Capítulo 14

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Minutos después mis padres y tía Marie ya se han ido, Grace y yo, vamos rumbo a las caballerizas a buscar a Jared para que nos lleve a mi futuro invernadero.

Sonrío.

En serio mis padres son los mejores.

Podré administrar mi propio invernadero, mi propio negocio.

—Entonces— dice Grace— ¿me vas a decir o no me vas a decir?

La miro finjiendo confución.

—No sabía que tenía que decirte algo.

Ella me mira arqueando una ceja, me agarra del brazo y me para en medio del camino.

—Sé que pasó algo entre ustedes esa noche, la noche que fuiste a curar sus heridas.

Medito un segundo si decírselo o no, pero luego decido en decírselo, no debe ser ningún problema, a fin de cuentas es mi prima, si a alguien debo decírselo sería a ella.

—Nos besamos— lo suelto, de nada sirve negarlo, además es Grace a ella le cuento casí todo.

Ella me observa sorprendida.

—¿En serio?

Asiento.

—Sí, pero esa noche me alejó — digo recordando esa noche bajando la mirada al acordarme como me alejó finjiendo que estaba con Juanita, él núnca supo lo mal que me sentí.

Grace me mira con el seño fruncido.

—¿Te alejó?

Asiento y luego sonrío.

—Pero anoche volví, para quitarle los puntos de su sutura como lo habías sugerido... y nos besamos otra vez— digo sonriendo más ampliamente recordando sus labios suaves— está vez no me alejó, al contrario, Grace, me dijo que le gusto, tanto como él a mí.

Grace asiente lentamente.

—Bien— dice— bueno, te gusta ¿no? es decir, era lo que querías.

Asiento sonriendo y retomamos la marcha.

Cuando entramos lo primero que veo es a Jared, sentado en un taburete pequeño revisando las herraduras, en las patas de un caballo blanco.

Este al percatarse de nuestra presencia levanta la cabeza, y nuestros ojos conectan.

Está guapo en franela y ese sombrero, algun día le quitaré ese sombrero para ver como se siente tenerlo en mi cabeza.

Sonrío internamenete, ya estoy pensando demasiado.

Llego hacía él sin dejar de mirarlo.

—Entonces, tú también lo sabías— le digo seria.

El me mira cauteloso y frunce las cejas, suelta la pata del caballo y se levanta lentamente, luego mira a Grace y a mí de vuelta, parece que no sabe que decir.

Y yo estoy a punto de soltar una carcajada, su cara parece un poema.

—¿Saber qué?— pregunta.

Quiero seguir, pero sé que no aguantaré, en algun momento exploré de la risa.

—Del invernadero— le digo sonriendo.

Él se queda estético y pestaña varias veces, luego suelta un suspiro lentamente, parece aliviado.

Y en ese momento me pregunto por qué, ¿será que en realidad me oculta algo?

Amor Sin Rodeos© (✔️) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora