Al menos pasarse la mañana frente a un computador le haría olvidarse de muchas cosas.
___________ tecleaba y trabaja concentrada en lo que Max le había encargado hace ya una hora y media. En lo que iba el tiempo, había llamado a la niñera para verificar si todo estaba en orden en el departamento. Había evitado preguntar por Justin, porque sabía que aquello iba a perturbarle y ahora mismo necesitaba olvidarse de todo ese problema. Ya era demasiado con todo lo que había sucedido con su madre, ahora Justin…
- ¿Peterson? – Max se asomó por el borde de la puerta. En él había un rostro bastante amable.
- ¿Sí? - ____________ levantó el rostro.
- ¿Me dejas sentarme un momento? – preguntó él, señalando con la mirada los asientos que ella tenía frente a su pequeño escritorio. Y a __________ no le quedó otra opción que aceptar. Minutos después tenía a Max Nichols mirándola con una expresión diferente. ¿En qué pensaba mientras la veía? De pronto pudo saberlo, cuando lo escuchó formular lo siguiente. – ¿Estás bien?
- Sí. ¿Por qué? - _________ sonrió.
- Te noto diferente. No lo sé, ¿tuviste algún problema anoche?
- Si te refieres a lo de Justin, de verdad siento mucho que estuviera así… él…
- Él es así. – la interrumpió Max. _________ se quedó sin poder hablar o decir algo inteligente. Tenía tanta razón. Justin… él era así. Simplemente. Sin explicaciones. ¿Cuándo terminaría de acostumbrarse?
- Ha tenido algunos problemas, es todo.
- ¿Puedo hacerte una pregunta?
___________ asintió.
- ¿Eres feliz?
Ella no pudo evitar mover las manos del teclado y concentrarse del todo en Max. ¿Qué clase de pregunta era esa? Por supuesto que lo era. Lo tenía todo. Todo lo que en algún momento había deseado. Sin embargo sabía que habían muchas cosas por las que tendría que pasar para saber que en la vida nada es perfecto.
- Más que nunca. – contestó ella con seguridad.
- ¿Eres feliz junto a él? ¿De verdad? – Max frunció el ceño.
- Justin es más de lo que tú te puedes imaginar.
- Sí… - Max bajó la mirada. – Sí, lo siento… debe ser así. Te felicito ¿sabes? Él es un tipo duro, pero contigo simplemente es… es como si fuera otro.
- ¿Por qué quieres hablar de él?
- No lo sé, jamás imaginé que terminarías con un hombre como él. – Max se puso de pie y se acomodó el fino saco. Tenía en mente decirle muchas cosas más. Y la verdad es que no imaginaba como ella había podido preferir a Justin, antes que a él. Max era un tío diferente, probablemente no tenía ni la mitad de las agallas que Justin había tenido para pasar por todo lo que había pasado. Probablemente solo era un idiota que en toda su vida lo único que había conseguido era dinero. Pero, hasta ___________ podía notarlo. La diferencia era grandísima. Max tenía todo lo que una mujer podría querer. Buena pinta, un buen trabajo, clase… Se preguntaba… ¿Qué habría pasado si en vez de huir con Justin, se hubiera quedado con Max?
El móvil de ____________ empezó a vibrar sobre su escritorio, la foto de Justin estaba en la pantalla.
- Voy a…
- Sí, claro. No te preocupes. – le dijo él. Se fue de la oficina y a los pocos segundos, solo estaban ___________ y la llamada que había entrado.
No sabía si debía contestar o solo dejar que un tiempo más pasara. Ella solo había tratado de distraerse trabajando un poco, pero ahora que lo notaba, solo habían pasado algunas horas desde que habían discutido por segunda vez. Todo seguía intacto. Quizá si contestaba discutirían una vez más. Dios… él era tan impredecible. Y ella contribuía mucho en el acto.