Capítulo 39

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Él dá un paso hacía mí un poco vacilante, como si no quisiera asustarme por su cercania. Pero lo que él no sabe, es que lo único que quiero es que me tome entre sus brazos, y me abrace como si no hubiese un mañana.

—¿Qué haces aquí?

Eso no me lo esperaba.

—¿Qué?

—Pensé que no te volvería a ver desde la última vez que hablamos.

—Pues aquí estoy— digo cruzandome de brazos.

—No debiste...

—¿Y hechar todo por la borda por lo que pasó, por algo que ustedes mismos me ocultaron?— no me inmuto— No Jared. Ustedes querían que lo olvidara, pues así lo haré.

Sorprendentemente, su expresión se suavisa ante mi confesión, es como si se sintiera aliviado por como estoy tomando las cosas.

Debo decir que me sorprendí por lo que acabo de decir. ¿En realidad ya no me importa nada? ¿En realidad, sí quiero seguir adelante después de todo? No lo sé, pero de algo estoy segura no puedo vivir estancada, no puedo quedarme siempre en el mismo lugar.

— ¿Cúando llegaste?— pregunta con curiosidad.

—Está mañana— respondo, y una pregunta sale sin contenerse.—¿Por qué te mudaste Jared?— pregunto y miro a Juanita la cuál solo nos mira de reojo y quiero preguntarle si se mudó con ella, pero temo la respuesta.

Su mirada que se hubiera suavizado, vuelve hacer seria, otra vez.

—Me mudé, porque necesitaba hacerlo Samantha— dice simplemete. Pero yo quiero más que eso. Necesito respuestas.

Abro la boca para preguntar dónde vive, pero Juanita me frena.

—Jared, ¿me puedes llevar?, Ya me quiero ir.

Miro a Jared, ante su petición, él sólo se queda mirándome. Mido su reacción y su siguiente movimiento.

—Nos vemos luego— dice, y no niego la decepción quebrar mi corazón. ¿será que sí tienen algo?

Yo no digo nada, y luego de un segundo, él pasa por mi lado con Juanita siguiendolo.

Yo sólo me quedo ahí de pié sin saber qué hacer.

—¿Quieres otro trago?— pregunta Grace a mi lado, ni siquiera me acordaba que estaba con ella.

—Sí por favor, pide uno bien fuerte— le pido, y nos encaminamos a la mesa.

***

Son las 8 de la mañana. Desde hoy, comenzaré a ir al invernadero. Es hora de tomar el control. Sin dejar a Grace de lado por supuesto, ella será mi mano derecha en todo.

Voy al cuarto de papá para ver como se encuentra, cuando entro a ésta, no lo veo por ningún lado, entonces salgo y procedo a bajar.

Me dirijo al comedor, y entonces los veo a todos allí.

—Ya estás mejor— comento mirando a papá, voy hacía él, para darle un beso en la mejilla.

—Sí cariño, ya te dije que sólo son cosas de la edad.

—Sí, anciano Howard— comenta tía Marie, y yo sonrío ante eso.

—Tío Howard está duro, como un tronco— ésta vez habla Grace.

—Así es, yo doy testimonio de eso— comenta mamá. Arrugo la nariz, ante lo que ocultan esas palabras.

—Demasiada información, mamá— digo llendo hasta mi asiento y ellos ríen.

Amor Sin Rodeos© (✔️) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora