02- Vida incompleta
Victoire Weasley jamás consideró la opción de ser madre hasta que quedó embarazada. No era que le cayeran mal los niños, era por el hecho de que no quería malgastar su tiempo en ellos. Los bebés debían ser alimentados, limpiados, entretenidos y constantemente vigilados. Requerían las veinticuatro horas del día y Victoire no quería dárselas.
Ella quería estudiar. Quería viajar por el mundo y solo volver cuando tuviera que atender algo del Wizengamot. Estudiar otros idiomas y tener distintos pasatiempos. Estar encerrada en una casa, que probablemente tendría mal olor por los pañales de los bebés, sin contar el llanto que ellos harían, no era su deseo. Victoire quería ser más que una simple madre.
Ilusamente, aunque sabía que iba a terminar casándose con Ted Lupin, lo de quedar embarazada no pasó por su cabeza. Es más, una vez le había comentado a su esposo que no le apetecía tener descendientes y, si bien él la había visto con una expresión horrorizada, no intentó persuadirla de lo contrario. No, Ted sabía que no iba a lograr convencerla, por eso recurrió a otro método.
Generalmente, era el hombre quien hacía el hechizo de protección para una relación sexual, debido a que el hechizo creaba un campo de protección invisible alrededor de su miembro. Por lo tanto, Victoire no se había preocupado por ello más allá de decirle que lo hiciera antes de empezar. No había pasado por su cabeza que, después de la boda, Ted dejaría de cuidarse, sobre todo tras haberle dicho que no pretendía tener hijos.
Así que, cuando quedó embarazada por primera vez se llevó una gran sorpresa. Sí, el hechizo de protección no aseguraba un cien por ciento no quedar embarazada, aun así que alguien estuviera creciendo dentro de su vientre no fue de su agrado. No pensó en abortarlo, porque iba en contra de sus principios, pero sí que la idea de dejarlo en adopción estuvo en ella durante semanas.
Tuvo que decírselo a Ted, ya que de igual manera no iba a poder ocultarlo por mucho tiempo. Fue durante un día que ambos no trabajaban, estaban desayunando y Victoire se lo dijo como quien no quería la cosa; estar embarazada no le producía ni emoción ni tristeza, sino pura indiferencia. Sin embargo, Ted sí que se alegró, incluso rompió la taza de café que sostenía —provocando que su esposa hiciera un gesto fastidiado mientras la arreglaba con magia—. Aunque, la felicidad le duró hasta que Victoria le dijo sobre su plan de darlo en adopción.
—Pero ¡es nuestro hijo! —exclamó Ted, incrédulo ante lo que escuchaba—. No podemos regalar a nuestro hijo.
—No tenemos tiempo para criar ahora a un niño —replicó Victoire—. Estamos muy ocupados con el Ministerio, ¿o acaso quieres una niñera o algo por el estilo?
—No quiero una niñera, nuestro hijo debe ser criado por sus padres.
—Ya te dije que yo no lo quiero —A medida que la conversación avanzaba, Victoire se iba poniendo más irritada. Ya le había dicho a Ted que no quería tener hijos y él no discutió, ¿por qué hacía todo esto ahora?
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Dark Present
FanfictionLos cuentos de hadas siempre fueron mejores que la vida real. Eso bien lo sabían los primos Weasley, quienes por años intentaron aparentar tener una vida feliz, como todos esperaban. Entre sonrisas fingidas lograron su cometido por décadas, hasta qu...