Capítulo 41

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No puedo dejar de pensar en la susodicha discusión de papá, y Jared en toda la cita con el señor Clare. Después de irme a buscar a la casa, fuimos a un restaurante a vente minutos del rancho. Quería que terminara lo antes posible, no puedía negar que el señor Clare estaba muy guapo, se notaba que se esmeró con su atuendo para ésta noche, pero no tenía que hacer eso si quería impresionarme. No estaría impresionada por él aunque lo intentara. Simplemente porque no quería que se ilusione conmigo.

—¿Ya te dije que estás muy bonita esta noche?

—Sí, señor Clare, ya me lo dijo.

Nos encontramos sentados uno al frente del otro y él me observa detenidamente.

—Samantha yo...me gustaria que nos vieramos más seguido...

—Señor Clare yo..

—Por favor dime Thamas— habla y se apresura a decir— y disculpa mi atrevimiento, en realidad no sé si estás con alguién.

—Ahora mismo no estoy con nadie...— lo miro—pero tampoco quiero estarlo. Quiero estár sola por un tiempo...

—Está bien, lo entiendo, pero en realidad, sí me gustaría que seamos amigos— lo sugiere de una manera temerosa, como si tuviera miedo de que lo rechazara.

Sólo asiento incapaz de rechazarlo. Porque él me está brindando su amistad. Además no tendremos nada. Y yo, puedo tener un amigo. ¿verdad?

Por la insistencia del señor Robert, quedamos en vernos otra vez. Prometió que después de esa cita, si yo quería que nos vieramos más seguido, entonces yo tomaría la decisión.

Demasiado insistente para mi gusto.

A la mañana siguente, nos encaminamos rumbo al invernadero, Tommy nos acompañó, al parecer Grace y él se reconsiciliaron. Pensé que después de la escena de anoche, durarían, al menos una semana sin hablarse.

Me alegro, Grace se ve muy felíz ésta mañana.

Una vez llegados al trabajo, cada uno se pone hacer sus quehaceres, de hecho hasta Tommy atendió clientes.

Al medio día fué la hora de comer, así que cerramos y nos dirigimos a una pizzería que queda cerca. Pedimos y no perdemos tiempo para deborar nuestro almuerzo.

—Tommy, es ¿en serio?, ¿quién confunde orégano con el romero?— digo riendo y tapando mi boca para que no se vea la comida dentro de ella.

—Creo que fué el olor. Juraba que ese olor era del romero— se defiende éste.

—Grace, tendras que trabajar mucho en eso— le sugiero mirandola.

—Tranquila, le compraré un libro de botánica y yo misma...— está comentando Grace, pero soy incapaz de seguir prestando atención, porque un vehículo conocido se para en la otra calle, frente a una tienda de utensilios y herramientas, y una figura muy familiar sale de ella, cuando noto su sombrero entonces confirmo de quién se trata.

Jared.

Él se quita el sombrero para peinarse el pelo hacía atras y vuelve a ponerselo.

Está muy guapo. Siempre lo está. A pesar de todo, núnca deja de sorprenderme lo guapo que siempre lo encuentro.

Él entra al establecimiento y yo no sé que hacer, quiero ir a dónde él y pedirle explicaciones por todo, por Juanita, por papá... Pero mi familia está primero, así que si le voy a sacar un tema a colación, ese será el de papá.

Amor Sin Rodeos© (✔️) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora