele muy bien. Veo como sus labios se abren un poco y se los chupa. Mierda ya aparecieron las mariposas en mi estómago. Siento un cosquilleo en el pecho y Jin se acerca para besarme.
Cierro los ojos y siento nuestros labios moverse suavemente. Demasiado suave, profundizo el beso en busca de esa sensación de satisfacción, pero le falta algo. Jin pasa su mano por mi pelo y yo le agarro por los hombros.
Nos separamos momentáneamente para coger aire. Embriagada por las hormonas, cojo a Jin por el cuello de la camisa y lo tiro encima de mí. La pubertad me vuelve una mujer muy loca.
Jin pilla mi propuesta y la sigue, se coloca entre mis piernas y pone una de sus manos en mi cintura, mientras yo lo agarro del pelo. Noto como su mano va lentamente bajando, acercándose a un lugar ciertamente peligroso.
Oímos la puerta abrirse de repente y a Jin no le da tiempo de irse de encima mí.
Ahí está Yoongi, mirándonos desde la puerta con la boca abierta.
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La Sala Secreta (Suga)
أدب الهواةMaría Dorta, Sara y Paula Mendes y Sofía Batatito son cuatro mejores amigues, estudiantes de la Solle San Brotoberto,hasta que... Una de ellas descubre que en su instituto hay una habitación secreta donde se reúnen un grupo de 7 chicos coreanos. Y...