En la memoria de mis sentimientos

Los silencios de ahora

Pareciera que los silencios ahora le incomodan, como si olvidara el significado detrás de cada uno de ellos, cuando ambas sabemos lo que significa mi silencio en medio de la madrugada observando el espacio vacío de mi cama escuchando su respiración. Sigue siendo lo mismo, aunque diferente. Porque parece como si decirlo ya no sea lo correcto, porque aunque quiera gritárselo siempre fue mejor susurrarlo, tenía un mejor efecto, porque fuimos un secreto compartido evidente y disfrazado delante de una verdad que se vestía, y puede seguir vistiéndose, de amistad y conexión. Y me duele como antes no dolía, ya que antes no me atragantaba sólo lo retenía. Duele porque aunque fueron pocas y contadas las veces en las que te lo dije, cada una de ellas tiene un lugar y una entonación especial, in significado profundo y específico dentro de mi alma y mi corazón. Ya no está permitido decírtelo, porque siento que me dirás que no o sienta, que no lo diga, como si fuera tan fácil como escribirte t recordarte, como si fuera tan fácil para mí como parece que es lo es para ti, y no quiero escuchar esas palabras, no deseo sentir que lo que soy y lo que entregué fue un error. Entonces callo, callo mientras reproduzco el sonido de tu voz, la intensidad y contradicción de tu mirada junto con las caricias que vinieron después y esos besos en la mejilla cuando me lo dijiste mientras me desmoronaba, antes de partir. Como aquella puñalada al estilo metralleta cuando me dijiste que sabías que el sentirlo no lo hacía más fácil. El sentirlo no me duele, el no poder expresarlo sí; tal vez es solo una tontería de mi parte, pero esa parte de ti en mí me mira como lo hiciste la última vez oprimiendo mi garganta mientras me abraza en el proceso.