Capitulo 42

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"¿Dónde estás? ¿Crees que no estoy preocupado por ti? Maldición ________, al menos tengo derecho a saber en dónde te estás quedando con Sofia".

____________ suspiró. Aquel mensaje había llegado un día después de la noche en la que ella le había dejado. A continuación habían varios mensajes más.

"Entiendo tus razones. Cualquier humano con cerebro en este mundo se alejaría de mí. Pero no hagas esto conmigo ________, dime dónde estás. Necesito saber que están bien".

Segundo mensaje. Ahora mismo se sentía la persona más culpable del mundo por haber desaparecido toda una semana. Mierda, se había portado como una maldita ridícula por no decirle en donde estaban.

"Por alguna razón sé que estás bien, por eso mismo tal vez todavía no he ido a buscarte a cada rincón de New York. No hagas esto tan difícil, Peterson. Lo nuestro acabó… pero tengo derecho a saber en dónde demonios te has metido".

Y otro.

"Respóndeme".

Y otro…

"¡Maldición, dime dónde estás!"

Y muchos más que contenían lo mismo. Después de aquellos mensajes, que terminaron siendo aproximadamente diez, seguían los de Travis. Al leer pudo deducir que Justin ya le había contado todo.
También la estaba buscando. También le preguntaba dónde estaba y suplicaba por saber su paradero. ___________ tragó saliva. En todo su egoísmo por sentirse mejor, no había pensado en ellos y en lo mal que se lo estarían pasando…
Emily también se había sumado. Le había enviado un par de mensajes, preguntándole como se encontraba y disimulando, obviamente, que también lo sabía todo.

Y de pronto se acabaron los mensajes. No habían más que de Emily, rogando por qué le contara todo, pero Justin no envió ningún otro. No hasta después de tres días, donde quedaba todavía uno último que ella no había leído. Era de ese mismo día, hace unas cuantas horas.

"Sé dónde estás. ¿Recuerdas que dije que te buscaría por cada rincón de New York? Esa ha sido mi misión en toda la semana, hasta dar en donde te encontrabas. Y… te diría que todo está yendo bien conmigo, pero no es verdad, esto me está matando. La cama es más grande sin ti ¿sabías? Y misteriosamente he descubierto que puedo dormir en ella, sabiendo que hace unos días la compartía contigo. ¿Ya puedo volver a verte? Prometo no intentar nada que pueda incomodarte, solo necesito ver a Sofia. Saber que está bien y saber que me extraña tanto como yo lo hago. Responde esto si puedo verte hoy. Y deja de jugar a las escondidas, porque sabes que yo sí podré encontrarte".

Sollozando, dejó el móvil a un lado para poder quitarse las lágrimas de las mejillas. Estaba llorando desconsoladamente. Fuerte y sincero. Sentada sobre el váter de su baño, se colocó ambas manos sobre el rostro y sollozó una vez más.

¡Basta! Se dijo a ella misma entre gritos interiores. Se limpió la nariz, y en un acto desesperado, que ni siquiera ella pudo entender bien, cogió el móvil entre sus manos y tecleó con rapidez.

  "Sofiate extraña. Puedes venir hoy, si así lo quieres, ya que ya sabes dónde encontrarme".

Él no tardó en responderle en un mensaje de texto. ¿Por qué ninguno de los dos se atrevía a llamar?

"Estaré ahí por la noche".



++

Narra Justin:

____________ abre la puerta del pequeño cuarto.
De inmediato logro divisar a Sofia correr hacia mis brazos, y al hacerlo, la cargo y la sostengo por largo tiempo. Su olor me inunda, haciéndome sentir en casa. Me abraza fuerte, apretándome el cuello, mientras yo acaricio su cabello. Sofia empieza a hablarme sobre las cosas que ha hecho esta semana, sobre lo raro que es que ambas se hayan ido de mi lado… sobre lo raro que es todo por lo que está pasando. Yo asiento, siguiéndole el hilo a su conversación. En el fondo, ella nos mira. _________ está sonriendo suavemente, observándonos a los dos. Tiene los brazos cruzados y se ve… se ve muy bien. Va vestida casualmente, con un jean y una blusa gris de tirantes, el cabello en una coleta y cayendo por la espalda. Alza la mano izquierda, saludándome mientas levanta la barbilla. Yo también la saludo de la misma manera.

- Entra. – se atreve a hablar por fin. Camina hacia nosotros y cierra la puerta por detrás.

Los primeros minutos, se queda petrificada sobre la madera maciza de la puerta. Puedo sentir su mirada directa a mí, y aquello me hace sentir vivo. He pasado una maldita semana sin ella. Y aunque ahora todo parezca totalmente superado en mí, vuelvo a sentir la desesperación que sentí aquella noche… cuando todo terminó.

  Sofia me distrae. Jala de mis manos y tengo que entrar en la habitación de _________, envuelta en su olor. En su precioso olor. Sofi me enseña un par de juguetes nuevos, que no he visto, y que obviamente no le he regalado yo. Le gustan muchísimo, mientras habla de ellos sus ojos brillan con intensidad. Me uno a su juego. Me los presta por unos minutos y se ríe al verme jugar con ella. He extrañado tanto esta sensación. Esta de sonreír con ella, por un motivo sencillo.

Dentro de mí la melancolía vuelve a abrirse al saber, que ésta sería la manera en la que pasaríamos el resto de nuestros días. Que cada vez que yo volviera a verlas, las cosas estarían así o cada vez peor. Que ___________ estaría distante, en algún punto de éste u otro departamento, observándome jugar con Sofia. Y después de ello, yo terminaría yéndome. Y de esa manera las cosas terminarían… como ya empezaban a terminar ahora.

Escucho unos pasos detrás de mí, es ___________. Sofia se distrae, jugando con un par de cosas detrás de ella, y un gran silencio se abre entre los tres. No puedo evitar, aunque lo intento con todas mis fuerzas, voltear hacia ella. Al sentir mis ojos sobre su cuerpo, _________ tiembla. Traga saliva y me sonríe.

- ¿Cómo estás? – le pregunto, tratando de ser amable. Me siento tan bien de poder controlar todo esto. Estoy calmado, sin la necesidad de pedirle que por favor regreso conmigo…

- Bien… - ella alza los hombros. – He conseguido esto mientras tanto.

- Yo puedo ayudarte a conseguir un lugar mejor.

- No… esto… - ___________ miró alrededor. – es temporal.

Trago saliva. Mi cuerpo se tensa, necesito preguntarle tantas cosas… pero en cambio solo espero a que ella explique todo a lo que se refiere.

- No es el mejor momento para hablar ahora. – ella señala a Sofia con la mirada y yo asiento, todavía sin entender.

- Vas a irte de la ciudad, ¿verdad? – deduzco. Endurezco la mandíbula y no puedo tener el valor de mirarla. No tengo el valor de saber si lo que he deducido es verdad.

- ¡Mira! – me dice Elisabeth, a mi costado. Me muestra una peculiar muñeca de pelo rubio, con un vestido colores. - ¿Te gusta? – me pregunta entusiasma. Hundo el rostro, notando que tiene muchos juguetes que no he visto nunca. – Está de lujo. – respondo, haciéndola sonreír.

- ¿Dónde ha conseguido todo esto? – volteo la mirada hacia __________.

Tentation 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora