-Creo que Hera y Eros se gustan- comento, recostándome en un codo mirándo a la dirección donde se encuentran los caballos.
Jared y yo nos encontramos recostados en la hierba, frente al río Creek, es sábado por lo que decidimos venir aquí para descanzar después de una ajetreada semana de trabajo, y competencias de parte de Jared, pudo pasar a la semifinal, y al paso que va siento que puede ganar sin ningún contratiempo.
-Como tú y yo- comenta pícaro, incorporándose también en un codo, y quedando frente a mí.
-No, no como yo- digo y él me mira confundido- porque tú no me gustas, te amo.
Al decir eso se inclina hacía mí y me besa fugazmente.
Se vuelve a recostar sobre su espalda y mira nuevamente hacia donde están los animales.
-Entonces no se gustan, se aman- dice y se encoge de hombros- al fín de cuenta es amor y matrimonio ¿no?- se calla por un momento y luego me mira- creo que nos están mandando una señal.
Lo miro un momento, y lugo no puedo evitar estallar en una carcajada.
-Eres tonto- le doy un beso- ven nademos.
Me incorporo levantándome, mientras me voy quitando la blusa, siento su mirada recorrerme entera, pero continúo, me quito mi pantalón corto también, quedándo sólo en sostén y bragas. Luego voy hacia el río. Él reacciona de inmediato y se quita su ropa con rápidez para luego meterse al agua y nadar hasta donde me encuentro.
Nos besamos, nos tocamos, todo para que en sólo segundos nuestros cuerpos se calienten.
-Me observabas en la cabaña ¿verdad?- pregunto de repente, recordando esa vez dónde en muchas ocaciones me sentía observada en la intimidad de mi habitación, él me mira como si estuviera confundido- en las noches, en mi cuarto. Me observabas.
Sonríe como si lo recordara, y luego se encoge de hombros.
-Sí, lo hacía, y sé que a tí te gustaba- yo alzo una ceja ante su suposición.
-Para nada, ni siquiera sabía que lo hacías- digo, esperando que no se de cuanta de mi fingida inocencia- sólo te lo digo porque aveces sentía que me observaban, y como tú habitación queda al frente de la mía, deduje que eras tú.
-¿Así?, a mí no me parecía en lo absoluto que no te dieras cuanta- dice mirándome a los ojos, como si quisiera buscar la verdad en ellos- de hecho me daba la impresión de que muchas veces te desnudabas a propósito.
Abro la boca exclamando un jadeo y empujándolo de mí.
-Claro que no, yo núnca haría algo como eso...
-No finjas te gustaba que te observara.
-Claro que no.
-Claro que sí.
Lo que era una guerra de palabras se convirtió en una de; quién salpica con más agua a quién.
Al final éramos risas y besos.
No quisiera núnca que los momentos así con Jared acabaran.
Quiero más momentos así.
Al final le confesé que sí , que sí, lo sabía, y que lo hacía para molestarlo. Él dijo que no era molestia, al contrario, era gratitud.
Cuando cayó la tarde decidimos volver. Él debía de estar temprano en el club. Eran las semifinales. Si Jared ganaba la competencia de hoy, pasaba automáticamente a la final.
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Amor Sin Rodeos© (✔️)
أدب المراهقين(Editando) Samatha llega a su ciudad natal de vacaciones y no recuerda muchas cosas de su pasado, un accidente le ha hecho que olvide algunos pequeños detalles. Todo vuelve a atormentarla cuando el chico de los ojos grises parece que tiene algo que...