Capitulo 50

621 13 1
                                    

Fueron necesarios un par de segundos para que la puerta del cuarto se abriera. Travis estaba del otro lado, con el ceño fruncido. Y un grito estaba a punto de salir de él, cuando vio a Sofia entre los brazos de… Emily.


Su espalda se contrajo con dureza y apretó los puños con fuerza al ver a Justin frente a él.

- Qué quieres. – aquello había sonado más bien a una orden. – Y qué hace ella aquí. – en una milésima de segundo, su fría mirada azul logró alcanzar a Emily. – Que se largue.

- Tus jodidos problemas personales no vas a resolverlos ahora. – sostuvo Justin.

- ¡Quiero que se vaya! – gritó él, por sobre el hombro de Justin. Aquellas palabras llegaron justo a los oídos de Emily, provocándole unas inmensas ganas de llorar. ¿En qué momento se había rodeado de salvajes?

- Emily no va a ir a ninguna parte. – soltó Justin, enfrentándole. – Ahora cierra la maldita boca.

- Entonces lárgate. – Travis también se unió a la misma guerra.

Y aunque Justin deseaba con toda su alma no decir esto en frente de Elisabeth, sabía que no habría nada que pudiera hacer reaccionar a Travis más que lo que estaba a punto de decirle:

- _____________ ha sido secuestrada.

+++

Max se paseó de un lado para otro, como si estuviera buscando las palabras adecuadas para contar su propia verdad. Pero la verdad es que estaba tratando de hallar el día en que todo había comenzado.

Se detuvo en seco, observando un horizonte lúgubre.

- Yo le salvé el pellejo. – comenzó él. Envestido en sus propios recuerdos. No miraba a _________ en lo absoluto, pero ella pudo lograr entender que no estaba hablando de Justin. – Hice que tuviéramos un trato, en el que él dejaría de ir a la cárcel, a cambio de que él me enseñara su mundo… su mundo de mierda.

<< Me encargué de la muerte de Ryan Butler. Cuando le dispararon, todos los oficiales le dieron por muerto, pero insistieron en darle servicios médicos para que al despertar este pudiera cumplir su condena. Fui el único en asegurar que estaba muerto. Que no iba a servir de nada que dos o tres enfermeras se encargaran de él, cuando este ya no tenía ninguna oportunidad de vivir. Entonces lo hice. Compré un cuerpo inerte en la morgue de New York y lo enterré sin ninguna ceremonia en uno los cementerios, mientras que a Ryan lo interné en una clínica privada, sin que la policía interviniera. Invertí todo mi dinero en hacer que saliera del coma. Fueron cuatro días de angustia. Pensé que había tirado mi dinero por un pedazo de mierda. Pero le necesitaba, era el único que podría ayudarme en lo que yo ya estaba planeando. Así que tuve fe y él despertó después del cuarto día, totalmente desorientado y al verle tan indefenso, supe que era el mejor momento para hacer un trato con él.

Le advertí que si regresaba, la policía no iba a tarde en atraparlo. Así que no lo hizo. Sabía que le esperaban por lo menos quince años de cárcel y supo que sería mejor así. Le presté dinero para que se largara a cualquier lugar del mundo que él deseara, pero antes de que pudiera irse y desaparecer sin dejar huella, le pedí que me intercediera en esa mafia a la que él pertenecía.

Hasta ese momento había investigado lo suficiente de aquella red de criminales que robaban los bancos más poderosos del mundo, y me obsesioné. Jamás lo había estado tanto por algo. Quería estar dentro, más de lo que deseaba vivir. Se lo propuse, y me dijo que haría lo posible por hablar con el tipo que había fundado la mafia hace ya muchos años. Y desde entonces no fue difícil. Soy gerente de banco, sé todo lo que ellos necesitan saber. Ryan se fue, todavía sigo sin saber a dónde y la verdad es que ni siquiera me importa si esta vez está realmente muerto o no. Entré a la mafia y era lo único que me importaba. Lo tenía todo. Dinero. Mujeres. Poder. Esa mierda se sentía mejor que cualquier cosa que pude haber imaginado antes. Nunca me había sentido tan poderoso en toda mi vida. Entonces todo pasó rápido. Accedí a mejores puestos y por fin, llegó el día en el que tuve que conocer a Nicholas Bieber, el padre de Justin. Al enterarme que él era su padre, todo… todo volvió en mí tan rápido que me consumió antes de que pudiera darme cuenta. Te recordé. La recordé la manera en la que me rechazaste. Recordé la forma en la que Justin me había hecho pedazos. Recordé la forma en la que yo te odiaba tanto. Y entonces supe… que yo me había convertido en algo exactamente igual a él. Y supe que lo había hecho porque necesitaba parecerme a algo que a ti pudiera gustarte.

Tentation 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora