Serendipity I 🔭🧸[Trilogía Cielo amarillo] [TERMINADA✔] PRONTO EN FÍSICO

TREINTA Y SEIS

Kim Taehyung salió de la casa de Park Jimin cuándo la luna era su única testigo. La noche estaba ensombrecida como así mismo su corazón. No había mucho que hacer, como siempre dijo el dicho "se pilla más rápido a un mentiroso que a un ladrón", la mentira de Kim Taehyung tenía piernas cortas y la verdad estaba a vista y siniestra del bailarín ahora.

Sentía que su corazón se hacía pequeñito, con ganas de esconderse del universo.

Él quería decirle muchas cosas a su Park, explicarle también. Pero se había sentido todo un inútil cuando en vez de eso agachó su cabeza y se marchó.

Su nariz ahora estaba roja, efecto del frío y llanto que llevaba a cuestas. Aún si mantenía las manos dentro de sus bolsillos en la chaqueta, no lograba acaparar la humedad que reinaba en su entorno gracias a la escasa nieve. Aún si no se sentía del todo cómodo, prefería seguir deambulando también. Cualquier cosa sería mejor que volver a la desolada habitación en la Universidad y estar solo con el gato de Jeon.

Incluso hasta eso le pertenecía a él.

El chico jamás fue bueno para las decisiones, era lo que más le costaba aunque no lo admitiera nunca. Bueno, eso y sobrellevar el alcohol... en ambas instancias era solo un crío.

Pero aún así retaba a la vida y fue justo cuando pasó fuera de un bar, que se decidió a ingresar. Ya era mayor de edad, mamá y papá estaban bastante lejos para reprenderlo y necesitaba de manera urgente "borrarse".

Se sentó en la barra de este apenas entró y luego de ver bailar varias rondas de soju en sus manos, su cabeza decidió al fin estar lo suficientemente mareada como para mantenerlo en pie por su cuenta.

━ ¡he muchacho! ¿Cuántos años tienes? Deberías irte de mi bar, si me causas problemas yo-

━ Park Jimin... ━ mencionó de pronto, interrumpiendo al hombre por mucho mayor.

━ ¿Qué? Yo no soy Park Jimin, que diablos...

━ OHHH ¡Park Jimin! Que hermoso eres... ━ murmuraba, sonrojando sus mejillas, mientras se le cerraban sus ojos.

━ vete a casa niño, aquí no queremos llorones. ━ le pegó sobre el hombro.

Ante tal golpe pesado en mano del hombre robusto y dueño del lugar, Kim pareció medio despertar.

Movió sus ojos recorriendo el lugar roñoso y asintiendo, entendió que debía retirarse. Ni siquiera sabía que hora era, ni cuantas horas llevaba allí.

Apenas abrió las puertas del bar en retirada, se encontró de cara a la miserable y escasa luz del sol.

De una cosa estaba seguro, él llegó cuando aún era de noche y resulta que ahora se estaba yendo acompañado del día.

Si, Kim había bebido demasiado y por muchas horas.

Caminó algunas cuadras siendo observado por la gente que recorría el lugar. Poco le importaba, porque incluso el hecho de respirar y ver a través de sus ojos eran parte de su inercia. Pues Tae no sabía nisiquiera donde estaba parado ahora.