Capitulo 39

667 13 0
                                    

Según la secretaria personal de Max, éste todavía no aparecía en la oficina. Lo cual a ________ se le hacía extraño, pues él mismo había quedado con ella en una hora determinada.

Estaba entusiasmada, la llamada de Max de hace unas horas, se había basado en comentarle sobre una nueva oferta de trabajo que él amablemente había conseguido para ella. De verdad había cambiado su actitud, y empezaba a parecerse a aquel Max que __________ conocía, antes de ser novia de Justin. Cruzó las piernas, sentada sobre la butaca de su escritorio. Aprovechó para sacar el móvil y marcar el número de su mejor amiga.

Emily contestó la llamada.

- Hola nena. – le saludó ella, con la voz debilitada y casi en susurros.

- ¿Qué sucede contigo?

- Estoy enferma. – mintió Emily en la otra línea. Estaba acostada sobre su cama desde la última vez que había visto a Travis. Y no pretendía cambiar su estado de ánimo, no había nada que la motivara.
- Oh… ¿desde cuándo?

- Ayer, eso creo.

- Te visitaré, eso te animará. – se burló _________.

- No, joder, no lo hagas, parezco un maldito zombie.

- ¿Tan mal estás?

- Sí… pero no hablemos de eso, ¿Cómo estás tú? ¿Sofia? ¿Justin?

- Bien… Sofi está bien. - __________ guardó silencio por unos segundos.

- ¿Y Justin?

- También. Pero… Emily, tengo tanto que contarte.

- ¿Qué ha pasado con él?

- Con él nada, pero hay una mujer… es que… no lo sé, las cosas entre nosotros se han complicado mucho últimamente.

- ¿Una mujer? ¿Es la misma zorra con la que Justin estuvo hace un tiempo…

En ese momento, la puerta de la oficina de ________ se abrió de improvisto. Ella dio un salto en sitio.

- Tengo que colgarte, hablamos después – se disculpó ____________ contra el teléfono, mientras se acomodaba en la butaca. Puso el móvil sobre su escritorio y subió la mirada, con una sonrisa a medias, que iba dedicada a Max.

- Hola. – saludó él amablemente. Se acercó a __________ y le besó la mejilla derecha. Un olor denso y cautivador se desprendió de él. – Gracias por venir, esto es importante.

- No te preocupes. - _________ levantó los hombros despacio.

Max asintió, tomando asiento en una de las butacas que se encontraban frente al escritorio de _________. Él se acomodó, con los ojos clavados en el suelo y con una mirada bastante incómoda. ¿En qué estaba pensando? De pronto subió la mirada hacia ella, que esperaba con atención lo que él estaba a punto de decirle.

- Sé que debes estar pasando por un momento muy duro…

- ¿Qué? - ________ hundió el rostro. Con el ceño fruncido, trató de entender a lo que él se refería.
- Me he enterado lo que ha pasado con tu madre.

Los ojos de ___________ se abrieron todavía más, su piel terminó de helarse y no supo a qué punto mirar para no sentirse obstaculizada por la nostalgia. De pronto tenía un nudo grueso en la garganta que no le permitía seguir hablando.

- ¿Cómo te has enterado? – susurró ella, ahora con los ojos envueltos en lágrimas.

- Lo siento mucho… por Dios, no quería que lloraras.

- Estoy bien, Max. Ella y yo no éramos muy cercanas que digamos. Siempre tuvimos nuestras diferencias.

- Te entiendo… - él asintió, mirándola afligido. – Solo quería que supieras que tienes mi apoyo para lo que necesites. Ya sabes, estas cosas últimamente pasan todos los días. – negó con la cabeza, demostrando indignación en cada parte de su rostro. – Creo que sabes muy bien que estoy en contra de todos esos criminales.

- Perdona… ¿qué? - _________ frunció el ceño una vez más. Esta vez sin entender nada.

- La forma en la que murió tu madre, __________. El crimen en Estados Unidos está cada vez peor.

Ella se quedó callada esta vez, buscando una forma inteligente de responderle. ¿Cómo le explicaba que ella había sido ajena en saber cómo había muerto su madre? Solo había llegado a saber, gracias a la madre de Emily, que Jennifer había fallecido. Pero no sabía más. Desconocía la historia completa. Desconocía los detalles. Y si ella no los sabía, ¿Cómo es que Max estaba al tanto?

- Siento ser tan crudo con todo esto.

- ¿Cómo sabes sobre lo de mi madre, Max? – preguntó ella, sin poder guardarse un segundo más todas las dudas que tenía dentro.

- Está en las páginas de cada diario. – respondió él, hundiendo el rostro. – Mira… ¿por qué no mejor lo olvidamos y…

- ¿Qué diarios? – intervino ella. Muchísimas dudas se habrían en su mente en ese momento. ¿Dónde demonios había estado metida todo esos días como para no haber leído sobre la muerte de su madre? – Por favor, ¿De qué diarios estás hablando?

- Está en todas partes ¿vale? Pensé que lo sabías, se trata de tu propia familia.

- No tuve el valor de saber cómo es que mi madre había muerto. - ___________ bajó la mirada. – Fue un error mío y por favor… no te metas en esto.
Él levantó ambas manos, en defensa.

- Está bien, Peterson… lamento si te hice volver a algo que no querías. Es solo que… va en contra mío también. Los criminales que asesinaron a tu madre además eran ladrones de banco. Joder… mencionarlo me enferma. – dijo Max, con una expresión de repugnancia en el rostro.

Pero al observar a __________, su rostro cambió completamente. Supo entonces que había dicho las palabras equivocadas en el momento equivocado. Se sintió culpable interiormente por ver a __________ de esa manera. Ahora parecía asustada, perdida, como si el color hubiera desaparecido de su rostro. Ni siquiera tenía fuerzas para hablar. Y si pudiera hacerlo tal vez estaría asustada de formular la pregunta que tanto temía hacer. No podía cierto… no podía ser cierto nada de lo que le estaba contando. De todas formas estaba sacando conclusiones muy apresuradas ante algo que la había marcada de por vida.

- Tú sabes lo que sucedió en el pasado ___________. Lo que pasó con el mejor amigo de Justin y las cosas que hice. Y quiero que sepas que no me arrepiento en lo absoluto de haber tratado de atraparlos. Está en mí ir contra los criminales. Simplemente no podía permitir que tú estuvieras con uno. – se detuvo, tragando saliva. – Lo que ha pasado con tu madre es terrible.

- Necesito saber… - __________ cerró los ojos con fuerza, volviéndolos a abrir en el acto. – Necesito saber quiénes… quiénes la han asesinado.
Él negó con la cabeza, acercándose a ____________ a través del escritorio. Quedó tan cerca a su rostro, pero el estado en el que ella se encontraba ni siquiera permitió notarlo.

- Por favor ya no pienses en eso. – le rogó, observándola asustada y con la mirada perdida.

- Dímelo. Por favor… por favor solo dímelo. – suplicó ___________, mirándolo a los ojos. Haciéndolo sentir una parte de su desesperación.

- Yo… yo no sé de estas cosas Peterson, solo he leído en algunos periódicos que se trata de una banda o mafia de criminales. Han existido antes y ahora mismo han vuelto, es todo. – teniéndola cerca, acarició lentamente la mejilla izquierda de __________. – no creo que aquello vaya mortificarte demasiado, por favor… - suplicó él también. Verla de esa manera le jodía mucho. – su nombre es Tentation.

Tentation 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora