Fue la sutileza de tu mirada

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Fue la sutileza de tu mirada, la sencillez de tu presencia y la calidez en tu voz que me dejaron sin opción y en completa restricción. Te puedo jurar que lo intenté, intenté mirar lejos, huir de ti, involucrarme con otras personas y seguir. No funcionó. De alguna manera seguías saliendo en el cuadro, seguías apareciendo frente a mí como si fuera una señal de que una parte esencial de mi vida estaba destinada a ti. Y sucedió, como toda una corta novela en tiempo, y larga en sentimientos; no puse resistencia, ni negué mis deseos de compartir contigo y si es verdad, callé un montón de cosas importantes para mí confiada y segura que sólo te harían correr lejos. Sin llegar a pensar que no iban hacer mis confesiones lo que te harían distanciar, serían los sentimientos que terminaron echando raíces en tu interior cuando se suponía que la travesía era solo temporal, cuando tus compromisos ya se encontraban agendados, cuando tú tiempo no estaba disponible para ser compartido, cuando cada capítulo de tu vida ya tenía título, cuando tanta luz y ruido eran una tentación y distracción que podría desviarte del camino. 

En la memoria de mis sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora