En la memoria de mis sentimientos

Es que...

Es que no has entendido que mientras más lejos estés, más presente te tengo arraigada en mi piel.

Es que aunque me prive de verte, al cerrar los ojos eres lo primero que observo.

Es que fuiste el sueño hecho realidad que nunca me imaginé llegar a cumplir y no entiendo cómo te convertiste en una pesadilla, de esas que te hacen saltar en medio de la madrugada, entre 2 y/o 3am, porque aparece entre el color y el calor de tu recuerdo para oscurecer el panorama, haciéndote desaparecer ante mis ojos.

Es que no entendí en que momento pasó todo tan rápido, como es que en un parpadeo pasé de un lugar en la esquina a la distancia, a un sitio en primera fila y cuando me encontraba más cómoda volví a mi lugar inicial, esta vez escondida entre las sombras, ese al que siempre pertenecí, sin aviso u opción a reclamos.

Es que la avalancha fue tan brutal que dejó secuelas en forma de recuerdos, uno detrás de otro, sin clemencia, sin piedad y de manera inesperada.

Es que soy yo la que me empeño en que todo, en algún momento, volverá a lo que una vez fue y por muy efímero que sea me lo voy a disfrutar para después simplemente dejarte ir, sin verte partir.

Es que intento, de verdad que intento, ¡te juro que lo intento!, dejar de escribir para ti y por ti pero eres fuente inagotable de inspiración y yo me prometí no volver a privarme de ella.

Es que por más que quiero decir que lo siento, no lo hago, porque cada cosa que hice fue con la mejor entrega, porque cada cosa que te dije fue real, la sentí, y porque cada cosa que me callé tuvo su razón de ser, aunque al final terminaste adivinándolo, cuando lo único que siempre quise fue...verte feliz.