Siendo el desastre que es

1 0 0
                                    

Siendo el desastre que es, se apoderó de todo a su paso, apoderándose y adueñándose de partes esenciales de mí. Empezó por mis celebres frases, utilizándolas a su antojo y haciendo ver que le pertenecían, no negaré que le lucían aunque no tuviera el impacto que se requería y me alegraba saber que muchas le ayudaron a través del camino por el que transitaba, sabiendo además que la mayoría fueron creadas exclusivamente para ella. Prosiguió con palabras exclusivas de mi diccionario personal, era como si al pronunciarlas me saboreara en su paladar. Continuó con la información que recopilaba esa parte de su memoria que me apreciaba, anticipaba mis movimientos y sabía cuales iban hacer mis respuestas ante ciertas preguntas; lo impresionante era como leía mi lenguaje corporal, lo entendía y lo comprendía, una lástima que pocas veces pudo hacer algo al respecto cuando era la única con dicho poder. Y por último, la sorpresa menos esperada y más amarga, se sentía tan cómoda volviendo lo mío suyo que optó –de manera inconsciente o consciente, no lo sé, aún- por hacer lo que me correspondía por derecho, aquello que ya habíamos hablado, aquello que tanto anticipaba y temía, aquello que yo no estaba preparada para hacer. Entonces como el desastre extraño y majestuoso que ni cree que es, terminó sacándome de manera abrupta de su vida. 

En la memoria de mis sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora