07- Una pequeña alegría
El día siguiente a la muerte de Molly Weasley, la matriarca de la familia más importante de Gran Bretaña, los únicos que no estaban enterados de la noticia eran los que no tenían contacto con nadie y no leían los periódicos. Incluso, los países más cercanos a Inglaterra ya sabían del suceso que inmovilizó a la comunidad mágica inglesa.
Los periódicos mágicos, después de haber publicado sus matutinos, tuvieron que sacar rápidamente otra edición para hablar sobre la muerte de Molly Weasley. Era la noticia que se había corrido más rápido y tenía más relevancia desde que Harry Potter derrotó a Lord Voldemort por primera vez la noche de Halloween del 81. Y era que, aunque quisieran o no a la familia Weasley, nadie podía negar que Molly Weasley había sido una persona realmente encantadora.
Todos querían saber la razón de muerte. Los más exagerados decían que un antiguo Mortífago la asesinó y que la posible Tercera Guerra Mágica venía en camino. Algunos pensaban que se debió a la viruela de dragón. Incluso, una minoría de personas aseguraban que se suicidó. «Díganme que esa familia no guarda trapos sucios bajo la alfombra y la pobre mujer ya no pudo resistirlo», se comentaba en los bares de mala calaña esa misma noche.
Y lo que mantenía a todo el público aguardando la respiración: nadie de la familia había salido a hablar. Ni Harry Potter, ni el mismísimo Ministro de Magia. Los periodistas mágicos estaban fuera de las casas y trabajos de los familiares de Molly Weasley, buscando conseguir noticias exclusivas. Algunos estaban fuera de la Madriguera, pensando que toda la familia estaría reunida ahí, pero aquello no estaba más alejado de la realidad.
Muchísimas cartas habían llegado a la Mansión Zabini entre la tarde de ayer y el mediodía de aquel día. Incluso algunas habían venido por medianoche. Molly Weasley II no se había molestado en abrir ninguna, a sabiendas que provenían de personas que, lejos de sentir algún cariño por su abuela o querer apoyarla en ese momento tan trágico, solo buscaba conseguir información para saber sobre el chisme.
Tampoco era como si Molly supiera mucho. Había intercambiado un par de patronus con Louis y tuvo una breve visita de parte de Rose y James —¡de James! Eso le confirmaba más que nada la gravedad del asunto— la tarde anterior. También le envió un par de cartas a su padre y a Victoire. Casi no se sabía nada, los medimagos seguían buscando la razón oficial de la muerte de su abuela y los periodistas solo querían vender las lágrimas a los familiares a los cuervos que leían sus revistas.
—Me temo, Molly —le había dicho su suegro, Blaise Zabini, cuando más cartas llegaron esa mañana muy temprano—, que están esperando verlos destruidos.
Y como casi siempre, el señor Zabini tenía razón. Molly, quien de adolescente tuvo que intentar ser perfecta al nivel que se requería por su apellido y que de mujer debió evitar el mínimo número de errores frente las Antiguas Familias de Sangre Pura, entendía que, con la muerte de su abuela, todos mirarían el comportamiento de los Weasley por las siguientes semanas como halcones, esperando verlos desmoronarse sin la presencia de la matriarca de la familia.
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Dark Present
FanfictionLos cuentos de hadas siempre fueron mejores que la vida real. Eso bien lo sabían los primos Weasley, quienes por años intentaron aparentar tener una vida feliz, como todos esperaban. Entre sonrisas fingidas lograron su cometido por décadas, hasta qu...