Presiono el acelerador con fuerza. Nuestros cuerpos se balancean debido a la inercia y ella todavía no deja de mirarme. Sé que más allá de estar solamente cabreada, está además buscando respuestas que aún no puedo darle. Intento ignorar sus ojos sobre los míos, pero es imposible evitar mirarla…
- ¿Puedes decirme que está pasando? – me pregunta una vez más. He escuchado la misma pregunta por tres veces ocasiones seguidas.
- No es nada, creo que Kate tiene problemas. – levanto los hombros, tratando de parecer natural. ________ sigue mirándome y al voltear para entender su expresión, puedo darme cuenta de que no se ha creído en lo absoluto lo que acabo de decirle. – Nena… - estiro mi mano derecha, logrando alcanzar la pierna izquierda de __________. Mis dedos recorren su piel desnuda, erizándola en cada paso. – No pasa nada, de verdad. – mirando su boca, yo mismo trato de convencerme de lo que acabo de decirle.
Sin embargo, me es difícil concentrarme en otra cosa que no sea el sonido de la voz de Kate completamente asustada, y sobre todo… lo último que soltó antes de colgar la llamada “También quieren asesinarlo a usted”… mi mente se nubla. Demonios, necesito pensar. Necesito decirle esto a Chaz y a Travis, antes de que las cosas se salgan de control.
- Kate nunca ha tenido problemas con Sofia. – susurra ella, con la frente pegada a la ventanilla del auto. Trago saliva. __________ es persistente, sabe que en el fondo tengo mucho por decirle. Me conoce tan bien…
El camino directo a casa se hace corto debido a la velocidad del Mustang. Minutos después, el edificio de nuestro departamento está frente a nosotros. ___________ se apresura a subir y llega mucho más rápido que yo. Está preocupada… y verla de esa manera solo me hace recordar a cómo estaban las cosas hace un año atrás, cuando Tentation la buscaba. Cuando Tentation estaba tras sus pasos y había tenido que hacer tantas cosas para poder escapar. Solo entonces puedo darme cuenta de que no debo decirle absolutamente nada sobre lo que está pasando. Hemos vivido esta problema tan intensamente todo este tiempo, ella no tiene porqué volver a pasar por lo mismo… no lo merece.
Kate abre la puerta del departamento, sus ojos están muy abiertos y hay cierta expresión de desesperación en su rostro. Tiene a Sofia entre sus brazos y de inmediato me adelanto para recibirla y tenerla entre los míos. Kate se queda callada, simplemente mirándome. Mirando a ________. Mirando a Sofia.
- Lo siento mucho… - susurra, disculpándose. En su brazo izquierdo cuelga un bolso grande donde ha guardado sus cosas.
- ¿Qué ha pasado? – pregunta ___________, todavía dispuesta a saber la verdad.
Kate me mira directamente a los ojos, hablándome con la mirada. Sabe muy bien que le he pedido que no le comente nada a _____________ sobre lo que ha sucedido.
- Mi familia ha tenido un grave problema, es todo.
- ¿Estás bien? – pregunta ___________, frunciendo el ceño.
- Sí, de verdad. – Kate intenta sonreír, fallando en el intento. – Llámame de nuevo si necesitas mi ayuda. – frota su mano derecha en el hombro de ___________ y se apresura a entrar al ascensor, desapareciendo minutos después.
En el pasillo solo nos hemos quedado los tres. _____________ está todavía mirando las puertas del ascensor, se ha quedado plasmada ante la actitud de Kate.
- ¿Sabes que esto muy raro, verdad? – me dice, pensando en voz alta.
- Seguro tiene algunos problemas.
- ¿Crees que necesite de nuestra ayuda? - se muerde un labio y… Oh Dios, necesito besarla, se ve tan sutil cuando se muerde sola. Estoy a punto de responderle, pero ella se distrae y se acerca a nosotros. - ¿Cómo estás, preciosa? – le pregunta a Sofia, besándole la mejilla izquierda. Está posicionada muy cerca de mí y logro sentir su olor. Dulce, sencillo. El olor de su piel es delicioso y me hace recordar lo que hace unos momentos estábamos haciendo… - ¿Por qué no entran? - __________ enarca una ceja, ahora puesta sobre el umbral de la puerta. Nos sonríe a ambos. Sofia sonríe también, abrazándome el cuello y _________ entra por el pasillo, canturreando alguna canción y bailando al mismo tiempo.
Me toma unos segundos despertar de este sueño… en el que ___________ baila y canta una canción, ahora preparando algo en la cocina. Y donde Sofia baja de mis brazos, corre por el pasillo de habitaciones, moviendo sus dos coletas, y va hasta su habitación. Se toma un tiempo y regresa con un papel coloreado a base de crayones.
- ¿Para mí? – enarco una ceja, Sofia asiente y me entrega la hoja de papel justo en mis manos. Tomo asiento en el sillón, colocándola a ella sobre mi regazo. Mi corazón da un vuelco cuando veo el dibujo que ha hecho para mí.
- Mami, tú y yo. – dice señalando el dibujo. Se esconde en mi pecho cuando me ve observándolo con detenimiento. Y sin entender cómo, me he quedado quieto mirando el dibujo por un largo tiempo.
No recuerdo haber hecho esto con mis padres; o ver a Ryan, Travis o Chaz hacer lo mismo los suyos. Quizá sea esa la razón por la cual un dibujo puede ponerme tan malditamente sensible. Un dibujo y verla a ella, tan inocente, haciendo algo para quien nunca fue capaz de hacer lo mismo. Sentada sobre mi regazo, me abraza fuerte, intimidada por si podría o no gustarme lo que ha hecho para mí…
- ¿Así luzco, de verdad? – enarco una ceja y señalo con los dedos el dibujo que me representa. – Por Dios, soy tan guapo.
Ella asiente con la cabeza.
- Mami es bonita. – me dice ahora, señalando a ___________ sobre el dibujo. No puedo evitar sonreír al verla ilustrada en esa hoja de papel. Hasta en un dibujo pintado por una niña de tres años, es sexy.
- Es muy…muy bonita. – susurro también. Y ambos nos quedamos un buen rato observándola. – Pero tú… - cojo el dibujo con mis manos y lo aparto de nosotros, cogiendo a Sofia y hundiendo mis labios en su cuello. Ella estalla en risas. – Tú eres preciosa. – le digo, uniéndome a sus risas. – Es la mejor obra de arte que he visto en toda mi vida. – me detengo y traigo de nuevo la hoja de papel, entre mis manos. Sofia se reincorpora, todavía riendo y colorada por las cosquillas.
- ¿Sí te gusta? – me mira con los ojos llenos de ilusión, mientras sus manos se entrelazan.
- Me encanta. – inclinándome, le doy un beso en la frente. – Ven, vamos a enseñarle esto a tu madre.Sofia coge la hoja de papel entre sus manos y sin previo aviso, la subo sobre mis hombros. La escucho dar un grito que me hace reír y a continuación cojo sus manos, pero ella me cubre la vista al tener la hoja de papel con una de ellas.
- Cógete fuerte. – le advierto, todavía riendo. – A tu madre la va a dar algo cuando nos vea así.
Intento caminar con la vista cubierta, dando un paso tras otro lentamente. No tardamos nada en llegar a la cocina, donde ____________ está puesta de espaldas, buscando algo entre los estantes. Al sentir la sombra de alguien tras ella, se voltea de inmediato.
- ¡Justin! – grita ella al ver a Sofia sobre mis hombros.
- Ella te quiere mostrar algo. – le digo. Sofia estira las manos y le da la hoja de papel. ___________ nos mira, negando con la cabeza. Es como si fuera madre de ambos. Mira el dibujo de Sofia y de inmediato su rostro cambia. Ahora es más suave. Lo mira detenidamente, mientras va cubriéndose la boca poco a poco.
- ¿Te gusta, mami? – pregunta Sofi. Y ambos, tanto ella como yo, podemos notar que a ___________ no solo le ha gustado el dibujo, sino que además… la ha hecho llorar.
- Es lo más bonito que he visto en toda mi vida. – balbucea con los ojos envueltos en lágrimas. Se pone en puntillas y besa a Sofia en la mejilla.
- Nena… ¿por qué estás…
- Déjame. No lo sé. - __________ se limpia las lágrimas rápidamente y se voltea, colocándose de espaldas.
Bajo el cuerpo de Sofia de entre mis hombros, poniéndola en el suelo. Y lo siguiente que mis manos cogen son los hombros de ___________, girándola para tenerla cara a cara.
- ¿Puedo saber que está pasando contigo últimamente? – ella intenta evadirme, mirando otro lugar que no sean mis ojos.
- Estoy bien, solo… estoy un tanto… sensible. – se restriega la nariz, recuperando la compostura.